México

“Este Presidente me tiene hasta la madre...”: Coparmex sube el tono (Lozano) para dirigirse a Palacio...

28/04/2020 - 9:30 pm

Javier Lozano ocupará, de nueva cuenta, un puesto que lo pone en el centro de la discusión política de México, gracias a la Coparmex, el sindicato nacional de patrones en el país. Gustavo de Hoyos decidió nombrarlo “vocero especial” para “combatir las decisiones del Gobierno de México” que “comprometen la vigencia de las instituciones democráticas y republicanas”, y con ello asume el lenguaje soez que en innumerables ocasiones ha utilizado el ex Senador contra la 4T.

Ciudad de México, 28 de abril (SinEmbargo).- El pasado 8 de marzo, por la conmemoración del Día de la Mujer Trabajadora, la oposición del Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, se puso la playera feminista y exigieron un alto a los feminicidios y a todo tipo de violencia contra las mujeres, como si se tratara de un problema de hace apenas un par de meses.

Muchos de ellos, algunos provenientes de gobiernos anteriores, pasaron semanas enteras criticando al Presidente por este tema a través de sus redes sociales; algunos mensajes fueron más fuertes que otros.

“A mi este Presidente me tiene literalmente hasta la madre. Lo digo con absoluta certeza de mis palabras. No contento con no haber tenido expresiones de condolencia para Fátima, para Ingrid, para tantas mujeres que han muerto en los últimos tiempos sin un gobierno que las defienda […] es usted un indolente y un incompetente, Presidente”.

Esas palabras son de Javier Lozano Alarcón, el nuevo “vocero especial” de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), presidida por Gustavo De Hoyos, que con esta decisión baja el perfil empresarial de esa organización históricamente ligada al PAN para orientarla a uno más político.

Lozano tiene nexos con al menos otros dos declarados opositores del Presidente  de México: Felipe Calderón Hinojosa y José Antonio Meade Kuribreña. Además ha sido señalado por presuntos nexos con el crimen organizado en Puebla, la entidad que un día gobernó Rafael Moreno Valle, su amigo.

Algunos de los tuits de Lozano Alarcón. Foto: Especial.

Pero si uno se asoma a su cuenta de Twitter, puede encontrar a un político que además de protestar por los feminicidios, habla de la brutal crisis económica, de la degradación de Petróleos Mexicanos (Pemex), es defensor de la libertad de expresión y de la laicidad.

Pero también esto: “Me tiene hasta la madre”, “su pasividad e insensibilidad”, “toma decisiones absurdas”, “el Gobierno de AMLO es una mierda”, “el Presidente no puede con tanto complejo de inferioridad”, “la egolatría de López ya es enfermiza”, “niño Andrés”, “San Andrés”…

Aún se desconocen las tareas del nuevo “vocero especial” de la patronal ese puesto; De Hoyos, escribió a través de su cuenta de Twitter que ante las decisiones del Gobierno de México, que “están comprometiendo la vigencia de las instituciones democráticas y republicanas”, el debate resulta “fundamental para evitar retrocesos”.

EL EXTENSO PASADO DEL VOCERO

La carrera política de Lozano Alarcón inició hace más de 30 años; en ese tiempo ha protagonizado múltiples episodios controversiales estando bajo los servicios del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y luego del Partido Acción Nacional (PAN), aunque en 2018 regresó a los brazos del primero.

Nació el 21 de noviembre de 1962 en la ciudad de Puebla, es abogado por la Escuela Libre de Derecho, ocupó puestos en los sexenios priistas de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de Léon y con Felipe Calderón Hinojosa, que fue quien le dio el puesto más importante en su carrera: la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) en la que durante seis años lanzó políticas con efectos que persiguen a todo México hasta estos días.

Lozano conoció a Calderón en la Escuela Libre de Derecho en 1981. Más de dos décadas después se volverían a encontrar en la Ciudad de México, en marzo de 2003, cuando el primero se desempeñaba como representante del Gobierno de Puebla –encabezado entonces por el priista Melquiades Morales Flores– y Calderón Hinojosa trabajaba en el Banco Nacional de Obras (Banobras).

Ese mismo mes Lozano renunció al PRI y empezó a tener contacto con personajes cercanos a Calderón, quienes tiempo después formarían parte de su equipo de campaña en busca de la Presidencia. Lozano formó parte del “cuarto de guerra” de la campaña de Felipe Calderón y tras la elección del 2 de julio de 2006, fue coordinador del área de Análisis Sectoriales del equipo de transición.

Ya como titular de la STPS, en julio de 2007, durante una entrevista en la prisión, el empresario chino Zhenli Ye Gon, denunció que Lozano lo había amenazado con la –ahora famosa– frase “coopelas o cuello”.

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Javier Lozano ocupará, de nueva cuenta, un puesto que lo pone en el centro de la discusión política de México. Foto: Cuartoscuro.

