Naciones Unidas dice que la tregua permitió aumentar la entrega de comida, agua y medicinas a su volumen más grande desde que comenzó la guerra. Pero los entre 160 y 200 camiones diarios seguían siendo menos de la mitad de lo que importaba Gaza antes de los combates, a pesar de que las necesidades humanitarias se han disparado.
Por Tia Goldenberg, Jack Jeffery y Samy Magdy
TEL AVIV, Israel (AP).— Israel y Hamás acordaron el lunes extender su alto al fuego por dos días más, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Qatar, lo que ofrece la posibilidad de un cese más prolongado a su guerra más mortífera y destructiva, y nuevos intercambios de rehenes en poder de milicianos por palestinos encarcelados en Israel.
Once mujeres y niños israelíes liberados por Hamás ingresaron a Israel este lunes por la noche, en el cuarto intercambio dentro de la tregua original de cuatro días que comenzó el viernes y estaba a punto de expirar. Por su parte, 33 palestinos liberados por Israel llegaron el martes temprano a Cisjordania.
El acuerdo para que haya otros dos días de cese del fuego, anunciado por Qatar, generó esperanzas de que se produzcan más prórrogas, lo que también permitiría el ingreso de más ayuda a Gaza. Las condiciones de vida allí siguen siendo extremadamente duras para sus 2.3 millones de habitantes, quienes han sido vapuleados durante semanas por los bombardeos israelíes y una ofensiva terrestre que ha obligado a tres cuartas partes de la población a huir de sus hogares.
Israel ha afirmado que ampliará el cese el fuego en un día por cada 10 rehenes adicionales liberados. Tras el anuncio de Qatar del lunes, Hamás confirmó que había acordado una prórroga de dos días “bajo los mismos términos”.
Sin embargo, Israel también sostiene que sigue comprometido con aplastar la capacidad militar de Hamás y poner fin a sus 16 años de Gobierno sobre la Franja de Gaza. Eso probablemente implicará expandir su ofensiva terrestre del devastado norte de Gaza al sur, donde cientos de miles de palestinos abarrotan refugios de Naciones Unidas y las duras condiciones persisten pese al incremento de las entregas de ayuda durante la tregua.
Con las liberaciones del lunes asciende a 50 el número de israelíes dejados en libertad como parte de la tregua, junto con 19 personas de otras nacionalidades. Hasta ahora, 117 palestinos han sido liberados de cárceles israelíes.
Después de semanas de trauma nacional por las alrededor de 240 personas secuestradas por Hamás y otros milicianos, las escenas de mujeres y niños reuniéndose con sus familias han unido a los israelíes en apoyo de los exhortos a devolver a quienes permanecen en cautiverio.
“Podemos llevar a todos los rehenes de vuelta a casa. Tenemos que seguir presionando”, dijeron en un comunicado dos familiares de Abigail Edan, una niña de 4 años con doble ciudadanía israelí y estadounidense que fue liberada el domingo.
Hamás y otros grupos milicianos aún podrían tener hasta 175 rehenes, suficiente para extender potencialmente el alto el fuego por dos semanas y media. Pero entre ellos se incluyen varios soldados, y es probable que los milicianos exijan mucho más por su liberación.
Las familias de los rehenes han liderado manifestaciones masivas y acusan al Primer Ministro Benjamin Netanyahu de no hacer suficiente para llevarlos a casa. La creciente presión podría forzarle a ampliar la tregua y hacer concesiones adicionales a Hamás. Sin embargo, Israel también sigue conmocionado por el ataque del 7 de octubre y decidido a eliminar la amenaza que supone el grupo armado.
“Al final los devolveremos a todos”, dijo Netanyahu de los rehenes, vestido con chaleco antibalas en una inusual visita el domingo a las tropas en la Franja de Gaza. “Seguiremos hasta el final, hasta la victoria. Nada nos detendrá”.
ISRAELÍES LIBERADOS
Entre los israelíes recién liberados había tres mujeres y nueve niños, incluidas unas mellizas de 3 años y su madre, del kibutz Nir Oz, una comunidad ubicada cerca de Gaza que resultó muy afectada por el ataque de Hamás del 7 de octubre. El kibutz indicó que 49 de sus residentes siguen cautivos, incluido el padre de las mellizas. Las fuerzas armadas israelíes dijeron el lunes por la noche que los rehenes estaban sometiéndose a exámenes médicos iniciales en Israel antes de reunirse de nuevo con sus familias.
La mayor parte de los rehenes liberados hasta ahora parecen estar bien físicamente. Pero Elma Avraham, de 84 años, liberada el domingo, fue trasladada por aire al Centro Médico Soroka de Israel en estado grave debido a que se le dio atención inadecuada, señaló el hospital.
La hija de Avraham, Tali Amano, dijo que su madre estaba a “horas de morir” cuando fue llevada al hospital. Ahora Avraham se encuentra sedada y conectada a un respirador. De todas formas, Amano dijo que ella le informó de un nuevo bisnieto que nació mientras Avraham estaba cautiva.
