El Paso y Ciudad Juárez viven ahora las consecuencias del aumento en el número de casos por COVID-19 y ha puesto de relieve lo intrincadas que son las conexiones entre las dos ciudades desde el punto de vista económico, geográfico y cultural, ya que mucha gente va y viene a través de la frontera para ir de compras o visitar a su familia.
Por Lisa Marie Pane Y Acacia Coronado
AUSTIN, Texas, EE.UU. (AP) — Un marcado aumento de casos de coronavirus está llevando al límite a los hospitales de las ciudades fronterizas de El Paso y Ciudad Juárez, poniendo a los funcionarios de salud de Texas y México ante desastres gemelos en un área metropolitana fuertemente vinculada de 3 millones de personas.
Los funcionarios de salud culpan del aumento a las reuniones familiares, a que múltiples generaciones viven en el mismo hogar y a los jóvenes que salen a comprar o a hacer negocios.
La crisis, que es parte del resurgimiento del virus en casi todo Estados Unidos, ha creado uno de los brotes más activos de América del Norte y ha puesto de relieve lo intrincadas que son las conexiones entre las dos ciudades desde el punto de vista económico, geográfico y cultural, ya que mucha gente va y viene a través de la frontera para ir de compras o visitar a su familia.
“Somos dos ciudades… podemos decir siamesas”, dijo Roberto Melgoza Ramos, residente de Juárez, cuyo hijo se recuperó de COVID-19 después de tomar un cóctel de remedios caseros y medicamentos recetados. “No puedes cortar a Juárez sin perjudicar a El Paso, y no puedes cortar a El Paso sin perjudicar a Juárez ”.
En El Paso, las autoridades han instruido a los residentes a quedarse en casa durante dos semanas y han impuesto un toque de queda desde las 10 p.m. Además, están montando docenas de camas de hospital en un centro de convenciones.
Asimismo, el Centro Médico Universitario de El Paso erigió tiendas de aislamiento con calefacción para tratar a los pacientes con coronavirus. Ryan Mielke, director de asuntos públicos, dijo que el hospital tenía 195 pacientes con COVID-19 hasta el martes, en comparación con los menos de tres docenas de hace menos de un mes, y “sigue creciendo cada día, cada hora”.
En Ciudad Juárez, el Gobierno mexicano está enviando hospitales móviles, respiradores y doctores, enfermeras y especialistas en enfermedades respiratorias. También está colocando un hospital dentro del gimnasio de la universidad local para ayudar con el aumento de casos.
Juárez ha reportado más de 12 mil infecciones y más de mil 100 muertes, pero se cree que las cifras reales son mucho más altas, porque las pruebas de COVID-19 se hacen en una cantidad extremadamente limitada. El condado de El Paso registró cerca de mil 400 nuevos casos el martes, apenas debajo del récord del día anterior de mil 443. El condado tenía 853 pacientes hospitalizados por el nuevo coronavirus el lunes, frente a los 786 del día anterior.
Incluso el Alcalde de Ciudad Juárez, Armando Cabada, se ha contagiado. El mandatario local fue diagnosticado con COVID-19 en mayo y parecía haberse recuperado, pero la semana pasada fue hospitalizado por una inflamación en los pulmones.
La semana pasada, Chihuahua, que alberga a Ciudad Juárez, se convirtió en el único estado de México que volvió a su nivel más alto de alerta sanitaria, o rojo, bajo el cual la mayoría de los servicios no esenciales deben cerrar y se exhorta a la gente a quedarse en casa.
También hay restricciones a las actividades en Ciudad Juárez, pero han sido difíciles de aplicar en la extensa ciudad que alberga cientos de plantas que fabrican electrodomésticos, autopartes y otros productos las 24 horas del día.
Estados Unidos y México acordaron hace meses restringir el tránsito transfronterizo a las actividades esenciales, pero ha habido pocas pruebas de que México haya impedido la entrada a alguien. Otras ciudades fronterizas mexicanas se han quejado de la entrada de personas procedentes de ciudades estadounidenses donde existen brotes de coronavirus.
El doctor Héctor Ocaranza, la autoridad sanitaria de la ciudad y condado de El Paso, dijo que la cultura fuertemente latina de la ciudad, que valora los lazos familiares, ha sido un factor que ha contribuido a la propagación del coronavirus. Las personas menores de 40 años van a trabajar y participan en otras actividades, luego visitan a sus familiares mayores y les contagian el virus, comentó.
La mayoría de los hospitalizados tienen más de 60 años, pero los adultos jóvenes constituyen casi la mitad del total de casos, señaló Ocaranza.
La semana pasada, el alcalde de Ciudad Juárez envió una carta al Secretario de Relaciones Exteriores de México para pedirle que prohibiera la entrada de extranjeros, especialmente de estadounidenses, porque “los cruces realizados indiscriminadamente están contribuyendo de manera muy activa a la expansión del virus”.
México ha reportado al menos 89 mil 100 muertes confirmadas por COVID-19, aunque las autoridades estiman que probablemente otras 50 mil han fallecido a causa del virus. El presidente Andrés Manuel López Obrador decretó tres días de duelo nacional por las víctimas de COVID-19, que coinciden con la celebración del Día de Muertos que comienza este fin de semana.
En Estados Unidos, la mortal oleada otoñal sobre la que los funcionarios de salud habían estado advirtiendo durante meses se ha hecho patente, en parte por el hartazgo de la población a usar mascarillas y practicar el distanciamiento social, así como por el clima frío, que hace que las personas pasen más tiempo en interiores, donde el virus se puede propagar más fácilmente.
El promedio de nuevos casos por día en Estados Unidos se ha disparado más del 40 por ciento en las últimas dos semanas, de alrededor de 49 mil a unos 70 mi. Las muertes por día han subido de alrededor de 700 a casi 800.
Los casos están aumentando en todos los estados excepto en Hawai, y las muertes han aumentado en 34 entidades. Los estados que tienen las tasas más altas de infecciones recién confirmadas son sobre todo los de la región centro norte y de las planicies.
El virus ha matado a más de 225 mil personas en Estados Unidos e infectado a más de 8.7 millones, por mucho los totales más altos del mundo, según las cifras compiladas por la Universidad Johns Hopkins.