Cuando una persona habla, tose o estornuda emite dos tipos de gotas respiratorias al aire, las de mayor tamaño (gotículas), que se sabe que son una vía de contagio, y otras mucho más pequeñas, los aerosoles, que viajan más lejos y permanecen más tiempo en el aire.
Madrid, 27 de oct (EFE).- La transmisión de la COVID-19 por aerosoles sigue sin contar con la unanimidad de la comunidad científica y a este debate se suma un estudio que señala que las microgotas de aerosol “no parecen ser extremadamente eficientes en la propagación” del coronavirus.
Un estudio, que firman físicos y médicos del Instituto Van der Waals-Zeeman de la Universidad de Ámsterdam, realizó modelos de la transmisión del SARS-CoV-2 en espacios cerrados y sugiere que “la transmisión de aerosoles no es una ruta muy eficiente”.
Cuando una persona habla, tose o estornuda emite dos tipos de gotas respiratorias al aire, las de mayor tamaño (gotículas), que se sabe que son una vía de contagio, y otras mucho más pequeñas, los aerosoles, que viajan más lejos y permanecen más tiempo en el aire, aunque sobre estas aún no hay consenso.
El equipo usó tecnología láser para medir la distribución de las gotas liberadas. Los participantes hablaron o tosieron en un rayo láser y se utilizó una boquilla de chorro para imitar pequeñas microgotas de aerosol, para poder medir cómo se propagan y la probabilidad de que transmitan el coronavirus.
El estudio indica que “aunque las microgotas persistentes no están ciertamente libres de riesgo, debido a su pequeño tamaño contienen menos virus que las gotas más grandes que se producen cuando alguien tose, habla o estornuda directamente sobre nosotros”, señaló Daniel Bonn, uno de los autores, en un comunicado del Instituto Estadounidense de Física.
Además, dijo que “basándonos en los conocimientos actuales, vemos que, en lo que respecta a los aerosoles, es relativamente seguro entrar en edificios modernos bien ventilados, como aeropuertos, estaciones de tren, oficinas modernas, etcétera”.
La ventilación moderna -agregó- hace que “el riesgo de infección por aerosol no sea muy grande. La cantidad de virus en las gotitas pequeñas es relativamente pequeña, lo que significa que se vuelve peligroso si estás en una habitación mal ventilada durante un tiempo relativamente largo con una persona infectada o después de que una persona infectada haya tosido allí”.
Si alguien entra en un espacio incluso unos pocos minutos después de que un portador levemente sintomático del coronavirus haya tosido en esa zona, la probabilidad de infección es “bastante baja” y es incluso menor si esa persona solo estaba hablando, señalaron los investigadores.
Los investigadores reconocen que los hallazgos del estudio son “necesariamente subjetivos”, pero esperan que proporcione algún contexto para que la gente considere su seguridad durante la pandemia.
Sobre el papel de los aerosoles en la trasmisión del SARS-Cov-2 aún no existe consenso, aunque muchos son los científicos que consideran que hay evidencias suficientes, como los que a comienzos de mes firmaron un carta en este sentido que publicó la revista Science.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que ese tipo de transmisión puede producirse en cierto tipo de entornos, en particular en espacios cerrados, llenos de gente y mal ventilados donde las personas pasan mucho tiempo.