Lunes 26 de septiembre de 2016. Eran las seis y media de la tarde. Durante dos horas miles habían marchado en la Ciudad de México. A esas horas, exactamente dos años antes, 43 normalistas de la Escuela Rural "Raúl Isidro Burgos" de Ayotzinapa "todavía estaban a salvo", enfatizó uno de los padres durante el mitin. Después, 24 meses atrás, comenzaría la pesadilla que continúan cargando hasta hoy; la constante y angustiosa duda: ¿dónde están sus hijos? Durante todo este tiempo de sufrimiento, siguen sin saberlo.
Ciudad de México, 27 de septiembre (SinEmbargo).– Dos años de sufrimiento, dos años de mentiras, dos años de no poder abrazar a sus hijos, dos años de recorrer cada parte del país buscándolos, expresaron. Como padres, compartieron, ha sido una eternidad despertar a diario con la misma angustia y desesperación.
Después de la masiva manifestación que partió del Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo de la Ciudad de México, los familiares de los normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, expresaron su sed de justicia al mismo tiempo en que, 24 meses atrás, comenzaba la pesadilla: seis muertos, dos heridos de gravedad y 43 borrados de la vista. 26 de septiembre de 2014 no se olvida; una fecha más para no olvidar.
"Hace dos años, a estas horas [6:40 de la tarde], nuestros hijos todavía estaban a salvo. No sabían lo que el pinche Gobierno les iba a hacer", declaró Epifanio Álvarez, uno de los papás. "Este día todavía estaban en la escuela, pero desgraciadamente les pasó lo peor: la desaparición", dijo otro padre, Mario César González Cabrera.
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Ahora, "es un dolor impresionante el que sentimos minuto a minuto por no saber nada de ellos. Como hombres también lloramos... maldito Estado corrupto", añadió.
Sentados en el templete, a un lado de la plancha del Zócalo, lucían el rostro de alguien que ha llorado por años. Vestían chalecos rojos con la leyenda que ilustra su estado anímico: "Nos faltan 43".
Los miles de ciudadanos que marcharon, los carteles que portaban, las paredes pintadas a lo largo de la manifestación, los padres... todos coincidieron en asegurar que hace más de 600 días, "fue el Estado" el autor de la desaparición forzada de aquellos jóvenes que apenas cursaban el primer semestre en la Escuela Rural "Raúl Isidro Burgos".
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Los padres también están de acuerdo en que, a pesar del desgaste de la lucha, seguirán exigiendo justicia, castigo y verdad. Hasta encontrarlos. Hasta que sean juzgados el Presidente Enrique Peña Nieto, el ex Procurador Jesús Murillo Karam, el ex Gobernador de Guerrero Ángel Aguirre Rivera y el ex director de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón de Lucio.
"Esto no va acabar como Peña pensó. Esto le va a pesar; que no quede impune", aseguró Epifanio. "Son estudiantes, son inocentes; tienen que estar vivos", expuso muy seguro.
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"AYOTZINAPA SOMOS TODOS"
Mientras comenzaba el mitin, alrededor de las seis y media de la tarde, parte del inmenso contingente seguía marchando por avenida Reforma. Dos horas y media de miles de mexicanos unidos para demandar justicia y mostrar que su desaparición no ha sido olvidada. En otras partes del mundo también recordaron aquella noche en Iguala.
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Jóvenes, adultos, ancianos; caminando, rodando en bicicleta; estudiantes de preparatoria o universidad, miembros de sindicatos o de organizaciones, todos avanzaban y gritaban entre banderas, carteles, tamborazos y consignas.
"Gobierno farsante, asesino de estudiantes", vociferaban unos. "Hombro con hombro, codo con codo –como se ha repetido durante meses– Ayotzinapa somos todos".
La tarde de ayer, a pesar de que las grises nubes volaban amenazantes arriba de la gran marcha, no llovió. Solo un viento fuerte movió las banderas de un México en blanco y negro.
A lo largo de este tiempo han surgido diversas versiones sobre lo ocurrido aquella noche más allá de "la mentira histórica", como calificó una de las madres ayer durante el mitin. Han habido detenidos, aunque de acuerdo con el GIEI fueron torturados, y si bien han habido funcionarios removidos, Zerón de Lucio fue promovido a otro cargo.
De acuerdo con los manifestantes consultados por SinEmbargo, para que haya justicia, el gobierno debe conocer la historia del país para no cometer los mismos errores; se debe acabar la corrupción; y se deben erradicar los espacios dentro del Gobierno federal donde hay extorsión y relación con el narcotráfico.
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Maximiliano Hernández Cruz, padre, alertó que no van a descansar hasta saber la verdad y el paradero de sus hijos. Durante dos años, contó, han recorrido las calles del país exigiendo al gobierno que les dé una solución al problema que ellos les provocaron. Su vida era diferente hace tres años.
Durante el mitin, todos los padres que emitieron un mensaje, originarios del estado más violento del país [Guerrero], coincidieron en que es necesario no solo la localización de sus 43 hijos, sino también la de los miles de desaparecidos en todo el territorio nacional.
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"Este dolor no queremos que lo viva otra madre. Hay varios desaparecidos en Guerrero", declaró una madre. "Son humanos, no objetos. No tienen precio", expuso Lidia Lejideño.
Tras el mitin de alrededor de una hora, entre el atardecer y el anochecer, los padres se levantaron, se quitaron los sombreros y las gorras, elevaron sus puños izquierdos y entonaron el himno "Venceremos".
"Se levanta el clamor popular / ya se anuncia la nueva alborada / todo el pueblo comienza a luchar / Recordando al maestro valiente / con su ejemplo lo hiciera inmortal / enfrentemos primero a la muerte / traicionar a la Patria jamás / Venceremos, venceremos, mil cadenas habrá que romper / Venceremos, venceremos al Estado sabremos vencer...", cantaron ya con el cielo azul noche.
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Ayotzinapa sigue. La lucha continúa. Dos años...
"Estudiantes, empleados y obreros cumpliremos con nuestro deber / Sembraremos la tierra de gloria / Todos juntos haremos la historia a cumplir a cumplir / Venceremos, venceremos, al Estado sabremos vencer"...