Investigadores de la UNAM explicaron que la “falla Plateros-Mixcoac” es la responsable de los 23 microsismos, con magnitudes de entre 1.1 a 3.2 grados de magnitud, que se registraron en varias alcaldías de la Ciudad de México durante diciembre de 2023 y enero de 2024.
Ciudad de México, 27 de septiembre (SinEmbargo).- En los últimos días el poniente y sur de la Ciudad de México se han visto afectados por varios microsismos, los cuales se han presentado con mayor frecuencia en el último año. Según datos de especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que están a cargo del Servicio Sismológico Nacional (SSN), la responsable de estos movimientos es la recién descubierta falla “Plateros-Mixcoac”, que se suma a otras cuatro que han sido identificadas en años recientes.
Este jueves 26 de septiembre, tuvo lugar una cadena de microsismos que se percibió en algunas partes de la capital, provocando que miles de personas salieran a las calles. De acuerdo con el SSN, un microsismo, de magnitud 2.4 se registró a las 10:26 horas con epicentro a dos kilómetros al oeste de la Alcaldía Benito Juárez. Horas después se volvieron a registrar otros dos.
Este viernes, Myriam Urzúa, titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), expuso que actualmente se tienen identificadas cinco fallas geológicas activas, que son las de Mixhuca, Santa Catarina, San Lorenzo Tezonco, Copilco y Plateros-Mixcoac.
A su vez, el Jefe de Gobierno, Martí Batres, dijo que existen una falla en los límites de Benito Juárez y Miguel Hidalgo, adicional a Plateros-Mixcoac. “Una que hace frontera entre Benito Juárez y Álvaro Obregón y otra que hace frontera entre Benito Juárez y Miguel Hidalgo, estas son las que han tenigo alguna actividad en estos días”, indicó Batres.
Aunque desde 2019 este tipo de fenómenos se han presentado con regularidad en la capital mexicana, fue en 2023 cuando se registraron con mayor frecuencia en esta ciudad, específicamente en la zona que comprende las alcaldías Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, Benito Juárez y Miguel Hidalgo, e incluso en Coyoacán.
De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional entre 2023 y 2024 se tienen contabilizados 137 sismos de baja intensidad: “52 en lo que va del presente año y 85 el año pasado”, reportó la Gaceta UNAM.
Delia Iresine Bello Segura, integrante del Área de Análisis del SSN, explicó en la misma edición que a pesar de que “el término ‘microsismo’ no existe en la literatura de sismología”, es así como se le ha denominado de manera popular.
Por su parte, Víctor Hugo Espíndola Castro, responsable del Área de Análisis del SSN, destacó que estos movimientos son percibidos como “jaloneos”, debido a que su duración es de una fracción de segundo, por lo que no causan mayores afectaciones a la población, aunque sí podrían producir daños estructurales.
Fue en 2017, cuando el Centro de Geociencias de la UNAM llevó a cabo un estudio que reveló cómo en la capital mexicana existen cuatro fallas geológicas importantes que se ubican en Mixhuca, Santa Catarina, San Lorenzo Tezonco y Copilco. Además, los especialistas detectaron que tras el terremoto del 19 de septiembre de ese año hubo una reactivación de las fallas geológicas en la ciudad.
“Tras el terremoto del 19 de septiembre de 2017 –ocurrido en la frontera entre Morelos y Puebla, y de magnitud 7.1– detectamos una reactivación de fallas geológicas por largo tiempo inactivas. Es probable que en algunos años más vuelva a disminuir la actividad en la región de la Sierra de las Cruces y, después, se vuelva a activar”, explicó Bello Segura.
A esta situación se suma otro hallazgo realizado por especialistas de la UNAM, mismo que tuvo lugar a inicios de este 2024, como parte de una investigación que aún continúa, cuando dieron a conocer una nueva falla, a la que denominaron “Plateros-Mixcoac”, la cual sería la responsable de los movimientos telúricos que se han presentado en último año.
“Los sismos tectónicos se ocasionan por esfuerzos inmensos al interior de la Tierra. Los seguimos estudiando a fin de entender cómo funcionan las fallas de la Ciudad de México y la sismicidad del país en general”, comentó Espíndola Castro. En tanto, Bello Seguran destacó que las fallas geológicas de cualquier región pueden permanecer “inactivas” por largos periodos, pero se vuelven a reacomodar si se presenta algún sismo de gran magnitud.
Incluso, artículos científicos han recopilado que desde 1980, tras la instalación de la red de sensores sísmicos, se empezaron a detectar temblores locales, particularmente en la zona de Mixcoac, aunque también se han reportado en las alcaldías Iztacalco, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Xochimilco, Tlalpan y Tláhuac.
En diciembre de 2023, por ejemplo, se reactivó una secuencia o enjambre sísmico, como también es conocido. Durante ese mes fueron perceptibles varios episodios de ese fenómeno, que, como antecedente, se habría presentado desde marzo de ese mismo año y que se asemejan a eventos similares ocurridos en 1980, según explicó Arturo Iglesias Mendoza jefe del SSN.
Tras estos sucesos, investigadores de la UNAM señalaron que la “falla Plateros-Mixcoac” fue la responsable de los 23 microsismos, con magnitudes de entre 1.1 a 3.2 grados de magnitud, que se registraron en varias alcaldías de la Ciudad de México durante diciembre de 2023 y enero de 2024. Esta falla inicia en Lomas de Plateros, al poniente de Anillo Periférico, y atraviesa tanto avenida Revolución como el Circuito Interior.
Los especialistas explicaron que la reactivación de fallas geológicas en la zona, de las cuales algunas no están mapeadas, puede ser consecuencia de “la acumulación de tensión regional, el hundimiento del valle de México y la recarga del acuífero que alimenta a la zona metropolitana”, según el reporte titulado “El rompecabezas de la sismicidad del poniente de la Ciudad de México”.
En ese informe, los investigadores sostienen la hipótesis de que los grandes sismos, con epicentro en la costa, han propiciado condiciones de desequilibrio, actuando como precursoras de movimientos telúricos locales, por lo que el Instituto de Ingeniería colocó estaciones de registro sísmico con sensores de velocidad y aceleración, para poder relocalizar los epicentros de los microsismos.
Fue entonces cuando realizaron un recorrido por la zona afectada, en la cual se halló una grieta de más de un kilómetro de longitud: la “falla Plateros-Mixcoac”.
Los expertos detallaron que el patrón es similar al desplazamiento permanente generado por una falla de tipo normal, que puede ser independiente y que no había sido identificada con anterioridad, aunque sí sugerida por muchos autores, por lo que continúan con la investigación para determinar las dimensiones y el potencial de la grieta.
En diversas ocasiones, los expertos han subrayado que debido a la cercanía y rapidez con la que ocurren los microsismos en la Ciudad de México, no es posible que sensores, que forman parte del sistema que integra la Alerta Sísmica, detecten movimiento, por lo que esta alarma no logra activarse, ya que esta señal requiere de condiciones específicas para que suene.