Alerta, alerta: bajo tu propio riesgo leerás el siguiente texto. Contiene información que puede echarte a perder el capítulo 3 de la temporada 8 (la final) de Game of Thrones.
Pero si no te importa, adelante. Éste es un resumen…
Ciudad de México, 28 de abril (SinEmbargo).– Es quizá el más grande capítulo de Juego de Tronos hasta hoy. Y no sólo porque dura más de una hora con 20 minutos. Más violento que la Guerra de los Bastardos, más intenso que las Bodas de Sangre. Como se entiende que usted entra a este texto a sabiendas de que es un gran spoiler, se lo decimos: el Rey de la Noche ha muerto.
Y están muertos casi todos los Dothraki, los Inmaculados, Lyanna Mormont, Beric Dondarrion, Theon Greyjoy, Jorah Mormont y Melisandre.
No sabemos bien a bien qué es lo que ha pasado. La batalla entera fue de noche y duró hasta el amanecer. Es claro que murieron varios de los personajes más entrañables, como Jorah, el fiel escudero de Daenerys Targaryen. Comandantes que duraron ocho temporadas acabaron en el tercer capítulo de la Octava.
Los muertos se cuentan por miles y miles. Han sobrevivido todos los principales protagonistas, los que aspiran al Trono de Hierro. Pero un dragón está perdido, el otro ya estaba muerto, y sobrevive uno más, que llora con Daenerys Targaryen.
Arya Stark es la gran heroína de la noche. En ese pequeño, casi minúsculo cuerpo, se escondían sorpresas. Es ella quien ha detenido la masacre al amanecer. Ella ha dado muerte al Rey del Invierno, el rey de los muertos.
Vive Jon Snow. Vive Sansa Stark y Tyrion Lannister. Es posible que viva Jaime.
Ha quedado poco de Invernalia. Son un puñado los que viven. El Ejército de Salvajes quedó en poco o nada.
El invierno sigue y el juego por el Trono continúa.
¿Atacará Cersei Lannister a las fuerzas que quedan, e impondrá su corona a los Siete Reinos?
