Científicas analizaron abalorios de cáscara de avestruz de hace más de 40 mil años, los cuales son objeto de estudio entre las relaciones humanas en la antigüedad y las diferentes respuestas de algunas comunidades africanas.
Berlín, 27 de noviembre (EFE).- Un equipo de científicas ha analizado abalorios de cáscara de huevo de avestruz hechos hace 40 mil años para estudiar las relaciones humanas en la antigüedad y las diferentes respuestas de las comunidades africanas en el sur y en el este a la introducción del pastoreo.
"Estos abalorios son símbolos hechos por cazadores-recolectores de ambas regiones hace más de 40 mil años, de manera que los cambios y la ausencia de ellos en estos símbolos nos revelan cómo estas comunidades respondía al contacto cultural y al cambio económico", explica Jennifer Miller, del alemán Instituto Max Planck de Ciencias de la Historia de la Humanidad y principal autora del estudio.
En el sur de África se observa la aparición de nuevos estilos de cuentas paralelamente a la de signos de pastoreo, pero éstos no sustituyeron las tradiciones existentes en abalorios en las comunidades recolectoras.
En tanto, las cuentas halladas en yacimientos arqueológicos en el este de África, estudiadas aquí por primera vez, no reflejan cambio aparente en su estilo con la introducción del pastoreo por parte de grupos procedentes del norte.
Esto puede deberse a que la comunidad recolectora local adoptó el pastoreo manteniendo las tradiciones en sus abalorios, a que los pastores migrantes poseían tradiciones similares y/o a que los pastores adoptaron los estilos locales, explica el estudio.
El análisis de las piezas procedentes de treinta yacimientos arqueológicos que abarcan los últimos diez mil años de historia de la humanidad en este continente muestran que los abalorios de las comunidades en el este fueron a lo largo de miles de años y sin relación con el pastoreo sistemáticamente más grandes que en el sur.
Como era de esperar en base a las hipótesis existentes, las autoras del estudio detectaron un aumento del tamaño de las cuentas en las comunidades del sur asociada a la introducción de ovejas y cabras hace alrededor de dos mil años.
Al mismo tiempo, este mayor tamaño de los abalorios en el sur asociada a la introducción del ganado se corresponde con las dimensiones de las cuentas en las comunidades del este en tiempos de actividad recolectora, lo que sugiere un contacto entre ambas regiones coincidiendo con la expansión del pastoreo.
Así, del estudio de las cuentas de cáscara de huevo de avestruz se desprende que el contacto con comunidades de pastores de fuera introdujo nuevos estilos de abalorios paralelamente a la incorporación de animales domésticos, pero la influencia no acabó con las tradiciones locales existentes.
Así, las costumbres existentes no se vieron sustituidas por nuevas, sino que más bien se mantuvieron e incorporaron algunos elementos nuevos.
Los resultados del análisis sugieren además que la transmisión cultural del diámetro de las cuentas es más complejo de lo que se creía previamente y que no sólo un mayor tamaño de los abalorios indica necesariamente pastoreo.
"En el mundo moderno, la migración, el contacto cultural y el cambio económico genera con frecuencia tensión. Los pueblos antiguos experimentaron también estas situaciones y los patrones en objetos culturales como cuentas de cáscara de huevo de avestruz nos dan la oportunidad de estudiar cómo manejaron estas experiencias", señala Elizabeth Sawchuk, de la Universidad Stony Brook de Nueva York.
Miller agregó que las cuentas de cáscara de huevo de avestruz "son pequeñas y tienden a ser ignoradas en los estudios arqueológicos, pero tienen el poder de explicar grandes historias sobre las relaciones humanas en al antigüedad".
Las autoras del estudio, publicado en la revista PLOS ONE analizaron el diámetro de mil 200 abalorios de cáscara de huevo de avestruz, muchos de ellos pertenecientes a colecciones antiguas y que aunque habían sido medidos, nunca habían sido analizados.