Deanna Marie Gerads, de Freeport, en Dakota del Norte, formaba parte de una red de distribución de drogas que estaba vinculada al Cártel de Sinaloa.
Los Ángeles, 28 de marzo (LaOpinión).- La Agencia Antidrogas (DEA) calificó al Cártel de Sinaloa como la organización criminal más grande del mundo y es que, entre sus filas, tiene a ciudadanos de varias partes del mundo, algunos profesionistas, quienes cumplen distintas funciones dentro del grupo que alguna vez fue liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Y para muestra un botón, ya que recientemente una ciudadana estadounidense, Deanna Marie Gerads, de 33 años, de Freeport, en Dakota del Norte, se declaró culpable de cargos de conspiración para distribuir y poseer sustancias controladas, según informa Kare 11, una filial de NBC.
Ella fue identificada por las autoridades estadounidenses como parte del Cártel, pues desde que intensificaron la lucha contra el fentanilo y otras drogas se amplió el número de objetivos.
Gerads se encontraba en México (en Cuernavaca, Morelos) al momento de su detención, ocurrida en agosto de 2023, en ese momento llevaba un año en una lista de fugitivos por cargos de tráfico de narcóticos desde Dakota del Norte.
A Freeport woman is facing a stint in federal prison after pleading guilty to drug trafficking charges in North Dakota. Thirty-three-year-old Deanna Marie Gerads is accused of working for Joaquín “El Chapo” Guzmán’s Sinaloa cartel. https://t.co/ynT4P4wKPW pic.twitter.com/6VB9M63ncT
— KNSI News (@KNSI) March 27, 2024
Tras un breve tiempo la mujer fue deportada a Estados Unidos por las autoridades mexicanas, quienes la entregaron a elementos del Buró Federal de Investigaciones (FBI), en la frontera de Texas.
Una acusación formal indica que Gerads y 11 coacusados dirigieron una operación de drogas desde 2019, en la cual importaban metanfetamina, cocaína y fentanilo a Minnesota, Dakota del Norte y del Sur, Nebraska y Wisconsin.
De acuerdo con lo declarado por los fiscales, al momento de su arresto Gerads y otros acusados recibían sustancias controladas directamente del Cártel de Sinaloa en México y las importaban al Medio Oeste para su distribución.
En la acusación se asienta que quienes estuvieron detrás de la operación utilizaron la violencia o la amenaza de violencia para garantizar el pago de las drogas y ocultar sus actividades ilegales.
El caso de Gerards forma parte de la “Operación Asuntos pendientes II”, una investigación del Grupo de Trabajo contra el Crimen Organizado y el Control de Drogas (OCDETF) sobre el tráfico internacional de metanfetamina, cocaína y fentanilo.
Por esta operación han sido acusadas 18 personas, incluidas Macalla Knott (la líder del grupo criminal para el que trabajaba Gerards) y Melanie Quick, ambas de St. Cloud.
Las autoridades dicen que hasta ahora han incautado 150 libras de metanfetamina, nueve libras de fentanilo en polvo y 120 mil pastillas de fentanilo con destino a Minnesota y Dakota del Norte, según informó el medio KNSI.