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EU gravará a súper ricos

Bezos, Musk, Zuckerberg y Gates serían los primeros en pagar nuevo impuesto en EU

28/03/2022 - 9:00 pm

En los últimos años se agudizó el discurso sobre si los más ricos del EU deberían tener una mayor aportación fiscal debido a que sus fortunas son enormes, sin embargo, con la nueva propuesta de reforma de Biden gravarán los impuestos sobre la renta de manera obligatoria y de acuerdo a la cantidad de sus ingresos.

Ciudad de México, 28 de marzo (SinEmbargo).– El Gobierno estadounidense anunció que como parte del presupuesto para el año fiscal 2023, que comienza el próximo octubre, tendrá nuevo impuesto mínimo del 20 por ciento para los más ricos del país, es decir, aquellas personas que tengan fortunas superiores a 100 millones de dólares, entre las que se encuentran los dueños de Amazon y Tesla, Jeffrey Bezos y Elon Musk, respectivamente.

El Presidente de Estados Unidos expuso que con esta iniciativa se fijaría un nuevo tope máximo tributario, es decir, se recaudaría entre las familias de más alto poder adquisitivo un 20 por ciento más de lo que paga cualquier ciudadano promedio. La iniciativa de presupuesto es de 5.79 billones de dólares, frente a los 5.85 billones erogados en 2022.

El nuevo impuesto de la administración de Joe Biden busca —junto con un aumento al impuesto a las corporaciones del 21 por ciento al 28 por ciento— “reducir el déficit federal en más de 1.3 billones de dólares este año”, en lo que supone “la mayor reducción del déficit anual en la historia de Estados Unidos“.

Según la lista de Forbes de las 20 personas más ricas del Estados Unidos en 2021, sólo ocho poseen un patrimonio neto de 100 mil millones de dólares o más, en comparación con periodos anteriores. La revista precisó que en conjunto la zona de élite del país norteamericano se enriqueció con 500 mil millones durante el 2020, por lo que ahora su valor conjunto es de 1.8 trillones de dólares, “algo más que el PIB de Canadá”.

De acuerdo con la publicación, la persona más rica del mundo al momento de la medición fue Jeff Bezos, dueño de Amazon, con un patrimonio neto de 201 mil millones, seguido por Elon Musk de Tesla y SpaceX (190 mil 500 millones), Mark Zuckerberg, de Meta —que alberga a Facebook, WhatsApp e Instagram— (134 mil 500 millones), Bill Gates de Microsoft (134 mil millones), Larry Page y Sergey Brin de Google (123 mil millones y 118 mil 500 millones).

Seguido del “top 5”, en la lista continúa Larry Ellison, Warren Buffett, Steve Ballmer, Michael Bloomberg, Jim, Alice y Rob Walton (los herederos de Walmart), Phil Knight y familia, MacKenzie Scott, Charles Koch, Julia Koch y familia, Michael Dell, Stephen Schwarzman y Len Blavatnik. Todos ellos tienen fortunas de entre 36 mil millones hasta 117 mil 300 mil millones de dólares.

Pese a las enormes fortunas acumuladas por esta veintena de personas, un informe de ProPublica —una organización no lucrativa de periodismo de investigación— evidenció en junio de 2021 que Jeff Bezos no pagó el ISR en 2007 y 2011, mientras que el impuesto sobre la renta de Elon Musk fue cero en 2018, y el financista George Soros tampoco pagó el impuesto federal sobre la renta durante tres años seguidos.

De hecho, los datos revelados por el medio de investigación sirvió para agudizar el debate sobre lo que ahora ya será una ley real en Estados Unidos: que los ricos paguen sus impuestos. “En total, los 25 estadounidenses más ricos pagan menos impuestos —en promedio el 15.8 por ciento del ingreso bruto ajustado— que muchos trabajadores comunes, una vez que se incluyen los impuestos para el Seguro Social y el seguro médico Medicare”, argumentó ProPublica.

Se supone que el pago federal de impuestos sea gradual, lo que significa que los ricos deben pagar una tasa cada vez mayor sobre sus ingresos a medida que aumentan. En las conclusiones del estudio se muestra que las personas que ganan entre 2 millones y 5 millones de dólares al año pagaron un promedio de 27.5 por ciento de impuestos, la mayor tasa de cualquier grupo de contribuyentes. Pero por encima de los cinco millones de dólares en ingresos, las tasas cayeron: el 0.001 por ciento de los contribuyentes que se ubican en el tope —mil 400 personas con ingresos reportados por encima de 69 millones de dólares— pagaron 23 por ciento. Y los 25 más ricos pagaron un porcentaje aún menor.

Los manifestantes gritaron su desaprobación del proyecto de ley fiscal republicano el 28 de noviembre de 2017.
Los gritos de campaña son casi unánimes: “Tax the rich” o impuestos a los ricos; no más privatizaciones. Y no permitir más desigualdad. Foto: J. Scott Applewhite, AP.

Los ricos pueden reducir sus impuestos a través del uso de donaciones caritativas o evitando ingresos salariales (que están sujetos a una tasa de 37 por ciento) y beneficiándose en lugar de ello de ingresos por inversiones (usualmente gravados al 20 por ciento).

Según datos de ProPublica, Jeff Bezos, Elon Musk y Warren Buffet pagaron mil 500 millones de dólares de Impuesto sobre la Renta de 2014 al 2018; ahora, de aprobarse la iniciativa pagarían, al menos, 111 mil millones de dólares en ISR durante los próximos nueve años.

