El ex Senador Lozano por el PRI y ex funcionario del PAN agradeció el ofrecimiento de Coparmex y se dijo honrado de participar del organismo empresarial. En casi tres décadas de ejercicio político y como funcionario público, Lozano tiene una larga cauda de controversias y acusaciones que se derivan de los servicios que ha prestado para los gobiernos federales del PRI y también del PAN.
Ciudad de México, 28 de abril (SinEmbargo).- El líder nacional de Coparmex, Gustavo de Hoyos, dio un nuevo ajuste de tuerca al sindicato patronal para convertirlo en un ente más político que empresarial. El nuevo vocero para la “defensa del Estado de Derecho” es Javier Lozano, ex vocero de José Antonio Meade, ex Senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y ex funcionario del gobierno de Acción Nacional (PAN) con Felipe Calderón Honojosa.
Lozano recurre a un lenguaje fuerte; se ha dirigido con palabras altisonantes al Presidente Andrés Manuel López Obrador y se ha planteado como un detractor del Jefe del Ejecutovo. También fue Secretario del Trabajo y su mayor logro fue la Reforma Laboral que despojó a millones de mexicanos de la seguridad social y los mandó directamente al outsourcing.
“Las decisiones del Gobierno de México están comprometiendo la vigencia de las instituciones democráticas y republicanas. El debate es fundamental para evitar retrocesos”, escribió el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Gustavo de Hoyos, en su cuenta de Twitter.
El empresario se congratuló de sumar a la defensa del Estado de Derecho como reto al político que ha militado en el Partido Acción Nacional, como en el Revolucionario Institucional.
Lozano agradeció por el mismo medio la confianza que la Coparmex y su dirigente le entregaron para encabezar la defensa del Estado de Derecho. “Agradezco mucho tu confianza, Presidente, y puedes estar seguro de que estaré en la primera línea para defender, con todo, nuestro régimen democrático, de libertades y el Estado de Derecho”.
Agradezco mucho tu confianza, Presidente, y puedes estar seguro de que estaré en la primera línea para defender, con todo, nuestro régimen democrático, de libertades y el Estado de Derecho. Un saludo a toda la comunidad @Coparmex. Es un honor ser parte de la misma. https://t.co/5FfHjyCu9d
— ?????? ?????? ?. (@JLozanoA) April 28, 2020
Lozano Alarcón acumula, en casi tres décadas de ejercicio político y como funcionario público, una larga cauda de controversias y acusaciones que se derivan de los servicios que ha prestado para los gobiernos federales del PRI y también del PAN. Se ha desempeñado como asesor del ex candidato a la presidencia José Antonio Meade y fue Secretario del Trabajo durante el sexenio del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa.
De acuerdo con un perfil publicado por SinEmbargo en enero de 2018, nació el 21 de noviembre de 1962 en la ciudad de Puebla, abogado por la Escuela Libre de Derecho, ocupó puestos tanto en los sexenios priistas de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de Léon.
Luego de más de un sexenio de militancia panista volvió al priismo, y desde el 10 de enero de 2018 se convirtió en el vocero de la campaña presidencial de José Antonio Meade Kuribreña, candidato del PRI, un cargo que le valió críticas de sus ex correligionarios, pero también aplausos del grupo de senadores panistas simpatizantes de Calderón Hinojosa, y también de Meade Kuribreña, ex titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), tanto de Calderón como de Enrique Peña Nieto.
Lozano, de acuerdo con el texto firmado por la periodista Daniela Barragán, fue también vocero del candidato presidencial priista Francisco Labastida y, al mismo tiempo, buscó ser Diputado federal. Javier Lozano perdió ambas elecciones.
Es decir, Lozano Alarcón no ha ganado ninguna de las campañas presidenciales en las que ha participado.
CALDERONISMO Y ESCÁNDALOS
El 1 de diciembre de 2006, el político poblano asumió como Secretario del Trabajo y Previsión Social del sexenio calderonista, que sería también donde alcanzó su máxima influencia, y también donde sumó escándalos que, hasta hoy, pesan en el ánimo de políticos y ciudadanos, dice el reportaje de SinEmbargo.
Lozano conoció a Calderón en la Escuela Libre de Derecho en 1981. Más de dos décadas después se volverían a encontrar en la Ciudad de México, en marzo de 2003, cuando el primero se desempeñaba como representante del Gobierno de Puebla –encabezado entonces por el priista Melquiades Morales Flores– y Calderón Hinojosa trabajaba en Banobras.
Ese mismo mes Lozano renunció al PRI y empezó a tener contacto con personajes cercanos a Calderón, quienes tiempo después formarían parte de su equipo de campaña en busca de la Presidencia. A la postre Secretario del Trabajo, el hoy Senador se desempeñó como coordinador del “cuarto de guerra” de la campaña de Felipe Calderón y, tras la elección del 2 de julio de 2006, como coordinador del área de Análisis Sectoriales del equipo de transición. Así se convirtió en uno de los nueve integrantes más importantes de dicho grupo.
Un perfil del entonces panista, publicados en SinEmbargo en agosto de 2012, consigna sus escándalos en el sexenio calderonista.
En julio de 2007 fue protagonista del escándalo con el empresario Zhenli Ye Gon, un narcotraficante de origen chino quien acusó a Lozano Alarcón de haberlo amenazado con la famosa frase “coopelas o cuello”. Ye Gon, quien se encontraba prófugo de la justicia en Nueva York por acusaciones de narcotráfico y lavado de dinero, lo acusó de haberlo extorsionado para guardar los 205 millones de dólares que se encontraron en su domicilio; ese dinero, dijo, era para la campaña presidencial de Calderón Hinojosa en 2006, cosa que, por supuesto, Lozano negó.
Como titular del Trabajo también fue el responsable de los conflictos con el sindicato minero, de la requisa de Luz y Fuerza del Centro (LFC), lo que generó el conflicto social con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), y de la quiebra de Mexicana de Aviación, entre otros temas que aún generan malestar social.
También, en junio de 2007, se enfrascó en una guerra de declaraciones y cartas con el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, a quien le exigió aplicar la Ley a los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que mantenían un plantón en el Zócalo capitalino.
Ya como aspirante al Senado de la República –escaño que alcanzó el pasado 1 de julio de 2012–, el poblano fue el encargado de fijar la posición del PAN frente a las declaraciones del ex Presidente Vicente Fox Quesada, quien abiertamente pidió el voto de los mexicanos para el entonces candidato priista Enrique Peña Nieto.
En un comunicado, Lozano Alarcón no escatimó en calificativos para Fox: lo llamó “miope”, por hablar de déficit de empleos sin considerar la crisis internacional; “irresponsable”, por pedir que se legalicen las drogas sin considerar el envenenamiento en almas y cuerpos que provocaría; “injusto”, al decir que con Felipe Calderón regresó la pobreza; “torpe”, al considerar que la alternancia implica que después de dos gobiernos el partido en el poder se haga a un lado, e “ingrato”, por no defender la permanencia del PAN. Otros de sus adjetivos fueron: “cínico”, “cobarde”, “miserable”, “convenenciero” y “porro” de Peña Nieto.
Además, el entonces titular del Trabajo fue acusado por el dueño y presidente de MVS, Joaquín Vargas, de amenazarlo en febrero de 2011 con “olvidarse” y mandar “a la chingada” el proyecto de la banda 2.5 Gigahertz, si recontrataba a la periodista Carmen Aristegui, quien días antes había lanzado una pregunta sobre el supuesto alcoholismo de Felipe Calderón.