Fuentes cercanas a la familia indicaron que Gonzalo Molina González, fundador de la policía comunitaria de Tixtla, iba acompañado de dos de sus hijos y su yerno, cuando, a cinco cuadras del lugar donde pernoctarían, perdieron comunicación con ellos. Los cuatro estarían desaparecidos.
Los primeros datos arrojan que durante la marcha con los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Molina González fue abordada por una señora, identificada como Yazmín, a quien identificaron como “militar e integrante del grupo de Los Viagras”.
Por Lourdes Chávez
Chilpancingo, Guerrero, 28 de marzo, (ElSur/SinEmbargo).- El martes 26 de marzo alrededor de las 10 de la noche activistas que monitoreaban al expreso político de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC-PC), Gonzalo Molina Gonzalez, después de su participación en la marcha por la presentación con vida de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa en la Ciudad de México, perdieron comunicación con él y se desconoce su paradero.
Organizaciones sociales denunciaron anoche su posible desaparición.
Fuentes cercanas a la familia indicaron que iba acompañado de dos de sus hijos y su yerno, que también participaron en la acción global en la capital del país, con quienes abordó un taxi como a las 20:00 horas para dirigirse al lugar en donde iban a pernoctar, pero cinco cuadras antes de llegar a su destino se perdió la comunicación. Los cuatro estarían desaparecidos.
El Comité por la Liberación de los Presos Políticos de Guerrero denunció que antes, el lunes 25 en las instalaciones de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, unas personas trataron llevarse a Molina González, lo que evitaron los estudiantes.
Agregó también que en la acción global por la presentación con vida de los 43 estudiantes en la Ciudad de México, Molina González fue amenazado por una integrante del grupo delictivo de Los Viagras, que opera en el territorio de Tierra Colorada y El Ocotito, de nombre Yazmín, conocida con el alias de “La Norteña”.
El luchador social marchó con los padres de los estudiantes desaparecidos y fue orador en el mitin político que se realiza cada mes en el hemiciclo a Juárez.
Según el primer comunicado que emitió por la noche el Comité, el luchador social participó parte del lunes en un convervatorio en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Ahí, “Gonzalo sufrió un intento de levantamiento, aún dentro de las instalaciones de la UNAM. Situación que fue desarticulada por la protección de los mismos estudiantes universitarios”.
El Comité estima que los agresores intensificaron la agresión a Gonzalo durante la marcha con los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, porque en esa actividad lo abordó una señora de nombre Yazmín, a quien también llaman “La Norteña”, y conocen como “militar e integrante del grupo de Los Viagras”.
Aseguraron que ella “sí gozó de total libertad e impunidad para trasladarse a esta ciudad y participar en la marcha, en la cual estuvo tomando fotos tranquilamente, hasta realizar la amenaza al compañero, tras lo cual ya no se le vio más”.
En marcha dijeron que identificaron a otro hombre que estuvo tomando fotografías del activista, cuando trató de ingresar al edificio donde Gonzalo y sus acompañantes momentáneamente entraron para usar los sanitarios.
Detallaron que el desconocido fue retenido en la entrada del edificio, y no pudo justificar su intención de ingreso a donde se encontraba Molina Gonzalez.
Alrededor de las 21:00 horas del mismo martes cuando algunos activistas salieron a cenar, notaron que en el domicilio donde Gonzalo iba a pernoctar había otra persona tomando videos, al confrontarlo declaró que “buscaban departamentos en renta”.
En esta situación explicaron que “compañeros cercanos decidimos trasladar a Gonzalo y a sus acompañantes a otro lugar con menor riesgo, donde tendrían acompañamiento constante”.
Así, contrataron los servicios de un taxi “seguro”, donde se puede monitorear el avance del vehículo, y les respondió dos llamadas telefónicas en el trayecto, pero a cinco cuadras de su destino la aplicación electrónica del transporte dio por terminado el viaje, en la colonia Martín Carrera.
Informaron que hasta las 24:00 horas del martes 26 integrantes de la brigada de Paz Marabunta recorrieron la zona sin encontrarlos. “Desde entonces no se sabe nada del paradero de los compañeros y sus celulares se encuentran apagados”.
Con distintas organizaciones sociales, la CRAC-PC, y el Comité de Presos Políticos de Guerrero expresaron en un comunicado su preocupación por la desaparición de Gonzalo Molina, promotor y vocero de la Casa de Justicia del Paraíso de la Policía Comunitaria, quien el 28 de febrero de este año obtuvo su libertad.
Informaron que el luchador social viajó a la Ciudad de México “bajo sus propios riesgos”, para exigir medidas de protección para él y sus familiares en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), y a la Subsecretaría de Derechos Humanos Población y Migración. Esa es la principal razón de su presencia en la ciudad.
Informan que en días pasados se aprobaron las medidas pero no se hicieron efectivas, “no hubo compromiso ni profesionalismo de las instituciones responsables, pues hasta el momento su titular no ha concretado medidas efectivas para la protección de Gonzalo Molina y de su familia”.
Urgieron al Gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador, a la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, al subsecretario de Derechos Humanos Alejandro Encinas, y al titular de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, la localización y presentación con vida de los compañeros, “y los responsabilizamos por cualquier afectación a su integridad física y psicológica, toda vez que fallaron en el otorgamiento efectivo de las medidas cautelares que ofrecieron”.
Asimismo, denunciaron que la representación de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal se negó a dar acompañamiento al luchador social, aunque se solicitó al concluir el mitin por los 43.
Señalan como corresponsables de lo que pudiera ocurrirle a sus compañeros a la Jefa de Gobierno de la Ciudad, Claudia Sheinbaum, y a la titular de la CDHDF, Nashieli Ramírez Hernández, de lo que pudiera haberle ocurrido a sus compañeros.
Firmaron el comunicado la Asociación Cívica Mexicanos Unidos, la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta, la Casa de justicia de la CRAC de Zitlaltepec Guerrero, el Colectivo Híjar, el Comité por la libertad de los presos políticos del estado de Guerrero, Conciencia Libertaria, Defensoría de los Derechos Humanos General Francisco Gallardo, Movimiento de Unificación y Lucha Triqui, la Policía Comunitaria de la base del Fortín, Tixtla Guerrero, la Red de Resistencia y Rebeldía Tlalpan, así como el expreso político de la CRAC-PC Arturo Campos Herrera, los activistas Carolina Oropeza, Enrique González Ruiz y José Francisco Gallardo Rodríguez.