El P-8 es un avión de patrulla marítima multimisión de largo radio diseñado para operaciones en zonas amplias, marítimas y en el literal costero. Este contrato llega apenas unos días después de que la empresa anunciara un vehículo aéreo autónomo de pasajeros, un aparato eléctrico de despegue y aterrizaje vertical, que completó su primer vuelo de prueba.
Nueva York, 28 de enero (EFE).- El grupo aeronáutico Boeing recibió un contrato valorado en 2 mil 400 millones de dólares con la Armada estadounidense para producir 19 aviones 9-8A Poseidon, de los cuales diez se sumarán a la flota actual, cinco están bajo contrato con Noruega y los otros cuatro con Reino Unido.
En un comunicado remitido este lunes por la empresa, la compañía explica que Reino Unido y Noruega recurrieron a un proceso oficial de venta de aviones militares a países extranjeros, por el cual recibirán "variantes" de la aeronave diseñada para los estadounidenses.
En el caso de los británicos, el primer avión les llegará este mismo año, en tanto que los noruegos tendrán que esperar hasta 2021 para recibirlo.
El P-8 es un avión de patrulla marítima multimisión de largo radio diseñado para operaciones en zonas amplias, marítimas y en el literal costero.
Además, se trata de un derivado militar de la aeronave comercial Boeing 737 Next-Generation que "garantiza la máxima interoperabilidad en el espacio de batalla".
El P-8 incluye armamento marítimo, una arquitectura moderna y abierta de sistemas de misiones y soporte de tipo comercial para reducir costes.
Asimismo, incluye modificaciones para incluir compartimentos para bombas y pilones de armamento y puede transportar 129 sonoboyas -sistemas que combinan sonar y boya para la búsqueda y detección de submarinos-.
Por otro lado, cuenta también con un sistema de reabastecimiento en vuelo.
De acuerdo con la compañía, esta clase de modelos cuenta con más de 180 mil horas de vuelo hasta la fecha, con variantes que patrullan por todo el planeta y participan en misiones de guerra antisubumarina y antisuperficie, así como realizando labores de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, además de labores humanitarias y misiones de búsqueda y de rescate.
Este contrato llega apenas unos días después de que la empresa anunciara un vehículo aéreo autónomo de pasajeros, un aparato eléctrico de despegue y aterrizaje vertical, que completó su primer vuelo de prueba.
Este proyecto forma parte del programa de Boeing Net, que lidera los esfuerzos en movilidad aérea urbana de la compañía aeronáutica, que busca que sea "silenciosa, limpia y segura".