Los Bravos navegaron tranquilos, en su primera aparición dentro del Clásico de Otoño desde que Chipper Jones y los Tres Ases del montículo brillaban con el equipo en 1999.
Por Ben Walker
HOUSTON, 27 de octubre (AP).— Un batazo bastante saludable de Jorge Soler condujo a los Bravos a un estupendo comienzo de la Serie Mundial.
En su primer juego de inicio desde que dio positivo a COVID-19, el cubano se convirtió en el único pelotero que ha bateado un home run en el turno inicial de una Serie Mundial. Atlanta se sobrepuso a la pérdida del lanzador Charlie Morton por una fractura en una pierna, y venció el martes 6-2 a los Astros de Houston en el primer encuentro.
Apoyados por una buena labor del bullpen, un cuadrangular de dos carreras de Adam Duvall y un elevado de sacrificio de Freddie Freeman, los Bravos navegaron tranquilos, en su primera aparición dentro del Clásico de Otoño desde que Chipper Jones y los Tres Ases del montículo brillaban con el equipo en 1999.
“Pasaron muchas cosas muy rápido”, dijo el manager de Atlanta, Brian Snitker.
El venezolano José Altuve, el boricua Carlos Correa y los demás Astros lucieron extraviados en la caja de bateo. Ésta es su tercera Serie Mundial en cinco campañas, y su primera desde que estalló el escándalo de robo de señales.
Antes del encuentro, Rob Manfred, el comisionado de las Grandes Ligas, dijo que había muchos detectives observando las cuevas, los clubhouses y el graderío para detectar cualquier posible trampa.
“Hay más gente observando lo que pasa como resultado de los problemas que hemos tenido”, comentó.
El garrotazo de Soler hizo que la pelota rebotara entre los asientos del jardín izquierdo, apenas al tercer lanzamiento del dominicano Framber Valdez. Y los Bravos fueron restándole entusiasmo al público en el Minute Maid Park.
Atlanta, que eliminó recién a los Dodgers de Los Ángeles, monarcas de la Serie Mundial anterior, no había terminado. Se mostró agresivo en todas las facetas del béisbol, frente a un equipo al que solía enfrentar a menudo cuando era parte de la Liga Nacional.
Momentos después, Ozzie Albies se robó una base y Austin Riley bateó un doble remolcador, haciéndole un swing inusitado a un pitcheo con cuenta de 3-0.
Soler añadió un rodado productor en la segunda entrada, cuando Duvall descargó un cuadrangular de dos carreras. La pizarra se colocó 5-0 y los Bravos habían hecho historia en octubre, como el único equipo que ha anotado en cada uno de los primeros tres innings de un Clásico de Octubre.
Para ese momento, los bates de los Bravos eran los únicos que hacían ruido, junto con algunos escasos seguidores de Atlanta, perdidos en un mar de jerseys anaranjados.
Entonces, todo marchaba bien para los Bravos. Pero el béisbol es un deporte caprichoso, donde el destino puede cambiar más rápido que la trayectoria de una curva.
En la parte baja de la tercera entrada, Atlanta sufrió un duro golpe.
Tras ponchar a Altuve, Morton hizo una mueca y dio un paso descompuesto. Resultó que un rodado del cubano Yuli Gurriel, que lo había golpeado en el segundo inning, había hecho más daño del que se esperaba.
El lanzador sufrió una fractura de peroné y se perderá el resto de la Serie Mundial, cuyo segundo juego se llevará a cabo este miércoles.
Max Fried abrirá por los Bravos, frente al derecho mexicano José Urquidy.
“Tenemos que olvidarnos de este juego, volver y percatarnos de que hay un mañana. Eso es lo bello del béisbol”, dijo el manager de Houston, Dusty Baker, de 72 años. “Mañana será otro día y, ¿quién sabe? Así tenemos que verlo. La pelota va a rebotar a nuestro favor mañana”.
Por los Bravos, el cubano Soler de 5-2 con una anotada y dos impulsadas. El puertorriqueño Eddie Rosario de 5-2 con una anotada.
Por los Astros, el venezolano Altuve de 5-0. Los cubanos Yordan Álvarez de 3-1 con una anotada, Gurriel de 4-2. Los puertorriqueños Correa de 3-0 con una remolcada, Martín Maldonado de 2-0.