Jesús Robles Maloof
28/01/2014 - 12:00 am
La ejecución extrajudicial de José Francisco Kuykendall
El 1 de diciembre de 2012 en las primeras horas del gobierno de Enrique Peña Nieto y en uno de los primeros actos de su gobierno, José Francisco Kuykendall Leal fue impactado por un proyectil disparado por elementos de la Policía Federal. Este hecho ocurrió a solo unas decenas de metros de donde Peña Nieto […]
El 1 de diciembre de 2012 en las primeras horas del gobierno de Enrique Peña Nieto y en uno de los primeros actos de su gobierno, José Francisco Kuykendall Leal fue impactado por un proyectil disparado por elementos de la Policía Federal. Este hecho ocurrió a solo unas decenas de metros de donde Peña Nieto rindió protesta, abriendo con ello una época negra para activistas, defensores de derechos humanos y disidentes políticos. Esa lesión a la postre sería la causante de la muerte del activista el pasado sábado.
Eran las 9:30 horas del primer día del regreso príista al gobierno federal. El profesor Kuykendall de 68 años y Teodulfo Torres de 43 años, caminaban a escasos metros de las vallas metálicas que la Policía Federal resguardaba en el Eje 3 oriente Eduardo Molina y el cruce con las calles de Emiliano Zapata y Artilleros (trágica paradoja).
“El Tío” como le llaman a Teodulfo Torres narró lo siguiente: “cuando… los policías empezaron a aventar bombas de gas. Yo saqué la cámara y grabé un poco, y la idea era retirarnos de ahí, pues Kuy estaba enfermo de un ojo… pero en eso, quién sabe qué le pegó”. Ese día habían acudido como miles de mexicanos a manifestar su descontento por un proceso electoral plagado de irregularidades no saneadas que culminaban en aquella toma de protesta.
Desde las siete de la mañana se habían sucedido una serie de enfrentamientos entre algunos manifestantes y los elementos de la corporación policiaca. Las imágenes de la llamada “Batalla de San Lázaro” darían la vuelta al mundo y serían el preámbulo de decenas de hechos violentos, detenciones arbitrarias e incluso torturas, que más tarde sucederían en el primer cuadro de la ciudad.
Los hechos que a la fecha están plenamente documentados son los siguientes. 1. La Policía Federal resguardaba las vallas del perímetro de San Lázaro (minuto 2:17 y página 18) y la corporación estaba al mando de Manuel Mondragón y Kalb (minuto 1:23). 2. Se lanzaron pedradas, petardos y bombas molotov “tanto en un sentido como en otro” según Mondragón y Kalb (minuto 2:45). 3. Las autoridades reconocen que la Policía Federal contaba con proyectiles de gases (minuto 4:55) y aunque los negaron se documentó plenamente el uso de rifles con balas de goma. (minuto 2:06.)
4. Tanto José Francisco Kuykendall como Teodulfo Torres caminaban pacíficamente (min. 0:09)frente a las vallas resguardadas por la Policía Federal en San Lázaro. 5. De entre las vallas se observó un policía que portaba un rifle de cuyo cañón se efectuó un disparo (min. 0:20). 6. Como resultado del impactó un objeto impactó al profesor Kuykendall en la cabeza ocasionándole un severo traumatismo cráneo encefálico (min. 0:23). 7. De los hechos en San Lázaro, resultaron heridos 13 policías ninguno de gravedad. Tanto Uriel Sandoval Díaz con lesiones de por vida, como el profesor Kuykendall ahora fallecido, fueron heridos por disparos de la Policía Federal. 8. Tanto Miguel Osorio Chong, como Manuel Mondragón aseguraron que investigarían los hechos, pero a la fecha 12 jóvenes siguen en juicio, más de 400 personas han sido detenidas arbitrariamente en manifestaciones durante el 2013 y ningún policía ha sido sancionado por el #1DMx.
El 24 de marzo de 2013 Teodulfo Torres es visto por última vez por sus familiares quienes interpusieron una denuncia ante la PGJDF. El Comité Cerezo dirigió en mayo del mismo año, una comunicación a la Presidencia de la República por la probable desaparición forzada de “El Tío” quien era testigo directo de los hechos. Las evidencias no mienten. A escasos metros de las vallas los policías que apuntaron el rifle contaban con plena visibilidad por las rejas intermedias de las mismas vallas. Vieron pasar al Kuykendall y dispararon.
Es posible que desde el #1DMx perdiéramos al profesor Kuykendall y el deceso del pasado sábado, a un año, un mes y 23 días, fuera solo una larga agonía. Eva Palma me dice que Kuy era un hombre acostumbrado a resistir.
Muy joven había sido marcado por el Movimiento del 68 y entró de lleno a la militancia desde la trinchera del teatro. Fundó la compañía El Mitote con la que reconstruyó las expresiones artísticas de los excluidos. “La razón del arte es concientizar” repetía constantemente a quien sería su pareja hasta el final. Elva lo recuerda en la lucha de la Cooperativa Pascual y llevando teatro a los reclusorios capitalinos. “Aunque era un irreverente, siempre fue un ser de mucha luz”.
Los tratados internacionales de derechos humanos establecen que una ejecución extrajudicial es el homicidio que se comete por un servidor público, quien de manera deliberada, priva de la vida a una persona bajo pretexto de ejercer una facultad. La resolución 1989/65 del Consejo Económico y Social de la ONU de 1989, prohíbe que estas ejecuciones se den so pretexto de peligro de revuelta o alteración del orden. Sobre Peña Nieto, Osorio Chong y Mondragón pesa la responsabilidad de la primera ejecución extrajudicial del nuevo PRI.
Existe un delito cometido por elementos de la Policía Federal, existen denuncias de los familiares, como vimos, existe evidencia que así lo demuestra, pero no hay un resultado de dicha investigación. La CNDH no ha emitido recomendación por este caso. No hubo, en su momento, algún mensaje de un funcionario condenando los hechos. No lo hubo el sábado que falleció. Su hija Fernanda lucía preocupada porque tras 17 horas el cuerpo de su padre no había sido entregado a quienes esperaban para ser velado. El único acto del Estado fue entregar una acta de defunción en la que se puede leer “homicidio”.
Con el profesor Kuykendall estuvieron Elva, sus hijos y amigos, los Zapatistas, su abogada Barbara Zamora y cientos de personas que reivindican la protesta ante la injusticia como derecho, aquellos que por ser disidentes son perseguidos. Mientras que el panorama para activistas y defensores de derechos humanos se obscurece, Elva tiene claro que hay que seguir el ejemplo de profesor Kuykendall quien dio su vida por sus ideas. “La última semana lo tomé en mi cabeza y sonrió un poco”.
Parafraseando a José Emilio Pacheco, no amo a mi patria porque el concepto me resulta abstracto e inasible pero daría la vida por cierta gente que ahí vive, aquella que como Kuy lucha por la libertad, hasta el último segundo de su existencia.
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