Norma Otilia Hernández, Alcaldesa de Chilpancingo, celebró a lo grande su segundo informe de Gobierno, tras el paso del huracán “Otis” en Acapulco y luego de reunirse con integrantes del crimen organizado.
Ciudad de México, 27 de octubre (SinEmbargo).- La Alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, celebró este jueves su segundo informe de Gobierno, a pesar de los desastres que provocó el huracán “Otis” categoría cinco en la ciudad de Acapulco, así como severas afectaciones.
La Alcaldesa organizó un evento festivo en la plaza principal de la ciudad, la cual incluyó música, baile y fuegos artificiales con el propósito de conmemorar los logros de su gestión en la entidad, mientras que estados aledaños se reúnen para apoyar a los damnificados en el puerto.
Tras su discurso, algunos usuarios mostraron su inconformidad por dicho festejo, por lo que se sumaron a las críticas vía Internet con diversos videos que narran la celebración, así como fotografías que retratan las afectaciones que sufrió la ciudad tras el huracán.
Así el festejo del segundo informe de la presidenta municipal Norma Otilia en Chilpancingo, mientras en Acapulco la situación es distinta. pic.twitter.com/jwJgmp1f44
— ERIC FRANCISCO (@ERICFMS) October 27, 2023
A pesar de las críticas, Otilia Hernández se hizo presente en sus redes sociales, donde especificó el motivo de su evento, mismo que fue enfocado para rendirle cuentas al pueblo de lo que ha hecho como Alcaldesa, por lo que invitó a las personas a dejar las diferencias y sumarse al apoyo a la comunidad por “Otis”.
“El informe que hoy presenté ante las y los chilpancingueños con motivo del segundo año de gestión no es de celebración, es una obligación de rendir cuentas a mi pueblo. Este fue el espacio y la oportunidad idónea para convocar a este pueblo gigantesco que está en las batallas más importantes a sumar esfuerzos por Acapulco y por Guerrero sin miras partidos, colores, filias, ni fobias”, escribió en su publicación.
Finalmente, la Alcaldesa hizo un llamado a la población para unir fuerzas y emprender una red de apoyo ante la destrucción del huracán, en el cual destacó que puso a disposición brigadas de Protección Civil, Bomberos y de salud para atender a la ciudadanía.
Insensible e indolente…
Pese a la tragedia en #Acapulco y otras zonas de #Guerrero, la alcaldesa morenista de #Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, celebra su segundo informe de gobierno con bailes, música y fuegos pirotécnicos pic.twitter.com/7VFiyVHAtF
— Manuel Lopez San Martin (@MLopezSanMartin) October 27, 2023
“Ahora es más importante Guerrero, porque nuestras y nuestros hermanos nos necesitan. Como muestra de solidaridad del pueblo chilpancingueño he dispuesto todo el apoyo profesional en el área de protección civil, en este momento, varias brigadas de Protección civil, Bomberos y de salud están en Acapulco y otras regiones del estado”, concluyó.
ALCALDESA DE CHILPANCINGO SE REÚNE CON EL NARCO
El pasado mes de mayo, Norma Otilia Hernández fue captada en un video durante una reunión con una persona a quien se le identifica como Celso Ortega Jiménez, uno de los presuntos líderes de Los Ardillos, grupo criminal que ha desatado violencia en el estado de Guerrero.
La propia Alcaldesa reconoció el encuentro en declaraciones a medios locales y pidió a las autoridades que investiguen el video que comenzó a circular este miércoles en redes.
“Ahorita que veo el video, no se habla alguna situación. Yo quiero que se filtre bien el video, qué fue lo que se habló. No fue un pacto de la delincuencia lo que se habló, quiero que se extraiga ese video y quiero que se investigue”, dijo la Alcaldesa sobre el video al ser cuestionada en la clausura escolar realizada en el Salón Diamante de Chilpancingo.
Hernández insistió en que el video “está editado” y consideró que el encuentro “fue algo fortuito”.
Sobre la reunión destacó que se trató de un encuentro con policías comunitarios en el que se le hicieron peticiones para reforzar la seguridad con la instalación de bases de operaciones del Ejército Mexicano y descartó que en esa reunión se haya dado un pacto con criminales.
El periodista Juan Angulo, director del diario El Sur de Acapulco, dio más detalles sobre el video en en el espacio de “Atando Cabos”, en Grupo Fórmula.
