Este hombre barroco, desbordado, llamado Ryan Murphy, que hace de lo extraño lo normal, ha logrado que nos acostumbremos al lenguaje inclusivo (de hecho es la primera serie con ese vocabulario) y a tratar como propios los dramas de las personas trans.
Ciudad de México, 28 de enero (SinEmbargo).- Los seres humanos nos acostumbrados a todo y es bueno cuando esa costumbre amplía nuestros intereses y absorbe a la gente en minoría.
Cuando subió Jair Bolsonaro como Presidente de Brasil, una de las frases que más lo definían era “las minorías deben inclinarse ante las mayorías”. El asunto es, ¿cuál es la mayoría y cuál la minoría?
Hoy, en Brasil, gobierna el miedo. De hecho, un diputado gay renunció a su cargo y abandona Brasil tras amenazas de muerte. Jean Wyllys denunció el crecimiento de la violencia contra los LGBT en Brasil y subrayó que, por el futuro de la causa, necesita seguir vivo.
Jair Bolsonaro suprimió y fusionó algunos ministerios importantes de ese país, decidiendo eliminar el Ministerio de Desarrollo Social y el Ministerio de Derechos Humanos de Brasil y crear en su lugar el Ministerio de Familia, organismo que será presidido por el pastor evangélico Magno Malta, quien ha sido acusado de conductas homofóbicas y misóginas.
¿Qué tiene esto que ver con la nueva serie Pose, de Netflix? Si le contáramos esto a su creador, Ryan Murphy, se agarraría la cabeza porque toda su obra ha sido precisamente para incluir a las minorías y para que veamos cuánto hay de iguales en aquellos que consideramos diferentes.
Ryan, nacido en 1965, es todo un pionero. Sedujo a los millenials con Glee y toda su obra es normalizar lo extraño, lo raro. Hizo Nip Tuck, con los malos como verdaderos protagonistas, en una tónica que este ex periodista de Los Angeles Times y The Miami Herald cultiva con humor y talento.
El asesinato de Gianni Versace se destaca sobre todo por la maledicencia del matador, un hombre bello y loco, psicópata, que va matando a sus amigos, a su admirado diseñador como si fuera un deporte, algo que tengo que hacer en el día. Es increíble la actuación de Darren Cris como Andrew Cunanan y por supuesto que se ha llevado todos los premios en una serie donde Gianni Versace queda como de lado, como alguien referido para el asesinato, pero débil frente al guión del malo.
Hizo Feud, una serie corta para Netflix, que narraba la historia de la legendaria rivalidad entre las actrices Joan Crawford y Bette Davis y sigue con American Horror Story, mientras prepara la segunda temporada de Pose.
¿QUÉ ES POSE?
Este hombre barroco, desbordado, que hace de lo extraño lo normal, ha logrado que nos acostumbremos al lenguaje inclusivo (de hecho es la primera serie con ese vocabulario) y a tratar como propios los dramas de las personas trans.
Eso es Pose, una serie con personajes que han debido luchar para ser ellos mismos, en un trabajo absolutamente recomendable en la pantalla HBO. No sabemos si primero hablar del guión (donde Ryan Murphy revela su extraordinario talento) o si de los actores que, desde Dominique Jackson (una mujer transexual que ha sido modelo durante 20 años apareciendo en Vogue y varias otras revistas) hasta Billy Porter (hace de un hombre homosexual sensible y humano frente a las circunstancias de la vida), pasando por MJ Rodriguez, la protagonista por la que lloraremos en varios capítulos, hacen de esta serie un programa inevitable y sumamente gozoso.
El guión se ubica en Nueva York, a finales de los ochenta, con el SIDA ahogando la voz y la vida de los homosexuales, en una época con mucha ignorancia y por otro lado con mucha luz para brillar. Hoy vemos el género como algo totalmente puesto en duda. ¿Azul o rosa para definir una vida: todo es multicolor? Pero en esa época, la comunidad queer intentaba levantarse en un mundo por donde estaba la enfermedad letal y por el otro los prejuicios también mortales.
Ryan Murphy describe Las Casas y las Madres, elementos fundamentales de la cultura underground, que compiten por trofeos y premios en pasarelas y bailes realizados por sus miembros.
Las Casas y las Madres se convierten en una familia nueva, al punto de que MJ Rodriguez (Bianka) se hace cargo de la educación de Ryan Jamaal Swain, un chico que fue echado de su casa y que por lo que podemos ver será un gran bailarín en el futuro.
Una gran serie, osada y única en su desarrollo, de la que se está filmando la segunda temporada.