El subgobernador explicó que el desempleo se define por alguien que no tiene trabajo pero que activamente lo busca, sin embargo, ante las medidas de confinamiento para frenar los contagios de COVID-19, la población desempleada no podrá buscar “activamente”, por lo que se registrará en la población económicamente inactiva.
Ciudad de México, 28 de abril (SinEmbargo).- Por la crisis económica derivada de la pandemia del COVID-19 en el país, la tasa de desempleo podría superar el 10.7 por ciento que se registró en la crisis de 1995, refirió el Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México (Banxico).
“El impacto sobre el empleo, estamos viendo que desde principios de 2017 la tasa había promediado alrededor del 4 por ciento. Estamos con el peligro de que pudiera superar el pico de 7.9 que vimos 2009 o incluso sobrepasar el pico de 10.7 por ciento que tuvimos en la crisis de 1995″, dijo Heath al participar en la Conferencia Nacional para la Recuperación Económica, organizada por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
El subgobernador explicó que el desempleo se define por alguien que no tiene trabajo pero que activamente lo busca, sin embargo, ante las medidas de confinamiento para frenar los contagios de COVID-19, la población desempleada no podrá buscar “activamente”, por lo que se registrará en la población económicamente inactiva.
“La tasa de desempleo seguramente irá subiendo, sin embargo va a ser muy engañoso y muy difícil de interpretar. Pero lo que sí queda muy claro es que va a haber una gran cantidad de desempleo y perdida de ingresos, no solamente por la pérdida del trabajo, también por la caída de remesas”, añadió.
Además, previó que es muy probable que la caída del en el Producto Interno Bruto (PIB) “sea igual o superior a las dos grandes crisis anteriores que habíamos vivido, la del 1995 y la de la gran recesión”.
Heath señaló que para proveer de liquidez al sistema financiero, lo que Banxico puede hacer es inyectar liquidez a la economía. Al respecto, aseguró que los recursos por 750 mil millones de pesos que el banco central inyectó para dar liquidez al sistema financiero no provienen de las reservas internacionales, explicó que ante ello es importante distinguir que hay una diferencia “brutal” con la crisis de 1995 y con lo que pasó con el Fobaproa.
“No son recursos públicos, no estamos tocando las reservas internacionales, no estamos poninendo en riesgo las condiciones financieras del Banco, estamos reacomodando la liquidez en el sistema, se están obteniendo recursos, no muy líquidos, como garantía para darle a la banca recursos líquidos para que puedan otorgar crédito a las empresas y personas física”, dijo.
El subgobernador dijo que ayudará en la vigilancia con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público o con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros y tratar de ver que se canalicen correctamente.