Una cláusula de la ley federal de Agua Limpia otorga a los estados y a las tribus originarias el poder para bloquear proyectos federales que puedan causar daños ambientales en sus territorios.
Por Matthew Daly
Washington, 28 de mayo (AP) — En un nuevo golpe de timón a las políticas implementadas durante la Presidencia de Donald Trump, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos restablecerá una regla que otorga a los estados y a los indígenas estadounidenses la autoridad para bloquear la construcción de gasoductos u otros proyectos energéticos que puedan contaminar los ríos, arroyos y otras vías fluviales.
Una cláusula de la ley federal de Agua Limpia otorga a los estados y a las tribus originarias el poder para bloquear proyectos federales que puedan causar daños en lagos, arroyos, ríos y humedales situados en sus territorios. Sin embargo, el Gobierno de Trump redujo esa facultad de revisión luego de recibir quejas de los legisladores republicanos y de la industria de combustibles fósiles en torno a que las autoridades estatales habían utilizado el proceso de concesiones para impedir que se llevaran a cabo nuevos proyectos energéticos.
El Gobierno de Trump dijo que sus acciones impulsarían el objetivo del Presidente de acelerar los proyectos energéticos, como los oleoductos y gasoductos.
El estado de Washington impidió la construcción de una terminal de exportación de carbón en 2017, señalando que había demasiados efectos dañinos significativos, como contaminación del aire, la seguridad ferroviaria y el tránsito de vehículos. De manera similar, en Nueva York, los reguladores bloquearon un gasoducto, alegando que no cumplía con los estándares para proteger los arroyos, humedales y otros cuerpos de agua.
Michael Regan, el director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés), señaló en un comunicado enviado a The Associated Press que la nación “tiene graves problemas de agua que abordar” y añadió que “no dudaré en corregir las decisiones que debilitaron la autoridad de los estados y de las tribus para proteger sus aguas”.
Regan se comprometió a trabajar con las autoridades estatales, locales y tribales para proteger el agua potable al tiempo que impulsan el “desarrollo económico sostenible”.
La regla implementada durante el Gobierno de Trump seguirá en vigor mientras la EPA desarrolla una norma revisada, comentó Regan, pero la agencia “seguirá escuchando las inquietudes de los estados y a las tribus... para ayudarles a hacer frente a estos desafíos a corto plazo”.