Una investigación sugiere que la creciente inteligencia de las avispas proporcionó una ventaja evolutiva, además arroja datos acerca de cómo funciona la inteligencia en general. Las avispas son capaces de reconocer rostros entre sus semejantes, acción que la mayoría de los insectos no es capaz de hacer.
Madrid, 28 de enero (EuropaPress).- Una especie de avispa es capaz de reconocer rostros entre sus semejantes, algo que la mayoría de insectos no pueden hacer, lo que indica una evolución en cómo han aprendido a trabajar juntas.
Un equipo dirigido por investigadores de la Universidad de Cornell utilizó la genómica de la población para estudiar la evolución de la cognición en la avispa de papel norteña, Polistes fuscatus. La investigación sugiere que la creciente inteligencia de las avispas proporcionó una ventaja evolutiva y arroja luz sobre cómo evoluciona la inteligencia en general, lo que tiene implicaciones para muchas otras especies, incluidos los humanos.
"La conclusión realmente sorprendente aquí es que las presiones de selección más intensas en la historia reciente de estas avispas no han sido lidiar con el clima, atrapar alimentos o parásitos, sino mejorar el trato mutuo", dijo Michael Sheehan, profesor de neurobiología y comportamiento y autor principal del artículo, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences. "Eso es bastante profundo".
Muchos animales vertebrados pueden reconocer caras individuales, al menos en algunas circunstancias, pero entre los insectos, el reconocimiento facial es poco común. Este estudio exploró cómo y cuándo evolucionó esta capacidad mediante el análisis de patrones de variaciones genéticas dentro de las especies.
Las pocas especies de insectos que pueden reconocer rostros comparten un rasgo: sociedades comunales con múltiples reinas. En los grupos comunales con una sola reina, como las colonias de abejas melíferas, los roles son claros y cada individuo conoce su lugar. Pero las avispas de papel pueden tener cinco o más reinas en un nido y el reconocimiento facial ayuda a estas reinas a negociar entre sí.
Si bien la investigación se centró en las avispas de papel, la pregunta principal que Sheehan y sus colegas querían responder era cómo evoluciona la inteligencia en general.
"Nuestro hallazgo indicó que la evolución cognitiva no es necesariamente incremental", dijo Sheehan en un comunicado. "Están ocurriendo mutaciones que causan grandes cambios. Esto sugiere la posibilidad de que la adaptación rápida de la capacidad cognitiva también podría haber sido importante en otras especies, como el lenguaje en los humanos".