“A ella se le reconoce. Él no es muy conocido, Celso Ortega, pero es un hombre con cachucha, con una playera negra y visiblemente una pistola al cinto. No parece que sea un elemento policiaco. Y aparece la alcaldesa refiriéndose a él en un lenguaje familiar, muy coloquial, sobre su edad. ‘Te hacía más viejito’, algo así. No sabemos exactamente cuándo fue”, indicó Angulo.
La Alcaldesa no precisó la fecha del encuentro, ni dijo si es el único que ha tenido lugar entre ambos personajes, sólo pidió a la Fiscalía General de la República (FGR) que se investigara.
En redes sociales circuló este miércoles un video, que luego ya no se encontró, en el que se ve a la Alcaldesa con un hombre que viste playera negra y gorra negra, a quien se identifica como el líder del grupo criminal de Los Ardillos.
APARECEN MANTAS CON MENSAJES A LA ALCALDESA
Esta no es la primera vez que a la Alcaldesa se le relaciona con Los Ardillos, el pasado 24 de junio, fueron abandonados en el populoso barrio de San Mateo, en la plazoleta de la parroquia, siete cuerpos desmembrados, y cinco cabezas sobre el cofre de una camioneta de la marca premium Acura.
Cuatro de las víctimas eran de la familia que desapareció la madrugada del 10 de junio en la carretera federal a Palo Blanco y de las que presentaron denuncia sus familiares: Eloy Peralta, de 38 años; su esposa, Elizabeth Catalán, de 39; el hijo de estos, un adolescente de 17 años y su novia de 16.
De acuerdo con lo que se difundió en redes sociales y en los medios de comunicación locales, junto a las extremidades los sicarios dejaron cartulinas con mensajes. Uno de ellos para la Alcaldesa:
“Saludos presidenta: Norma Otilia sigo esperando el segundo desayuno que me prometiste después que veniste a buscarme. Con cariño tu amigo” (sic).
El otro era para el síndico y decía: “Síndico Andrey Marmolejo sigue amenazando a la gente con las licencias comerciales hijo de tu puta madre vas a llevarles las cuotas a los Tlacos”.
Más tarde se supo que además de las dos pancartas halladas en el parabrisas contra la Alcaldesa y el síndico dentro de la camioneta estaban otras dos cartulinas con narcomensajes. En la primera advirtieron que serán las siguientes víctimas tres personas, Jesús Baltazar Moreno, El M, así como otros que sólo fueron identificados como El Chino, Bambi o El Uno, así como El Cero.
En la otra cartulina se amenaza a Eliel Antonio Bautista Hernández, El Wallace, de quien se dice que es policía ministerial.
El pasado 27 de junio, la Alcaldesa de Chilpancingo afirmó que los mensajes para ella y el síndico Andrei Marmolejo “son distractores de alguien que quiere manchar mi imagen”, y deslizó que tras eso podrían estar integrantes de la Fiscalía General del Estado (FGE).
“Yo no tengo ningún pacto con la corrupción ni con la impunidad y, por supuesto, con ningún grupo delictivo”, aseguró la Alcaldesa en conferencia de prensa.
LA VIOLENCIA DE LOS ARDILLOS
Por más de 20 años, Los Ardillos se han dedicado al narcotráfico en las montañas de Guerrero. Pero al reducirse el tráfico de heroína, el grupo quedó con una necesidad apremiante de ingresos, afectando a las comunidades indígenas.
En 2015 hubo reportes de que Los Ardillos estaban redoblando su participación en economías criminales alternas, aunque la extorsión y el secuestro siempre han hecho parte de su modus operandi.
Al contrario de muchos otros grupos armados, las ambiciones de Los Ardillos nunca parecieron ir más allá de su terruño en Guerrero, y desde hace diez años libran una batalla territorial con un subgrupo de la Organización Beltrán Leyva, conocido como Los Rojos.
Tras la desintegración de la Organización Beltrán Leyva, su control sobre Guerrero menguó, y Los Ardillos aparecieron como firmes aspirantes al trono. Supuestamente el grupo fue fundado por un expolicía, Celso Ortega Rosas, alias “La Ardilla”, quien cultivaba amapola en Quechultenango, Guerrero, a sólo 45 kilómetros de Chilapa. Luego del asesinato de Ortega Rosas en 2011, tres de sus hijos tomaron el control del grupo y retomaron la guerra con Los Rojos.