El ex jugador y comentarista de televisión ha fallecido este martes a los 61 años tras una larga lucha contra el melanoma con metástasis que padecía.
Robinson resultó siempre un personaje polifacético. Fue la imagen de un videojuego muy popular en los noventa, PC Futbol, y ejerció de actor de doblaje en las películas de animación Shrek y Shrek 2. Hincha devoto del rugby, impulsó el proyecto Super Ibérica, una liga profesional que no cuajó. También fue consejero del Cádiz.
Por Luis Nieto
Ciudad de México, de abril (AS México).– El ex jugador y comentarista de televisión Michael Robinson ha fallecido este martes a los 61 años tras una larga lucha contra el melanoma con metástasis que padecía desde diciembre de 2018. A pesar de que la enfermedad se reveló como incurable desde el inicio, siguió trabajando como comentarista en Movistar + y en la Cadena SER casi hasta el último día. El último partido que narró fue, curiosamente, en Anfield, el pasado 11 de marzo, en duelo de Champions ante el Atlético de Madrid. Los reds, sus reds, cayeron eliminados en un partido inolvidable. Un gol de Morata fue el último que vio desde la cabina. La peor noticia en el mejor escenario.
La muerte de Robinson se anunció en su propio perfil de Twitter: “Con tremenda tristeza os comunicamos el fallecimiento de Michael. Nos deja un gran vacío, pero también innumerables recuerdos, llenos del mismo amor que le habéis demostrado. Os estaremos eternamente agradecidos por haber hecho a este hombre tan feliz, nunca caminó solo. Gracias”. Un mensaje entrañable para un hombre con dos carreras, la de futbolista y la de comunicador, brillantísimas.
Robinson, nacido en Leicester, estuvo siempre vinculado a la historia del Liverpool, aunque debutó en 1975 en las filas del Preston North End. De ahí pasó al Manchester City y después al Brighton antes de recalar, en 1983 en los reds, definitivamente el equipo de su vida, pese a que sólo jugó dos temporadas. Aun así le dio tiempo a conquistar una Liga, una Copa de la Liga y la Copa de Europa de 1984, en la tanda de penaltis ante la Roma y en Roma. “Siempre celebré no tener que lanzar un penalti aquel día. Yo iba a tirar el sexto. Muchos temíamos cagarla”. Él era el encargado de llevar la Copa hasta el avión, pero la olvidó en la duty free del aeropuerto. “Al volver a por ella hice el sprint más rápido de mi carrera”.
“Ir a ver al Liverpool en Anfield era como si Papa Noel viniera cada quince días. Jugar allí era hacerlo para una causa, tener un valor añadido. Intentabas que la gente se sintiera orgullosa. Aquellos eran gladiadores de la sociedad que perdieron su trabajo con Margaret Thatcher”, recordó en una entrevista a Esquire.
De ahí saltó al Queens Park Rangers, en el que jugaría tres temporadas, hasta su llegada a Osasuna, en 1986, ya con 28 años y demasiadas lesiones en la rodilla a cuestas. “VIne por el fútbol y me enamoré de España”, ha declarado en varias ocasiones. En el equipo navarro jugaría tres años más, en los que marcaría doce goles en 59 partidos. “Al principio no sabía ni donde estaba, creí que la ciudad se llamaba Osasuna. Al ver al equipo penúltimo le dije a mi mujer que yo no podía salvarlo, que deberían haber fichado a Spiderman o David Copperfield. Tenía otras ofertas, pero fichar por Osasuna me pareció muy romántico. Antes del primer partido vi existía la costumbre de rezar antes de saltar al campo. Le dije a mi padre que se confirmaban mis sospechas, que éramos tan malos que debíamos rezar antes de jugar “.
Inglés de nacimiento, disputaría 24 partidos con la selección irlandesa, debido a la ascendencia de su familia materna.
SU SEGUNDA CARRERA
Nada más retirarse, comenzó a trabajar en Eurosport y colaborar con Televisión Española, como comentarista de los partidos de la Liga inglesa y, posteriormente, del Mundial de fútbol de 1990. Su peculiar estilo, su sentido del humor y su acento llamaron la atención de Alfredo Relaño, entonces responsable de deportes de Canal+. Desde entonces inició una larga carrera periodística, que le llevó a presentar espacios como ‘El Día después’, de la misma cadena, y a comentar el partido más interesante de cada jornada junto a su inseparable Carlos Martínez. “El Día después es el programa que siempre quise ver y nunca había visto. Es la obra de mi vida. Me siento más orgulloso de ese programa que de la Copa de Europa”.
En 2007 estrenó el programa Informe Robinson, con reportajes de fondo sobre el mundo del deporte: “El programa no va de ganadores y perdedores. Tiene que dejar una moraleja. El deporte es el pretexto para contar historias”. Posteriormente extendería la fórmula a la radio, con el programa ‘Acento Robinson’ de la Cadena SER, donde ponía especial énfasis en la cara humana de los atletas. A lo largo de estos años ha colaborado en diversos espacios de la SER y también, durante un tiempo, en el diario AS. En 2017 recibió el Premio Internacional Vázquez Montalbán, en la categoría de periodismo deportivo.
Robinson resultó siempre un personaje polifacético. Fue la imagen de un videojuego muy popular en los noventa, PC Futbol, y ejerció de actor de doblaje en las películas de animación Shrek y Shrek 2. Hincha devoto del rugby, impulsó el proyecto Super Ibérica, una liga profesional que no cuajó. También fue consejero del Cádiz.