Avraham padece varios problemas de salud crónicos para los cuales debe consumir medicamentos con regularidad, pero estaba estable antes de ser secuestrada, dijo Amano.
Hasta ahora, 19 personas de otras nacionalidades han sido liberadas durante la tregua, en su mayoría tailandeses. Muchos tailandeses laboran en Israel, principalmente en la agricultura.
Francia informó que tres de los rehenes liberados el lunes tenían nacionalidad francesa e israelí, y que dos de ellos tenían 12 años y uno, 16. El Gobierno francés está “trabajando incansablemente” para liberar a otros cinco ciudadanos franceses retenidos como rehenes, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores francés en un comunicado.
Los prisioneros palestinos liberados hasta ahora han sido adolescentes en su mayoría, acusados de arrojar piedras y bombas incendiarias durante confrontaciones con fuerzas israelíes, o de delitos menos graves. Muchos palestinos consideran que los prisioneros en cárceles israelíes, incluidos los que estuvieron implicados en ataques, son héroes que resisten a la ocupación.
La mayor parte de los israelíes liberados han permanecido fuera de la vida pública, pero poco a poco han comenzado a salir a la luz algunos detalles sobre su cautiverio.
Merav Raviv, cuyos tres parientes fueron liberados el viernes, dijo que habían sido alimentados de manera irregular y perdieron peso. Uno de ellos dijo haber comido principalmente pan y arroz, y haber dormido sobre una cama improvisada hecha con sillas colocadas juntas. En ocasiones los rehenes tenían que esperar horas para poder utilizar un baño, señaló.
ALIVIO EN LA FRANJA DE GAZA
Más de 13 mil 300 palestinos han muerto desde que comenzó la guerra, en torno a dos tercios de ellos mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, gobernada por Hamás. La cifra no diferencia entre civiles y combatientes. Más de mil 200 personas han muerto en el bando israelí, la mayoría civiles asesinados en el ataque inicial. Unos 77 soldados han fallecido en la operación terrestre israelí.
La pausa en los combates llevó algo de alivio a los 2.3 millones de personas en Gaza tras semanas de constante bombardeo israelí que ha expulsado a tres cuartas partes de la población de sus hogares y arrasado vecindarios enteros.
Amani Taha, viuda y madre de tres hijos que huyó del norte de Gaza para alojarse con una familia de acogida en la ciudad sureña de Rafah, dijo que sólo había conseguido una comida en lata de un centro de distribución de la ONU desde que comenzó el cese al fuego. Ella ayudaba a otras familias del vecindario a cocinar en hogueras a cambio de comida para sus hijos, que tenían entre 4 y 10 años.
Los supermercados y gasolineras se vieron sobrepasados por multitudes que intentaban conseguir suministros básicos, señaló. “La gente estaba desesperada y salió a comprar en cuanto pudo”, dijo. “Están extremadamente preocupados de que la guerra regresará”.
Los palestinos que seguían en el norte de Gaza, donde vivían más de un millón de personas antes de la guerra, salieron para encontrar escenas de destrucción generalizada de edificios tras edificios derribados o muy dañados. El ejército israelí ha prohibido regresar a los palestinos que huyeron.
El ataque israelí ha provocado que tres cuartas partes de la población de Gaza hayan tenido que dejar sus viviendas, y ahora la mayor parte de sus 2.3 millones de habitantes están hacinados en el sur. Más de 1 millón se encuentran en refugios de la ONU. Las fuerzas armadas israelíes han prohibido que cientos de miles de palestinos que huyeron hacia el sur regresen al norte.
La lluvia y el viento se sumaron a las penurias de los palestinos desplazados que se refugian en el complejo del hospital Al Aqsa en el centro de Gaza. Palestinos con abrigos cocinaban pan sin levadura encima de una fogata improvisada entre tiendas de campaña erigidas sobre el terreno lodoso.
Alaa Mansour dijo que las condiciones de vida son sencillamente horrendas.“Mis ropas están todas mojadas, y no me las puedo cambiar”, comentó Mansour, que es discapacitada. “No he bebido agua durante dos días, y no hay baño”.
La ONU dice que gracias a la tregua fue posible incrementar el envío de alimentos, agua y medicinas. Pero los entre 160 y 200 camiones que están ingresando a diario siguen siendo menos de la mitad de lo que Gaza importaba antes de los combates, incluso a pesar de que las necesidades humanitarias se han incrementado enormemente. Los gazatíes han dicho que la ayuda no es suficiente ni de lejos.
Las personas hicieron largas filas afuera de las estaciones que distribuían gas para cocinar, cuyo ingreso se permitió por primera vez. Se ha traído combustible para los generadores en organismos cruciales de servicios, incluidos hospitales e instalaciones de agua y de saneamiento, pero las panaderías no han podido reanudar sus operaciones, indicó la ONU.
Iyad Ghafary, un vendedor en el campamento de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, dijo que muchas familias aún no podían extraer a los muertos debajo de los escombros que dejaron los bombardeos israelíes, y que las autoridades locales no están equipadas para hacer frente a ese nivel de destrucción.