Ye Gon, quien se encontraba prófugo de la justicia en Nueva York por acusaciones de narcotráfico y lavado de dinero, lo acusó de haberlo extorsionado para guardar los 205 millones de dólares que se encontraron en su domicilio; ese dinero, dijo, era para la campaña presidencial de Calderón Hinojosa en 2006. Lozano negó todo y aseguró que demandaría al empresario por difamarlo.

A la par de esa situación, se enfrascó en una guerra de declaraciones y cartas con el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, a quien le exigió aplicar la Ley a los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que mantenían un plantón en el Zócalo capitalino.

Y de ahí se desencadenan varios conflictos con los sindicatos; uno de los más fuertes fue el caso de Luz y Fuerza del Centro. Lozano participó en la decisión de extinguir Luz y Fuerza del Centro, lo que dejó sin empleo a 44 mil 300 trabajadores y también en la quiebra de Mexicana de Aviación, de ahí salieron otros 8 mil trabajadores despedidos.

En el terreno de las telecomunicaciones, el caso más sonado fue en febrero de 2011, cuando Joaquín Vargas, dueño de MVS Comunicaciones, hizo público un altercado con Lozano. Vargas dijo que el Secretario del Trabajo lo amenazó con mandar “a la chingada” el proyecto de explotación de la banda de 2.5 Gigahertz (GHz) por parte de MVS en caso de que recontratara a la periodista Carmen Aristegui, despedida días antes por haber realizado durante su programa un comentario sobre el supuesto alcoholismo de Calderón.

“El licenciado Javier Lozano inició manifestando que el señor Presidente Felipe Calderón y su señora esposa, estaban enterados de que en ese preciso momento él se encontraba platicando conmigo. A lo largo de la platica, el licenciado Javier Lozano, mencionó textualmente que: ‘hemos encontrado que tu proyecto de la 2.5 GHz, tiene méritos propios, pero si recontratas a la periodista, a tu proyecto se lo lleva la chingada y te olvidas de este Gobierno hasta su último día’”, reseñó Vargas en conferencia.

Sin embargo, la piedra más pesada que carga Javier Lozano es la Reforma Laboral.

Lozano se despidió de la STPS con una legislación que se puso en marcha ya durante la administración de Enrique Peña Nieto.

El todavía panista trabajó en esa reforma de la mano del sector empresarial y del Congreso. No se registró ninguna movilización contundente para detenerla, más que algunas marchas de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE); el sindicalismo estaba golpeado, pero la palabra outsorcing retumbaba ya en todos lados.

La propuesta gubernamental buscó reformar la Ley Federal del Trabajo para que se inserte en un “panorama productivo y competitivo”, según las palabras de Lozano.

El resultado: centros de trabajo que pueden contratar con menos responsabilidades, con contratos temporales, pruebas de aprendiz, les permite despedir con más facilidad y darles menores prestaciones.

Es decir, sí ha permitido crear más empleos formales, con la característica de que estos son precarios.

A la distancia, el día de hoy a las 7 de la tarde, Felipe Calderón felicitó a Lozano y le deseó éxito en su nueva encomienda. Él le mandó un abrazo.

LA OPACIDAD Y EL NARCO

En los más de 30años que lleva trabajando en cargos públicos, Lozano Alarcón no ha hecho pública su declaración patrimonial; no puede saberse a cuánto ascienden sus ingresos por esos cargos y por sus negocios privados, tampoco si tiene algún conflicto de interés ni los bienes muebles e inmuebles que posee.

Lo único que el poblano ha compartido es su Licenciatura en Derecho y sus cargos públicos. Nunca, desde su primera declaración que data del año 2007, agregó más datos a su declaración patrimonial. La última que presentó, de 2012, es parcial y no contiene información sobre su salario, sus bienes muebles e inmuebles, sus inversiones o sus posibles conflictos de interés a pesar de que se ha desarrollado en los últimos 18 años en el terreno público y en el terreno privado.

En 1999, un año después de ocupar la presidente de la Cofetel, abrió la consultoría Javier Lozano y Asociados SC. En su blog www.javierlozano.mx describe que es una empresa “especializada en consultoría orientada a proyectos vinculados con la tecnología y regulación en materia de telecomunicaciones, manejo y estrategia de medios de comunicación”.

De esta actividad privada, el político poblano también ha omitido información, y no aparece en sus declaraciones.

En septiembre de 2017, el periódico Central de Puebla, publicó una foto en la que Lozano aparece en una fiesta con el presunto capo del huachicol en Puebla, Othón Muñoz Bravo, “El Cachetes”, líder detenido el 20 de agosto

En la foto también aparecen el ex Diputado federal Néstor Gordillo, Lozano sentado a la derecha de “El Cachetes” y el ex magistrado marinista, Carlos Loranca.

“El Cachetes” fue pionero en la extracción del hidrocarburo en Veracruz y entregó a Los Zetas su negocio ilícito luego de haber sido extorsionado y por temor a que lo asesinaran. Él, junto con su hermano Rodrigo, migraron a Puebla durante el sexenio de Mario Marín Torres y fueron acogidos desde entonces por las familias en el poder.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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