MÉXICO, D.F. (apro).- “Juntos vamos a dejar atrás las prácticas de la vieja política”, arengó el candidato presidencial del PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto, en el cierre de su campaña en el Estadio Azteca, un coloso que las fuerzas priistas no alcanzaron a llenar, a pesar de esa acendrada costumbre del “acarreo” tricolor que se observó desde las 8:30 de la mañana, con más de mil 600 camiones provenientes de distintas entidades.
Después de conciertos de El Recodo y otras bandas que amenizaron a miles de simpatizantes trasladados desde el Estado de México, Coahuila, Hidalgo, Tabasco y otras entidades gobernadas por el PRI, Enrique Peña Nieto se presentó acompañado por la candidata a jefa de Gobierno, Beatriz Paredes, y una decena de gobernadores priistas que apadrinaron al exmandatario mexiquense.
Su discurso, de apenas 20 minutos, reiteró lo que ha venido señalando en sus recientes mítines. Afirmó que un voto a favor de su proyecto será “un voto por la paz, la libertad, la democracia y la transparencia”.
Con aires de discurso priista del 88, año de aquel fraude electoral que llevó al poder a Carlos Salinas de Gortari, Peña Nieto afirmó: “Estamos convencidos de que vamos a ganar de manera contundente el 1 de julio”.
Los aplausos, las matracas, un enorme globo aerostático y las porras al mejor estilo del partido con más de 80 años en el poder, no pudo ocultar que el aparato priista no pudo abarrotar este estadio, propiedad de Grupo Televisa, con un cupo para más de 125 mil personas. Los cálculos extraoficiales mencionaron que hubo entre 80 mil y 100 mil personas.
Ante la presencia de una decena de gobernadores priistas, Peña Nieto presumió que en estos tres meses realizó una “campaña propositiva, que respeta la ley, reconoce las instituciones y promueve la unidad de los mexicanos”.
“Siéntanse orgullosos porque su voto es por el futuro de México. Juntos vamos a dejar atrás las prácticas de las viejas políticas”, insistió Peña Nieto, en su cierre de campaña en el Distrito Federal, entidad donde el PRI perdió el poder desde 1997 y se ubica en el segundo sitio de las preferencias electorales.
Horas antes de que iniciara el mitin en el Estadio Azteca, Peña Nieto declaró en breve entrevista en Radio Fórmula que “hubiéramos preferido hacer (el cierre de campaña) en el Zócalo, pero no obtuvimos respuesta”.
Ante Óscar Mario Beteta, conductor de este espacio, el aspirante presidencial del PRI consideró que el Estadio Azteca sería “insuficiente” para la decena de simpatizantes que llegarían a acompañarlo.
Reiteró que tenía “absoluta confianza” en los resultados que otorgue el Instituto Federal Electoral el próximo 1 de julio.