Al mismo tiempo que Aldo estaba viviendo su noche de triunfo, Elba Esther Gordillo vivía en México su noche de derrota. Caía un imperio, el imperio de Elba Esther, el imperio del SNTE, uno de los grandes imperios de corrupción sindical de nuestro país. Un imperio que como todos los imperios ha mantenido sojuzgada a la población, a la población estudiantil, a través de la ignorancia.
Por Nicolás Alvarado