Cada vez son más los llamados a unificar un frente común civil ante la crisis diplomática que México tiene con el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El más reciente vino desde el fundador del Partido de la Revolución Democrática, Cuauhtémoc Cárdenas, quien hizo un llamado a conformar un movimiento ciudadano de cara a las elecciones de 2018. Para politólogos y sociólogos, justo la elección presidencial es el mayor obstáculo para una unificación de este tipo, pues será difícil que partidos y líderes políticos hagan a un lado sus diferencias e intereses para unificarse.
Ciudad de México, 28 de enero (SinEmbargo).- El frente nacional al que han llamado líderes políticos y sociales debe iniciar con la unidad de todos los frentes, para que puedan recobrar legitimidad y tener eco entre la población mexicana, dijeron politólogos y sociólogos a SinEmbargo.
Explicaron que el país se encuentra profundamente fragmentado de la misma forma que sus líderes, y las elecciones de 2018 dificultarán aún más el proceso de unificación.
“Es el momento de hacer a un lado estas diferencias, para efectivamente construir un frente común, no solo por la amenaza que significa [Donald] Trump, sino por todo lo que está pasando al interior sin Trump: la inseguridad, el debilitamiento de las instituciones, del sistema político, la necesidad de un nuevo pacto entre el Estado y la sociedad. Todo eso debería atender ese frente, pero hay muchos intereses políticos y eso dificulta ponerse de acuerdo, porque todo el mundo querrá jalar agua a su molino y eso se complica con las elecciones cerca”, dijo Ivonne Acuña Murillo, académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana.
Acuña explicó que la sociedad necesita líderes para movilizarse y que aunque Andrés Manuel López Obrador, líder del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el opositor más férreo de Enrique Peña Nieto y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), dio visos de que es capaz de hacer a un lado las diferencias cuando se trata de defender al país, será difícil que de cara a la elección presidencial de 2018 los líderes puedan unificarse.
En días pasados, López Obrador expresó su apoyo al Presidente mexicano ante la visita que tenía programada a Washington para reunirse con su homólogo estadounidense, la cual finalmente fue cancelada. El líder de Morena pidió al priista que “salga adelante” y se apoyara en todo el pueblo mexicano, pues, a pesar de las diferencias que existan, son momentos de unidad, dijo.
La invitación a crear un frente nacional, ante la crisis política que atraviesa México, proviene de distintos ámbitos: el político, el académico y el de la sociedad civil. Sin embargo, los mexicanos aún no logran articularse en torno a ninguno de esos llamados.
“Vamos a ver ahora qué tan efectivo es el llamado y si pueden sentarse, dialogar y por un tiempo olvidar sus diferencias. 2018 vuelve todo más complicado. Van a empezar las fricciones sobre quién encabezará el frente, es difícil, pero depende de que pongan un proyecto de país por encima de sus ambiciones personales. Tendría que haber voluntad política, hablaría muy bien de todos ellos, tanto de la izquierda como de la derecha, que hicieran a un lado esas diferencias”, destacó la académica de la Ibero.
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El miércoles, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), se unió a las voces que piden conformar un movimiento ciudadano con miras a 2018.
“Reunámonos ya y pensemos que sólo unidad que constituya mayoría social tendrá la capacidad para transformarse en mayoría e imponer el cambio. El 2018 está a la vista. Formulemos un programa común, agrupémonos en torno a él, y si efectivamente, con objetividad, construimos una mayoría, veamos quienes pueden encabezar esta mayoría y quienes pueden, en el momento oportuno, formar candidaturas que formalicen el cambio. Sin mayoría, no vale la pena el desgaste”, conminó el ahora líder del movimiento Por México Hoy.
El ex perredista invitó a todos los mexicanos, incluyendo a los que militan en algún partido político a “una reunión sin jefes, jerarquías ni candidatos”.
Su convocatoria se suma a la que hizo hace unas semanas López Obrador, quien encabeza las encuestas de intención de voto con miras a la elección presidencial de 2018. Invitó, a través de un video en redes sociales, a militantes de todos los partidos políticos a firmar un “documento por la unidad” para lograr un “renacimiento de México”.
“Estoy llamando a que nos unamos a militantes de todos los partidos: a militantes del PRI, del PAN (Partido Acción Nacional), del PRD, de todos los partidos, porque abajo no está el problema. La gente está preocupada por lo que está sucediendo, tanto los pobres como las clases medias, incluso los adinerados […]. Vamos todos juntos, son muy pocos los de arriba, abajo nos están afectando a todos parejos, sin distinción de partido”, pidió el líder de Morena.
Los llamados a crear un frente han venido también desde la trinchera de la sociedad civil. Figuras como la del sacerdote y activista Alejandro Solalinde Guerra y Javier Sicilia Zardain, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, han puesto sobre la mesa la necesidad de unirse en torno a una lucha común.
“Debe ser sin los partidos, un pacto con la sociedad y por las partes sanas de la vida política, pero no a través de estas instituciones que están ya cubiertas de los vicios de los partidos políticos. Tiene que ser una refundación nacional sin esa lógica”, dijo Javier Sicilia hace unos días en entrevista con este medio digital.
Mientras que Solalinde llamó a la unión para transformar a México: “Necesitamos un eje que nos pueda unir, hay que transformarnos en una construcción de México. Tenemos que librarnos del PRI. Juntar la buena voluntad de los buenos priistas, buenos panistas, buenos perredistas, juntar lo mejor de todas y todos para hacer, sin partidos, una nueva fundación de México a través de una nueva constituyente para largar cuanto antes a este señor [Peña Nieto]”.
