El descubrimiento de esta nueva variante, identificada como B.1.1.529 fue por científicos y autoridades sanitarias de Sudáfrica, a partir de muestras tomadas a mediados de noviembre, y ha encendido las alarmas por ser altamente transmisible.
Johannesburgo, 27 de noviembre (AP/EFE).— Mientras el mundo se enfrenta a la aparición de una nueva variante del coronavirus altamente transmisible, los preocupados científicos de Sudáfrica, donde se identificó por primera vez la Omicron, tratan de combatir su fulgurante propagación por el país.
En apenas dos semanas, la variante Omicron ha hecho que Sudáfrica deje atrás un periodo de baja transmisión para pasar a otro de rápido aumento de los nuevos casos confirmados. Las cifras en el país siguen siendo relativamente bajas, con 2 mil 828 nuevas infecciones reportadas el viernes, pero la velocidad con la que la nueva variante contagia a los más jóvenes ha alarmado a los profesionales de la salud.
“Estamos viendo un marcado cambio en el perfil demográfico de los pacientes con COVID-19”, afirmó Rudo Mathivha, directora de la unidad de cuidados intensivos del Hospital Baragwanath de Soweto, en una conferencia de prensa online.
“Los jóvenes, desde los 20 años y hasta casi los 40, vienen con un cuadro de moderado a grave, y algunos necesitan cuidados intensivos. Alrededor del 65 por ciento no están vacunados y de los demás, la mayoría tienen solo una dosis", agregó Mathivha. “Me preocupa que a medida que aumenten esas cifras los centros de salud públicos se desborden".
La doctora pidió preparativos urgentes para que los hospitales públicos afronten la posible llegada masiva de pacientes que necesiten entrar a la UCI.
“Sabemos que tenemos una nueva variante", afirmó. “El peor escenario es que nos afecte como la Delta (...) necesitamos tener listas las camas de cuidados intensivos".
Lo que parecía ser un brote entre universitarios en Pretoria derivó en cientos de nuevos casos primero, y luego miles, en la capital y más tarde en la cercana Johannesburgo, la ciudad más grande de Sudáfrica.
Al estudiar los contagios, los científicos identificaron una nueva variante que, según las pruebas diagnósticas, podría ser la responsable de hasta el 90 por ciento de los nuevos casos, dijeron las autoridades sanitarias sudafricanas. Los primeros estudios muestran que tiene una tasa de reproducción de dos, lo que significa que cada persona que lo contraiga podría infectar a su vez a otras dos.
La nueva variante tienen un alto número de mutaciones que parecen hacerla más contagiosa y le ayudan a evitar las respuestas inmunitarias. La Organización Mundial de la Salud examinó los datos el viernes y la bautizó como Omicron —empleando una letra del alfabeto griego— , calificándola de variante preocupante y altamente transmisible.
“Es una gran preocupación. Todos estamos terriblemente preocupados por este virus", dijo el prfesor Willem Hanekom, director del Instituto de Investigación de Salud de África, a The Associated Press.
“Esta variante se encuentra principalmente en la provincia de Gauteng, la zona de Johannesburgo. Pero tenemos pistas de las pruebas diagnósticas (...) que sugieren que esta variante está ya en toda Sudáfrica", apuntó Hanekom, que también es copresidente del Consorcio de Investigación de la Variante Sudafricana de la COVID-19.
“La reacción científica en Sudáfrica es que necesitamos saber todo lo que podamos lo antes posible. Sabemos muy poco", añadió. “Por ejemplo, no sabemos cómo de virulento es este virus o cuán grave es la enfermedad que causa”.
Un factor clave es la vacunación. La nueva variante parece que se extiende mucho más rápido entre los no vacunados. Actualmente, apenas un 40 por ciento de los sudafricanos han completado la pauta de vacunación, y la cifra es mucho menor en el grupo de edad de 20 a 40 años.
