Candidato presidencial ganador sólo tendrá el 10% de presupuesto disponible para cumplir promesas de campañas

25/06/2012 - 4:07 pm

México, 25 Jun. (Notimex).- El candidato que gane la Presidencia dispondrá sólo de 8.0 a 10 por ciento del presupuesto para cumplir sus promesas de campaña, pues el resto ya está comprometido, afirmó el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

El director de la División de Economía del CIDE, Fausto Hernández Trillo, señaló que como cada sexenio, entre 90 y 92 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) ya está comprometido.

A menos que se haga una profunda reforma estatutaria y legal, precisó, el candidato ganador sólo contará con entre 8.0 y 10 por ciento del PEF para cumplir todas sus promesas de campaña, y parte de estos recursos están sujetos a la aprobación del Congreso de la Unión.

En rueda de prensa, explicó que desde 1997 a la fecha, de 10 por ciento del PEF que no está comprometido, el Congreso reasigna 2.0 por ciento para los estados, los cuales utilizan estos recursos principalmente para carreteras.

Aunque sólo se ha dicho que el presupuesto no alcanza para cumplir las propuestas de Andrés Manuel López Obrador, esos recursos tampoco son suficientes para llevar a cabo los compromisos de Enrique Peña Nieto o Josefina Vázquez Mota, argumentó.

Estimó que con los recursos presupuestales que no están comprometidos, cualquiera de los candidatos podría cumplir muy pocas de sus propuestas, “te puede alcanzar para un par de carreteras más o reasignar para los vales de medicina, pero si se hace eso, ya no te va a alcanzar para otra cosa”.

“Realmente lo que este país necesita un cambio de proyecto de nación, que eso va a incluir cómo volvemos a poner las reglas de juego presupuestarias en un entorno federalista, porque la parte de los estados hoy es un obstáculo político importante”, añadió Hernández Trillo.

El profesor investigador de la División de Economía del CIDE, Alejandro Villagómez Amezcua, coincidió en que sin importar quien gane la Presidencia, para aumentar los ingresos presupuestales se requiere modificar la estructura de la economía para mejorar la productividad.

Para modernizar la economía, hay que llevar a cabo una serie de reformas para “limpiar” muchos de los sectores y de los mercados que actualmente no están funcionando correctamente.

Por su parte, el también profesor investigador de la División de Economía del CIDE, Raúl Aníbal Feliz, advirtió que el inicio de la nueva administración en México será en medio de una desaceleración del crecimiento económico, de 3.8 por ciento en 2012, a 3.0 por ciento en 2013.

Informó que el CIDE revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para México en este año a 3.8 por ciento, desde el 4.1 por ciento estimado previamente, debido a la desaceleración que muestra la economía de Estados Unidos y a la crisis en la zona euro.

Tras un buen primer semestre en 2012, anticipó que la desaceleración de la economía mexicana se notará básicamente en el cuarto trimestre del año y el primer trimestre de 2013.

Sobre la inflación, proyectó que estará controlada entre 3.7 y 3.8 por ciento en 2012 y 2013, la tasa de interés de referencia permanecerá en 4.5 por ciento en ambos años, mientras que el tipo de cambio regresará hacia 13 pesos por dólar a finales de este año, y para el cierre de 2013 se moverá a 12.90 pesos por dólar.

“Nuestro escenario básico es de estabilidad de precios, pero la economía en desaceleración, básicamente en respuesta al lento crecimiento que muestra la economía de Estados Unidos, y supone que Europa se mantiene en 2012 y 2013 en una situación de crecimiento muy lento, pero no en una recesión aguda”, expuso.

Entre 2006 y 2012, la economía mexicana ha registrado un crecimiento promedio de 2.3 por ciento, por debajo del crecimiento mundial de 3.6 por ciento en igual periodo, aunque superior al 1.1 por ciento en Estados Unidos en igual periodo.

No obstante, el PIB per cápita de México es el gran pendiente, pues creció 2.9 por ciento entre 2006 y 2012 contra una inflación de 4.2 por ciento en igual lapso, lo que daría un crecimiento real per cápita de 0.7 por ciento para la economía mexicana.

El directivo refirió que el incremento de la tasa de homicidios en México explica una pérdida de 0.20 a 0.30 por ciento del PIB per cápita anual, principalmente de 2008 a la fecha.

“Es decir, que en vez de haber crecido 0.7 por ciento (el PIB per cápita) hubiésemos podido crecer 1.0 por ciento, y ese es un cálculo que estamos atribuyendo vía al deterioro en la situación de seguridad pública”, argumentó.

Añadió que el costo acumulado del crimen en México equivale a haber perdido cerca de 2.0 por ciento del PIB, sobre todo en los últimos tres años, lo que asciende a unos 30 mil millones de dólares.

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