Un ataque nocturno perpetrado por fuerzas rusas dejó seis muertos y ocasionó la suspensión del servicio eléctrico en el sur de Ucrania.
Por Hanna Arhirova
KIEV, Ucrania (AP).— Rusia lanzó casi 50 drones Shahed contra objetivos en Ucrania, y atacó con artillería una estación en la que más de 100 civiles esperaban para abordar un tren hacia Kiev, informaron funcionarios ucranianos este miércoles. La ofensiva ocasionó la muerte de al menos cinco personas y dejó sin luz a gran parte de la ciudad de Jersón, en el sur del país.
Un día antes, aviones de combate ucranianos causaron daños a una embarcación rusa atracada en el mar Negro frente a las costas de Crimea, mientras los soldados de ambos bandos pasan problemas para registrar avances a lo largo del frente de batalla, luego de 22 meses de conflicto.
Durante la noche, las fuerzas del Kremlin lanzaron ataques con drones y artillería sobre la región de Jersón, cuando unos 140 civiles esperaban un tren en la capital regional del mismo nombre, según el Ministro del Interior ucraniano Ihor Klymenko. Un policía y otros dos agentes murieron, mientras dos civiles resultaron heridos por la artillería. Más de 100 personas que esperaban el tren al momento del ataque llegaron a Kiev la mañana del miércoles, señaló el operador ferroviario nacional Ukrzaliznytsia.
El ataque sobre Jersón y su capital afectó zonas residenciales y un centro comercial, además de causar daños en la red eléctrica, lo que dejó a cerca del 70 por ciento de las residencias de la capital sin luz durante el invierno, dijo el Gobernador regional Oleksandr Prokudin, y puntualizó que de momento no es posible dar un estimado de cuándo se reanudará el servicio eléctrico.
Atacar la infraestructura energética también fue una táctica que empleó Moscú el invierno pasado, cuando intentó doblegar el estado de ánimo de la población ucraniana al privarlos de calefacción y agua corriente.
En Odesa, otra importante urbe en el sur de Ucrania, un ataque con drones dejó dos muertos y tres heridos, incluido un joven de 17 años, según informó el Gobernador regional Oleh Kiper. En tanto, la fuerza aérea ucraniana dio a conocer que interceptó 32 de los 46 drones que Rusia lanzó durante la noche.
Ante esto, una evaluación militar de Occidente consideró que la toma de una ciudad en el este de Ucrania no le proveería a Rusia un trampolín para lograr avances importantes en el campo de batalla.
El comandante en jefe de las fuerzas ucranianas, el general Valerii Zaluzhnyi, dijo el martes que sus soldados se habían retirado del extremo norte de la ciudad de Marinka, la cual se ubica a unos 20 kilómetros al oeste de Donetsk, la ciudad más grande en el territorio bajo control ruso.
Zaluzhnyi señaló que sus fuerzas habían mantenido el control de Marinka durante casi dos años, pero que los rusos “la estaban destruyendo calle por calle, casa por casa”.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, un grupo de expertos indicó que “es altamente improbable que las fuerzas rusas logren avances operacionales rápidos desde Marinka”, pero destacó que “operaciones ofensivas localizadas por parte de Rusia aún colocan presión sobre las fuerzas ucranianas en muchos sitios a lo largo del frente en el este de Ucrania”.