Vidulfo Rosales, abogado de los padres de los 43, informó que el padre de Alexander se alejó de la Normal, luego de la identificación de los restos de su hijo, pero mantiene una relación fraterna con los padres y madres que continúan en la lucha, y que lo invitan a actividades específicas.
Indicó que los padres, madres y estudiantes de Ayotzinapa lo acompañaron en la comunidad de El Pericón, municipio de Tecoanapa, en los funerales de su esposa, y su hijo que falleció en un accidente automovilístico.
Por Lourdes Chávez
Chilpancingo/Ciudad de México, 26 de septiembre (ElSur/SinEmbargo).- Los fragmentos óseos que permitieron la identificación de uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, Alexander Mora Venancio, fueron prácticamente destruidos en el proceso de extracción nuclear de ADN al que fueron sometidos en la Universidad de Innsbruck, Australia, y su padre el señor Ezequiel Mora Chávez ha atravesado momentos muy difíciles por no tener los restos del menor de sus hijos para cerrar el duelo.
El abogado de los padres y madres de los estudiantes desaparecidos, Vidulfo Rosales Sierra, dijo que la identidad quedó plenamente establecida en la comparación del perfil genético con las muestras de sus dos hermanos, Omar y Hugo, y su padre.
Sin embargo, los fragmentos eran tan pequeños, de centímetros de diámetro, apenas suficientes para el análisis y se agotaron durante el estudio. Entonces, diciembre de 2014, el señor Ezequiel se negó a recibir la explicación de los peritos, decidió dejar el tema para otro momento.
“No hay cómo más avanzar en el cierre con el padre de familia que ha enfrentado muchas dificultades, es muy doloroso para don Ezequiel, si hubiera tenido los restos habría un cierre de otra naturaleza”, consideró.
Ante un tema tan complicado, el movimiento por la presentación de los 43 resolvió respetar su dolor y su decisión.
En consulta telefónica precisó que el padre de familia se alejó de la escuela pero mantiene una relación fraterna con los padres y madres que están en la normal, y que lo invitan a actividades específicas. Confió en que hoy acuda a la marcha nacional en la Ciudad de México para protestar a cuatro años de ausencia de los normalistas.
Asimismo indicó que los padres, madres y estudiantes de Ayotzinapa lo acompañaron en la comunidad de El Pericón, municipio de Tecoanapa, en los funerales de su esposa, y su hijo que falleció en un accidente automovilístico.
Rosales Sierra explicó que Alexander Mora es reivindicado como parte de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, porque no se sabe de dónde salieron los fragmentos óseos que sirvieron para su identificación.
Denunció que la cadena de custodia de la evidencia forense del hallazgo se rompió y “mientras no se aclare, sigue siendo desaparecido”.
Estos fragmentos son elementos claves para el esclarecimiento de los ataques del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala. Es un vínculo con los estudiantes desaparecidos y fue usado por la PGR para insistir en su teoría del caso, agregó.
Según la PGR los estudiantes fueron atacados y 43 detenidos por policías municipales de bajo rango de Iguala y de Cocula, que los entregaron a integrantes de la banda de narcotraficantes Guerreros Unidos y éstos los habrían asesinado la misma noche, quemado hasta las cenizas en el basurero de Cocula y lanzados los restos en bolsas de plástico al río San Juan, porque consideraron que entre los normalistas había infiltrados de un grupo criminal rival.
Rosales Sierra aclaró que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que era parte del equipo de peritos de la PGR en los trabajos en el basurero de Cocula, y cuando los llamaron para recolectar la evidencia encontrada en el río San Juan, encontraron que los restos ya estaban sobre una mesa.
Señaló que el origen de la evidencia no es claro en el expediente, “se hablaba de buzos de la Armada de México que lo sacaron del río, pero no hay registros documentales de quiénes son los marinos que rescataron la evidencia del río, ni a qué Ministerio Público lo entregaron, “la cadena de custodia está rota en se punto”.
Además, de acuerdo con la información periodística emitida por las autoridades un soldado de la Marina falleció en estas maniobras, y es la fecha que no se conoce el nombre del militar ni las circunstancias concretas de la muerte.
El abogado de las víctimas opinó que el Gobierno federal quiso romper el vínculo, y no hay ninguna prueba de que el resto de Alexander haya sido sacado de una bolsa encontrada en el río San Juan, “cualquiera pudo haber manipulado ese dato de prueba”.
Otro elemento es que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) descubrió después, en un video tomado por reporteros, que un día antes de reportar el descubrimiento de cuatro las bolsas con cenizas en el río San Juan, el director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, Tomás Zerón de Lucio estuvo en la escena con uno de los detenidos, Agustín Reyes, El Chereque, el 28 de octubre de 2014.
Advirtió que el funcionario sacó ilegalmente de la agencia del Ministerio Público, lo llevó al río San Juan y nunca se registró la diligencia en el expediente.
Por esta irregularidad se inició un procedimiento de investigación interna en la PGR, que concluyó en sanciones administrativas a trabajares subalternos a Zerón de Lucio.
El defensor aclaró que la irregularidad implicó mínimo un delito penal por evasión de presos, y la sanción administrativa, lo que es prueba de la falta de voluntad política del gobierno federal para descubrir la verdad. Al contrario, buscaron ocultarla con una mentira.
Además, señaló que después de haber estado en el río San Juan, Agustín Reyes resultó con más lesiones de las que ya tenía al momento de su detención, y cuando hizo su declaración no tuvo un defensor de oficio.
El caso de Agustín Reyes fue documentado después en la investigación Doble Justicia sobre las violaciones a derechos humanos en la investigación del caso Ayotzinapa, de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En dicho informe se establece que de acuerdo con los datos de los expedientes médicos, las lesiones de Agustín Reyes eran consistentes con actos de tortura o malos tratos.
Entre otros casos la Oficina hizo referencia a uno en el que existen señalamientos sobre el fallecimiento de un detenido a consecuencia de la tortura a la que fue sometido.
Rosales Sierra indicó que se trata de Alejandro Blas Patiño que fue aprehendido por soldados de la Marina con otras personas, en la declaración de uno de los efectivos, indicó que esta persona murió al lanzarse de un techo al tratar de huir.
Los detenidos con él señalaron que atestiguaron que murió por asfixia con bolsas en la cabeza y por múltiples golpes.