Según la demanda, citada por el periódico, la pareja recurrió a la clínica en diciembre del 2017 pidiendo utilizar el óvulo de una mujer conocida y el esperma del hombre. No obstante, cuando en agosto del año siguiente la mujer dio a luz, notaron una diferencia notable.
Ciudad de México, 28 de abril (RT/SinEmbargo).- Una pareja británica demandó a la clínica CT Fertility, de la localidad de Trumbull, Connecticut, EU por cometer un error durante la fecundación in vitro, luego que naciera un niño con otro color de piel, informa Connecticut Post.
Según la demanda, citada por el periódico, la pareja recurrió a la clínica en diciembre del 2017 pidiendo utilizar el óvulo de una mujer conocida y el esperma del hombre. No obstante, cuando en agosto del año siguiente la mujer dio a luz, notaron una diferencia notable.
"Su segundo hijo parecía tener una pigmentación de piel mucho más oscura", reza la demanda.
Posteriormente, supieron que el niño no estaba relacionado genéticamente con su primer hijo, concebido en la misma clínica con la misma madre genética dos años antes.
La pareja, que se ha trasladado a Londres desde entonces, explicó que quiere a su hijo "en todos los aspectos", sin embargo, teme que algún día lo reclame su padre biológico.
Además, se torturan preguntándose quién es el verdadero padre y por las sospechas de que la madre tuviera una aventura amorosa, detalla Daily Beast.
Para proteger al niño, la pareja pidió realizar el juicio a puerta cerrada.
MÁS CASOS DE FECUNDACIÓN ERRÓNEA
El temor de la familia no es infundado. Los casos judiciales de este tipo son pocos, porque normalmente no se hacen pruebas de ADN después de la operación, dijo en el 2016 la abogada Sherry Levitan, citada por el periódico canadiense National Post, agregando: "La mayoría de las personas nunca revisan [el ADN] para asegurarse de que el bebé que dan a luz es el bebé que esperan".
La misma jurista describió un caso ocurrido en Nueva York en 1999, cuando parientes biológicos obtuvieron la custodia de un niño de otra pareja por equivocación en el proceso de fertilización en una clínica.
En el 2017, el Instituto Canario de Infertilidad (ICI) fue condenado a pagar 335 mil dólares de indemnización a una mujer por utilizar muestras equivocadas durante su fertilización en el 2007, por lo que se quedó embarazada de un donante que no era su pareja. Entonces, el hombre acusó a la mujer de infidelidad, incluso de contactos con "fantasmas y espíritus" y tras dos años su relación se rompió.