Sudáfrica tiene cerca de 20 millones de dosis de vacunas —desarrolladas por Pfizer-BioNTech y Johnson & Johnson— pero administra unas 120 mil al día, muy por debajo del objetivo gubernamental de 300 mil.
Mientras los científicos tratan de saber más sobre Omicron, la población puede tomar medidas para protegerse, añadió Hanekom.
“Esta es una ocasión única. Todavía hay tiempo para que la gente que no se haya vacunado salga a vacunarse, y esto le dará cierta protección, creemos, contra esta infección, especialmente protección contra la infección grave, la enfermedad grave y la muerte", apuntó. “Así que le pido a la gente que se vacune si puede”.
Algunos sudafricanos tienen preocupaciones más mundanas sobre la nueva variante.
“Hemos visto un aumento de la COVID-19 así que me preocupan más restricciones", dijo Tebogo Letlapa, en Daveyton, en el este de Johannesburgo. “Estoy especialmente preocupado porque suspendan la venta de alcohol porque es casi la época de fiestas".
CIERRE DE FONTERAS
El Gobierno de Sudáfrica afirmó este sábado que la cascada de prohibiciones internacionales drásticas tras la detección de la variante Omicron es "como castigar" al país por su avanzada vigilancia científica, además de hacer notar que no todos los países con casos están siendo objeto de restricciones.
"Esta última ronda de prohibiciones de viaje es como castigar a Sudáfrica por su avanzada secuenciación genómica y por su capacidad para detectar variantes más rápido. Una ciencia excelente debería ser aplaudida, no castigada", subrayó el Ejecutivo sudafricano este sábado a través de un comunicado de su Ministerio de Relaciones Internacionales y Cooperación.
"Apuntamos también que las nuevas variantes han sido detectadas en otros países. Esos países no tienen vínculos recientes con África del sur. Merece la pena hacer notar que la reacción a esos países es marcadamente diferente a los casos en África del sur", lamentó la cartera sudafricana en su mensaje.
El Ministerio también hizo hincapié en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a los líderes mundiales no actuar por impulso y advirtió en contra de la imposición de restricciones de viaje.
"Aunque respetamos el derecho de todos los países a tomar las medidas de prevención necesarias para proteger a sus ciudadanos, necesitamos recordar que esta pandemia requiere colaboración y conocimiento compartido", señaló la ministra sudafricana de Relaciones Internacionales y Cooperación, Naledi Pandor, citada en el comunicado.
"Nuestra preocupación inmediata es el daño que estas restricciones están causando a las familias, a la industria del turismo y de los viajes y a los negocios", agregó Pandor.
El descubrimiento de esta nueva variante, identificada como B.1.1.529 fue anunciado el jueves por científicos y autoridades sanitarias de Sudáfrica, a partir de muestras tomadas a mediados de noviembre.
En el momento del anuncio se habían identificado ya contagios en Botsuana y en Hong Kong (China), pero posteriormente se añadieron detecciones en Israel, en Bélgica (un caso de una viajera procedente de Egipto con escala en Turquía y sin aparentes vínculos con el sur de África) y se sospecha un caso en Alemania.
The Technical Advisory Group on SARS-CoV-2 Virus Evolution met today to review what is known about the #COVID19 variant B.1.1.529.
They advised WHO that it should be designated a Variant of Concern.
WHO has named it Omicron, in line with naming protocols https://t.co/bSbVas9yds pic.twitter.com/Gev1zIt1Ek— World Health Organization (WHO) (@WHO) November 26, 2021
La nueva variante -de la que aún hay muy pocos casos confirmados en total- se caracteriza por presentar un número inusual de mutaciones (algo más de una treintena) cuyo impacto aún debe ser estudiado.
Pese a la escasa información disponible (por la temprana detección) y el relativamente bajo número de casos confirmados hasta la fecha, numerosos países, incluidos Reino Unido, Australia, las naciones de la Unión Europea y Estados Unidos, anunciaron rápidamente drásticas restricciones de viaje para los países del sur de África.