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El bikini del futuro: limpia el océano mientras nadas

27/10/2015 - 12:00 am

Un grupo de ingenieros y diseñadores inventaron un traje de baño con tecnología que permite absorber todos los contaminantes en el agua mientras nadas, sin causar un daño en el usuario, ¿Cómo funciona?

Resultaron ganadores en un concurso de tecnología ponible o wearable. Imagen: Reshape 2015
Resultaron ganadores en un concurso de tecnología ponible o wearable. Imagen: Reshape 2015

Por Carla Herreria

Ciudad de México, 27 de octubre (SinEmbargo/HuffPost).- Veintisiete horas después de que llueve, un “coctel tóxico” de contaminantes de la tierra, incluidos pesticidas, herbicidas y aguas residuales contaminadas con materia fecal se escurren hacia el océano, de acuerdo con la Fundación Surfrider.

La exposición a estos contaminantes junto con los miles de derrames de petróleo y químicos que tienen lugar en el mundo cada año, puede hacer que los seres humanos enfermen y causar un grave daño a la vida marina.

¿Qué tal si pudieras limpiar un poco de ese desastre simplemente yendo por un chapuzón?

Un equipo de ingenieros de la Universidad de California en Riverside, hizo equipo con la firma de diseño Eray/Carbajo para aportar un granito de arena en la lucha contra la contaminación oceánica con un nuevo invento: el SpongeSuit (traje de baño esponja).

El SpongeSuit que recientemente ganó el primer lugar en la Competencia de Tecnología Ponible RESHAPE 2015, está hecho de materiales basado en carbón, conocido simplemente como “la Esponja”. El material repele el agua mientras que absorbe los contaminantes dañinos, según un comunicado de la Universidad.

La Esponja se deriva a partir de sacarosa climatizada, una forma de azúcar. Según la presentación del producto en la competencia, ésta tiene una estructura altamente porosa que puede absorber “todo menos agua” y contener hasta 25 veces su propio peso.

Mihri y Cengiz Ozkan, un matrimonio de profesores de ingeniería en la Universidad de California, trabajaron en la esponja con otros dos investigadores. El equipo concibió originalmente el material absorbente como una manera de desalinizar el agua o limpiarla de los derrames de petróleo y químicos.

Han estado trabajando en múltiples productos arquitectónicos que usarían la Esponja cuando escucharon de la Competencia de Tecnología Ponible, que los hizo decidir empezar por lo más pequeño.

“¿Por qué no crear un traje de baño proactivo con el medio ambiente y limpie mientras nadas?”, dijo Inanc Eray, arquitecto fundador de Eray/Carbajo al Huffington Post.

Las esponjas entran en un modelo impreso en 3D. Ilustración: Eray Carbajo/UCR Today
Las esponjas entran en un modelo impreso en 3D. Ilustración: Eray Carbajo/UCR Today

Para hacer el traje de baño, Eray y sus socios tomaron el material Esponja y lo metieron en una jaula elástica impresa en 3D con la forma de un traje de baño.

El producto final tiene dos milímetros de espesor, con una superficie estimada de 250 centímetros cuadrados y pesa tan sólo 54 gramos.

Mihri Ozkan dice que el SpongeSuit se puede reutilizar un promedio de 20 veces antes de perder sus cualidades absorbentes. Una vez que está saturado, el material simplemente dejará de absorber los contaminantes.

Con el fin de vaciar el material de los contaminantes absorbidos, la esponja debe ser calentada a una temperatura de más de mil grados Celsius, o más de 1.832 grados Fahrenheit.

Dado que ese tipo de calor no es exactamente accesible para el comprador promedio de bikini, las jaulas elásticas del traje de baño están diseñados para facilitar la extracción del material de la esponja utilizada. Una vez que la almohadilla ha absorbido todo lo posible, el usuario puede reemplazarlo con un nuevo filtro de esponja y reciclar el antiguo, según el comunicado de prensa de la UCR.

La universidad, que ha presentado las patentes para la invención, también afirma que todos los contaminantes absorbidos por el SpongeSuit no tocarán la piel del usuario, ya que serán atrapados dentro de los poros interiores del material, evitando que el usuario se vea afectado por los niveles concentrados de contaminantes.

Mientras que los creadores del producto planean producir en masa el SpongeSuit, junto con una variedad de trajes de baño similar, y venderlo al público a un bajo costo, el cual no han dado a conocer de manera oficial.

“El material Esponja en sí mismo en de muy bajo costo, ya que su principal precursor es el azúcar”,explicó en un correo electrónico Cengiz Ozkan. “Las almohadillas de reemplazo serán muy asequibles, sobre todo cuando estamos hablando de fabricación en gran escala”.

Ozkan también insistió en que “no hay ninguna sensación de malestar inusual” que resulte de llevar un bikini que se pone más pesado con cada baño.

Hasta el momento, el equipo sólo ha usado la esponja para el traje de baño, pero Eray/Carbajo está buscando más formas de crear productos de limpieza de océano con él.

“A nivel individual, tablas de surf y otros artefactos para nadar son los próximos pasos para explorar,” dijo Eray. “A gran escala, la incorporación de esta tecnología en la arquitectura naval creará una oportunidad para crear un mayor impacto”.

Pero aun cuando los inventores tienen buenas intenciones con respecto al SpongeSuit, por lo menos un experto está escéptico acerca de su efectividad en limpiar el océano y el cómo serán desechadas las almohadillas usadas.

Chelsea Rochman, ecólogo marino y experto en ecotoxicología en la Universidad de California en Davis, dice que el éxito de la SpongeSuit dependerá de lo bien que absorba los contaminantes en relación con otros elementos ya utilizados en el océano, tales como las tablas de surf y las hechas de espuma.

“También me pregunto cuántos trajes tendrían que estar allá afuera para hacer una diferencia”, agregó.

Sin embargo, reconoció que dada la magnitud del problema, cualquier pequeña ayuda puede apoyar. Los océanos, dice Rochman, son como un inodoro gigante recogiendo desechos, “casi cualquier contaminante preocupante se puede encontrar en el océano, incluyendo sus áreas remotas”, dice ella.

“Vale la pena intentarlo”, continuó, “si de verdad es seguro y hay maneras saludables de desecharse, tiene sentido para la gestión de residuos”.

 

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