Alicia Ortiz Rivera, psicoanalista, socióloga y docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que los liderazgos juegan un papel importante para la movilización, pero en México no representan una tendencia a la unidad.
“No se construyen acuerdos para establecer alianzas. Se maneja mucho el amigo-enemigo, es una perspectiva muy limitada. En México los grupos políticos actúan ‘o estás conmigo o estás contra mí’, y en estas circunstancias, pensar de esa manera puede ser suicida”, consideró.
En cuanto a la figura presidencial, explicó Ivonne Acuña, el Presidente Enrique Peña Nieto no representa para los mexicanos un líder en torno al cual puedan articularse para enfrentar, por ejemplo, la amenazas del nuevo Presidente estadounidense.
La embestida de Trump, dijo, llegó en el peor momento: tomó a México y a su clase política debilitados, con la popularidad del Jefe del Ejecutivo en los niveles más bajos de la historia y con una sociedad polarizada.
AL GOBIERNO NO LE CONVIENE UN FRENTE
Virgilio Bravo Peralta, director del Centro de Negociación, Mediación, Conciliación y Arbitraje (CENCA) del Instituto Internacional de Estudios de Derecho y Jurisprudencia (IIEDJ), consideró que al Gobierno de México no le conviene que se articule un frente nacional para dar cara a la emergencia que vive el país, porque puede perder el control.
“El Gobierno mexicano ha socavado las expresiones sociales por el temor de que esto pueda desbordarse y tomar otras banderas como la corrupción, Ayotzinapa, el gasolinazo. Si el Gobierno alienta algún tipo de oposición o alianza trabajará en contra de sí mismo”, destacó.
Bravo Peralta ejemplificó con el reciente movimiento en contra del “mega gasolinazo”, que logró movilizar a miles de personas en la mayoría de los estados del país.
Sin embargo, los saqueos y la violencia que se generó al interior de los movimientos fue una estrategia de Gobierno mexicano para desacreditar la protesta, aseguró.
“El mismo Gobierno envió agentes violentos, eso ha quedado claro. Sería la misma lógica ahora, por ejemplo, permitir expresiones de rechazo ciudadano ante Estados Unidos, porque tarde o temprano es el Gobierno el que se enfrentará ante ese juicio. Alentar la protesta social, tarde o temprano alcanzaría sus cuentas pendientes”, afirmó.
Acuña Murillo agregó que México tiene un grave problema, que en otros países sí se ha superado, que el Gobierno no dialoga con la oposición.
“En México no se reconoce el peso de un líder de oposición como [Andrés Manuel López] Obrador. En otros países la oposición concierta con el Gobierno, dialoga, pero en México no hay esa cultura, rechazan a la oposición y tratan de desacreditarla a toda costa”, dijo.
Virgilio Bravo consideró que la respuesta a la emergencia nacional no vendrá por lo pronto de la sociedad organizada. Será, quizás en las elecciones de 2018, cuando una coalición nacional política responda a la nueva realidad mexicana.
MÉXICO REQUIERE RENOVACIÓN DE LÍDERES
La socióloga Marisol López Meléndez, coordinadora de la licenciatura de Ciencias Políticas de la Universidad Iberoamericana, explicó que para que la “incomodidad y ansiedad popular” se articulen de manera fructífera, la legitimidad de los liderazgos es lo más importante.
“En México carecemos de líderes legítimos. El último gran movimiento del que tengo memoria fue el Movimiento por la Paz; un movimiento que tenía la legitimidad que despertó Javier Sicilia, a quien se sigue considerando una persona que carece de intereses políticos y que fue una víctima. La falta de legitimidad es una de las enormes dificultades que enfrentamos para articularnos de manera ordenada y fructífera, porque los liderazgos que vemos son los que siempre hemos visto, que tienen 30 o 40 años siendo líderes y que los ciudadanos los perciben como elementos de la clase política”, precisó.
López Meléndez afirmó que es difícil que los llamados que provienen desde la trinchera de la clase política puedan movilizar a la sociedad, porque actualmente existe una severa crítica hacia los políticos.
“Sería conveniente plantaremos la renovación de estos liderazgos, porque pueden llevar a muchas cosas los llamados. Lo que ocurrió el sábado en la marcha de las mujeres en Washington, donde cuatro millones y medio de personas salieron a la calles, es porque hubo una enorme organización de base. En México, tenemos estos llamados, intenciones de líderes, pero no hay movilización de las bases”, explicó.
La socióloga dijo que los mexicanos están acostumbrados a “ser movidos de forma corporativa”, gracias a la educación cívica construida “desde el priismo”, por lo que la movilización a través de sólo llamados se vuelve más compleja.
PRD ACUSA AL PRI DE TRAICIONAR A LOS MEXICANOS
Luego de que el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, pidiera a los partidos políticos a hacer un frente de unidad nacional ante las amenazas de Trump, Alejandra Barrales, líder del PRD, dijo que no participaría en la convocatoria porque “durante años, [los priistas] se han ensañado en destruir la unidad de los mexicanos, aniquilando a quienes se oponen a sus intereses”.
“El PRI no puede convocar a la unidad a los partidos de oposición después de que confiamos en el Pacto por México y nos traicionaron.
“Después de que con la Reforma Energética traicionaron a los mexicanos y entregaron el petróleo a los países de intereses privados [y] ayudaron a Donald Trump a llegar a la Casa Blanca. Ustedes no tienen calidad moral para llamar a la unidad”, expresó Barrales en una misiva dirigida al líder priista.