Dos meses después de esta investigación, la Casa Blanca publicó un estudio que reveló que las 400 familias estadounidenses más ricas pagaron un tipo impositivo medio de poco más del 8 por ciento sobre sus ingresos generados entre 2010 y 2018, un porcentaje “mucho más bajo” en comparación al aportado por el resto de contribuyentes del país.

De acuerdo al reporte de septiembre de 2021, durante los nueve años que comprende el análisis, dichas familias, que representan 0.0002 por ciento de los contribuyentes, pagaron únicamente una media del 8.2 por ciento en impuestos federales por los cerca de 1.8 billones de dólares que obtuvieron como ingresos durante ese periodo.

En contraste, durante 2018 los estadounidenses promedio pagaron un tipo de gravamen sobre sus ingresos del 13.3 por ciento.

Esta disparidad en las contribuciones al fisco encuentra su origen en dos factores principales: por un lado, “los tipos impositivos preferenciales sobre las ganancias de capital y los ingresos por dividendos”, y por el otro, “la capacidad de las familias ricas para evitar permanentemente el pago de impuestos sobre las ganancias de inversión que se excluyen de la renta imponible”.

Según se mostró en el documento, “cuando un estadounidense gana un dólar de salario, ese dólar se grava inmediatamente a los tipos ordinarios del impuesto sobre la renta, pero cuando gana un dólar porque sus acciones aumentan de valor, ese dólar se grava a un tipo preferente bajo o no se grava […] haciendo que este tratamiento preferente de las ganancias de las inversiones sea un valioso beneficio para los estadounidenses más ricos”.

En noviembre de 2021, el Senador Bernie Sanders retomó su discurso público sobre la necesidad de que se eleven los impuestos para la población más rica de Estados Unidos. Foto: Especial.

¿PARA QUÉ SE DESTINARÁ EL IMPUESTO A LOS RICOS?

La instauración del impuesto mínimo a los estadounidenses más ricos supone una importante reorientación del código fiscal. Se aplicará al 0.01 por ciento de los hogares más ricos y la mitad de la recaudación prevista provendrá de los hogares con mil millones de dólares o más.

El impuesto mínimo impedirá efectivamente que el sector de los más acaudalados en Estados Unidos pague tasas menores que las de las familias que se consideran de clase media, al tiempo que contribuirá a generar ingresos para financiar los programas internos de Biden y a contener relativamente el déficit en la economía estadounidense.

En la propuesta, los déficits menores también reflejan un resurgimiento de la economía a medida que Estados Unidos sale de la pandemia del coronavirus. Es una señal de que el balance general gubernamental mejorará tras el histórico gasto para combatir la COVID-19. La disipación de la pandemia y el crecimiento han permitido que el déficit baje de 3.1 billones de dólares en el año fiscal 2020 a 2.8 billones el año pasado y a 1.4 billones como se proyecta para este año.

Ese gasto deficitario redundó en una expansión económica a un ritmo de 5.7 por ciento el año pasado, el más fuerte desde 1984. Sin embargo, la inflación más elevada en 40 años también acompañó esos sólidos avances en momentos en que el aumento de los precios ha afectado la popularidad de Biden.

De acuerdo con la lista Forbes 2021, Jeff Bezos es la persona más rica de EU. Foto: Pablo Martinez Monsivais, AP

Ante las grandes fortunas de los multimillonarios de EU, varios estudios han señalado que gravar sus patrimonios monetarios ayudaría a resolver el hambre mundial o a pagar las vacunas contra COVID-19 para todo el mundo.

En octubre de 2021, David Beasley, político estadounidense y director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, aseguró que el 2 por ciento de la riqueza de millonarios como Elon Musk y Jeff Bezos podría resolver el hambre mundial.

Durante una entrevista con la CNN, Beasley indicó que los multimillonarios deben “dar un paso al frente ahora, por única vez”. Luego se refirió específicamente a los dos hombres más ricos del mundo, Jeff Bezos y Elon Musk.

“6 mil millones de dólares para ayudar a 42 millones de personas que literalmente van a morir si no los alcanzamos. No es complicado”, dijo Beasley. Una “tormenta perfecta” de varias crisis, como el cambio climático y la pandemia de COVID-19, significa que muchas naciones están “llamando a la puerta de la hambruna”, dijo Beasley a la CNN.

David Beasley. Foto: Especial.

Mientras, en enero de este año, un análisis en 66 países realizado por Fight Inequality Alliance, Institute for Policy Studies, Oxfam y Patriotic Millionaires dio a conocer que un impuesto progresivo a la riqueza sobre las personas más ricas del mundo podría pagar para que todas las personas del planeta estén completamente vacunadas y elevar a una franja de su población por encima de la línea de pobreza.

En esa investigación se apuntó que los impuestos comenzarían con una tasa del dos por ciento sobre la riqueza de más de millones y avanzarían al cinco por ciento sobre la riqueza de más de mil millones, generando dos mil 520 millones, suficiente para cubrir el costo de dos vacunas y un refuerzo para los ocho mil millones de personas estimadas en el mundo varias veces.

En diciembre, sólo cuatro por ciento de las personas en países de bajos ingresos fueron vacunadas, según muestran los datos del Banco Mundial, en comparación con más del 80 por ciento de las personas en países como el Reino Unido que recibieron ambas dosis. Esto es importante no sólo porque los no vacunados son más vulnerables a enfermarse gravemente, sino también porque crea más oportunidades para que el virus mute, dice la agencia Bloomberg.

-Con información de AP

Valeria González Cervantes
Es feminista y Comunicóloga por la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tiene una gran afición por la lectura de ficción. Comenzó su carrera en La Hora Nacional.
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