Advertencia: este relato podría causarle indignación y repugnancia. Se deja la redacción íntegra de su autor, Shamani Joshi, de Vice. Trata de un individuo que murió en Tailandia a principios de marzo, pero los eventos aquí detallados sucedieron apenas en enero, y siguen provocando rechazo.
Por Shamani Joshi
Tailandia, 28 de abril (Vice/SinEmbargo).– La gente hace cosas desagradables todo el tiempo. Algunas son peores que otras y, al final, el karma te alcanza y te otorga una gélida y fuerte cachetada en la mejilla.
El hombre americano con sobrepeso que causó furor en enero de 2019 por pedirle a unas azafatas que le limpiaran el culo después de ir al baño en un vuelo de la aerolínea EVA de Los Ángeles a Taipéi fue encontrado muerto. El abogado de la aerolínea les informó que el hombre había muerto a principios de marzo mientras estaba de vacaciones en Tailandia. En ese momento, la aerolínea estaba intentando contactarlo para comunicarle que había quedado vetado de volar con ellos, pero que aun así había reservado un vuelo para ir a San Francisco con la misma compañía.
El desagradable incidente que le causó la mala reputación a este hombre tuvo lugar cuando, amarrado a su silla de ruedas, amenazó con mearse por el suelo del avión si ninguna de las azafatas de vuelo le ayudaba a bajarse los pantalones, asegurando que no podía hacerlo él porque se había lastimado la mano derecha. Incluso abofeteó a un miembro de la tripulación que le intentó tapar las partes con una manta. También pidió que le dejaran la puerta abierta mientras cagaba porque “le costaba respirar”.
Más tarde se negó a abandonar el baño a menos que alguien viniera a limpiar su culo lleno de mierda. Cuando una asistente se puso tres guantes quirúrgicos sacrificándose por el equipo, el hombre empezó a gemir en voz alta mientras decía “Oh, mm, más adentro, más adentro”. Incluso insistió en que no le había limpiado bien el culo y le pidió que lo volviera a hacer.
El incidente hizo que el apestoso hombre causara una lluvia de mierda por las redes sociales, y una rueda de prensa donde la asistente lloraba al hablar de la traumática experiencia de tener que limpiarle el culo al hombre después de oír sus gemidos. “Nunca olvidaré ese momento: con los restos aún en el inodoro, no había escapatoria”, decía la azafata.
De hecho, parece ser que el hombre ya había causado un altercado parecido en mayo de 2018, cagándose en el asiento de un avión al ver que los miembros de la tripulación no querían ayudarle, meándose en los pantalones e incluso exigiéndoles a los miembros de la cabina que limpiaran lo que le había escurrido por la entrepierna.
Según parece, la aerolínea le reembolsó el dinero del vuelo a la anónima familia del hombre por el boleto que no llegó a utilizar.