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En esta imagen tomada de un video e una cámara corporal de la policía de Alameda, agentes de la policía de Alameda tratan de detener a Mario González, de 26 años, el 19 de abril en Alameda, California.

El policía, ahora en San Francisco, apretó 5 minutos el cuello de Mario. Él dejó de respirar (VIDEO)

28/04/2021 - 1:56 pm

Alameda “está comprometido con la total transparencia y la responsabilidad tras la muerte del señor González”, indicó la ciudad en un comunicado. El suceso está bajo investigaciones de la policía del condado de Alameda, el Secretario de Justicia del condado y un exabogado municipal de San Francisco, contratado por la ciudad para liderar una pesquisa independiente.

Por Juliet Williams

SAN FRANCISCO (AP).— La policía de Alameda, una ciudad de la zona de la bahía de San Francisco, ha difundido un video en el que agentes sujetan a un hombre latino en el suelo durante más de cinco minutos al efectuar un arresto la semana pasada que culminó con la muerte del detenido.

Mario González, de 26 años, dejó de respirar tras un forcejeo con la policía el 19 de abril en un parque de Alameda.

Un comunicado policial indicó que González había sufrido una emergencia médica después de que los agentes intentaran esposarle, mientras que su familia alega que lo mató la policía, que utilizó una fuerza excesiva.

El video de casi una hora de las cámaras de dos agentes muestra a los policías hablando con González en un parque, tras recibir llamadas de que parecía desorientado o borracho. González parece aturdido y tiene problemas para responder a sus preguntas.

Cuando el hombre no presenta ninguna identificación, los agentes intentan obligarle a poner las manos a la espalda para esposarle, pero él se resiste y le reducen en el piso.

Los agentes le repiten que dé su nombre completo y fecha de nacimiento.

“Vamos a ocuparnos de usted, de acuerdo, vamos a ocuparnos de usted”, dice un agente.

“Creo que simplemente ha bebido de más hoy, ¿de acuerdo? Eso es todo”, dice el mismo agente. “Mario, por favor, deje de pelear con nosotros”.

González, que pesaba unos 113 kilos (250 libras), gruñe y exclama cuando está boca abajo sobre unas virutas de madera, mientras los agentes le sujetan. Un agente le pone el codo en el cuello y una rodilla en el hombro.

“Está levantando todo mi peso”, dice un agente en un momento dado.

Otro policía parece apoyar también la rodilla en la espalda del hombre, y la deja unos cuatro minutos mientras González trata de respirar, diciendo: “No he hecho nada, ¿de acuerdo?”.

Las protestas de González remiten, y tras unos cinco minutos parece perder el conocimiento.

Poco antes de que deje de respirar, un agente dice al otro: “¿Crees que podemos ponerle de lado?”, pero el otro responde: “No quiero perder lo que he conseguido, hombre”.

Al parecer tratando de asegurarse, el primer agente pregunta “¿no estamos apoyando peso en su pecho?” y después repite: “¡No! Sin peso (...) sin peso”.

“Está inconsciente”, dice un agente.

Los agentes ponen a González boca arriba y tratan de hacer una reanimación cardiopulmonar, pero más tarde se certificó la muerte del hombre en el hospital.

González dejó un hijo de 4 años y era el principal cuidador de su hermano de 22 años, que tiene autismo, indicó su familia.

Aún no se ha completado una autopsia para determinar la causa de su muerte, aunque sus familiares ofrecieron una conferencia de prensa el martes en la que culparon a la policía, afirmando que los agentes escalaron lo que debería haber sido un encuentro menor y pacífico con un hombre desarmado.

“La policía mató a mi hermano de la misma manera que mataron a George Floyd”, dijo su hermano, Gerardo González.

“Es un tipo adorable. Es respetuoso, todo el tiempo”, dijo la madre de Mario, Edith Arenales. “Rompieron mi familia sin motivo”.

Los tres agentes implicados en la detención quedaron de baja administrativa con sueldo mientras se completaba la investigación.

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