Se extiende como una plaga lenta e imparable. Hablamos del síndrome del túnel carpiano, un doloroso problema asociado a algunos tipos concretos de trabajo -como el que realizas con la computadora.
Ciudad de México, 27 de octubre (TICBeat).- Largos días de trabajo sedentarios en posición sentada, contacto excesivo con pantallas tecnológicas durante jornadas completas o movimientos repetitivos ligados al ratón y al teclado cristalizan en lo que se conoce como síndrome del túnel carpiano (CTS, por sus siglas en inglés), una enfermedad dolorosamente contemporánea.
Se trata de una dolencia en la muñeca que se asocia con actividades repetitivas de la mano, incluyendo el excesivo trabajo con el teclado y otros periféricos. También determinados deportes, instrumentos musicales o movimientos reiterados al trabajar -como los relacionados con fábricas o líneas de ensamblaje- ocasionann la hinchazón de los tendones, estrechando el túnel carpiano.
Esta afección se caracteriza por la existencia de una presión excesiva en el nervio mediano, responsable de permitir la sensibilidad y el movimiento a diversas partes de la mano como la palma o dedos como el pulgar, el índice o el medio. Esta dolencia puede provocar entumecimiento, hormigueo, ardor, rigidez, debilidad, o daño muscular en la mano y dedos.
En algunas personas se produce porque el nervio es pequeño de nacimiento. Entre otros factores que pueden propiciar el síndrome hallamos la retención de líquidos -especialmente durante el embarazo o menopausia-, obesidad, tumores o quistes e la muñeca, fracturas de huesos, artritis reumatoide o alcoholismo. Los factores metabólicos, como una glándula pituitaria hiperactiva o una glándula tiroides poco activa, también pueden inducir ese tipo de reacción corporal. Se suele manifestar en personas con edades comprendidas entre los 30 y 60 años de edad, presentando mayor prevalencia en mujeres.
Para diferenciar el síndrome del túnel carpiano de una tendinitis común hay que atender al factor del entumecimiento, el hormigueo y la quemazón, propios del síndrome. La sensación de dolor o tirantez es propia de ambos problemas, pero los tratamientos son drásticamente diferentes. Una lesión en el tendón puede requerir una combinación de descanso y terapia física.
Por su parte, el síndrome del túnel carpiano requiere un enfoque diferente, como el uso de una férula especializada que elimine la presión del túnel carpiano y que logre que el nervio vuelva a funcionar correctamente tras unas pocas semanas. Los casos más extremos pueden requerir tratamiento con antiinflamatorios o una pequeña intervención quirúrgica.
Una investigación reveló que las personas que tienen trabajos de cuello azul son más propensas a sufrir el síndrome del túnel carpiano, mientras que otro estudio británico descubrió que los empaquetadores, trabajadores de líneas de ensamblaje, empleados de procesamiento de alimentos y aquellas personas que usan herramientas de energía vibratoria tienen más probabilidades de padecer este problema.