Cocula es clave en la “verdad histórica”. Pero expertos de México y el extranjero la tumban: Ni Innsbruck ni la PGR pueden sostener la “identificación” de Jhosivani
Ciudad de México, 27 de septiembre (SinEmbargo).– Hace más de unos días se habló del supuesto reconocimiento de un elemento óseo de Jhosivani Guerrero de la Cruz, versión que a la fecha la Procuraduría General de la República (PGR) no ha aclarado, puesto que nunca afirmó que el joven fue identificado [que hubiera implicado una interpretación oficial y una figura jurídica] .
Lo que la dependencia dio a conocer el pasado 16 de septiembre fueron resultados de un análisis del laboratorio de Innsbruck aplicados a un resto humano, el cual era “evidencia moderada” [con una verosimilitud de 72] porque carecía de compatibilidad con el estudiante. Sin embargo, el discurso técnico de la Procuradora Arely Gómez González provocó la confusión.
La Procuradora aclaró que leería textualmente el informe de Innsbruck y nunca mencionó la identificación del muchacho. No obstante, medios de comunicación interpretaron los datos emitidos y mal informaron a la sociedad civil. Expertos en el tema explicaron que ningún laboratorio puede determinar el reconocimiento, puesto que sólo se limita a dar porcentajes y cuando existe un grado alto de verosimilitud [arriba de mil] emite una postura, pero quien tiene la última palabra es la autoridad competente.
Organizaciones civiles acusaron a la PGR de dar un mensaje confuso, puesto que contaba con personal que podía detallar y aclarar que con los resultados y el bajo porcentaje de compatibilidad ese resto óseo no podía ser de Jhosivani.
De acuerdo con el perito forense y catedrático de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Christian Mariscal Ramos, por un lado los medios de comunicación difundieron la noticia “Identifican restos de Jhosivani Guerrero de la Cruz”, porque interpretaron los resultados científicos al desconocer información técnica; por otra parte la PGR, a pesar que cuenta con expertos en la materia, no enfatizó que esos resultados describen que existe poca probabilidad genética para que el hueso fuera del joven normalista.
“La Procuradora nunca dijo textualmente que se identificó a Jhosivani. La PGR no hizo una interpretación con los resultados; no informó que hubo una identificación, pero soltó datos técnicos, a pesar que contaba con gente formada en el tema, como las personas de servicios periciales, para explicar la situación a detalle. Pero no sucedió. Con esto pareciera que fue plan con maña”, opinó el maestro Mariscal Ramos.
Por su parte, Felipe de la Cruz, vocero del los padres de familia de los normalistas comentó que “la Procuradora dio línea a la versión y los medios, como les conviene para vender más, se fueron con la verdad histórica”.
En entrevista con SinEmbargo De la Cruz aseveró que ellos siempre tuvieron claro que no podría ser Jhosivani, por eso una de las peticiones que le han hecho al Presidente Enrique Peña Nieto es que si existen datos sobre la investigación, primero se los den a conocer a ellos y luego se difundan.
La experta Ixchel De la Luz Martínez, perito auxiliar en Genética para el Tribunal Superior de Justicia de Morelos (TSJM) e integrante de la Sociedad Latinoamericana de Genética Forense, explicó que los datos dados a conocer por la PGR el pasado 16 de septiembre, “son sujetos a interpretación”.
Desde su experiencia en el sector privado, explicó, la identificación humana por ADN es determinada por la autoridad –como un tribunal–, y no por quienes llevan los análisis científicos.
“Por ejemplo en paternidad, cuando una persona no tiene posibilidades de ser el padre biológico se le considera “Excluido de la paternidad”. Existen otros términos como “coincidencia” o “no coincidencia”, “consistente” o “inconsistente”, etcétera. Existen también índices y probabilidades que definen estadísticamente un resultado, como el “índice de coincidencia” o la “probabilidad de paternidad”. Todos estos términos sirven a la justicia para dictar sentencias o esclarecer casos de acuerdo al grado de certeza de los resultados”, refirió Ixchel De la Luz Martínez, quien también es directora de identidADN.
Y en efecto, hasta el momento lo que se ha dado a conocer son conclusiones científicas de pruebas con términos como: “coincidencia”, “no coincidencia”, “razón de verosimilitud” –por decir algunas–, que parten de probabilidades.
LA EVIDENCIA MODERADA
Gracias a un tercer análisis hecho con un método experimental llamado Secuenciación Masiva Paralela, los expertos del laboratorio de la Universidad de Innsbruck, Austria, encontraron coincidencia genética –obtenida por ADN mitocondrial– entre un resto óseo y la madre del normalista desaparecido Jhosivani Guerrero de la Cruz.
La verosimilitud del ADN mitocondrial fue de 73. Es decir: que es 73 veces más probable que la pieza ósea encontrada provenga del estudiante de Ayotzinapa, a que provenga otro individuo de la población en general.
Sin embargo, en la coincidencia genética mitocondrial del primer normalista reconocido, Alexander Mora Venancio, fue de 1,200. Se trató de “evidencia sólida del perfil de la víctima”, refirió el laboratorio de Innsbruck. En el primer análisis con método en ADN nuclear –cuyo resultado se dio a conocer en diciembre de 2014–, la coincidencia fue de “al menos un billón de veces”.
En resumen: la probabilidad de que se trate de Jhosivani Guerrero de la Cruz es de 72 y para Alexander Mora Venancio es de 1,200, de acuerdo con el mismo laboratorio y con el mismo método de análisis.
El laboratorio de Innsbruck aclaró que los resultados arrojaron “evidencia moderada” y esta indicación fue citada por la Procuradora. Asimismo agregó: “ambas muestras, de referencia 13MR5471-14 y 13MR5472-14, arrojaron resultados de ADN mitocondrial susceptibles a ser interpretados y comparados”.
“Los datos de ADN mitocondrial obtenidos para la muestra ósea 16-29102014, proporcionan evidencia moderada de perfil de la víctima de 16-29102014, coincidente con la madre de la persona desaparecida, Jhosivani Guerrero de la Cruz”, dijo Arely Gómez González, titular de la Procuraduría General de la República.
Arely Gómez no permitió ninguna pregunta de la prensa. Y cerró su discurso, entre otras cosas diciendo: “Los resultados de los científicos de Innsbruck constituyen un paso más en esta investigación y en los esfuerzos en marcha para la comprobación plena de los hechos”.
LOS EXPERTOS ARGENTINOS
Fue el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) quien recomendó al Estado mexicano que los restos fueran entregados al laboratorio de Innsbruck. De hecho, luego de conocer los resultados relacionados con Jhosivani Guerrero de la Cruz, este equipo los respaldó diciendo que “la investigación es de alta calidad científica”.
No obstante, aclaró los términos técnicos que fueron transmitidos por la PGR e hizo pública algunas consideraciones.
“La coincidencia genética por vía mitocondrial hallada por el laboratorio de Innsbruck entre la muestra recuperada de la bolsa que según PGR proviene del Rio San Juan y los familiares de Jhosivani Guerrero de la Cruz, es baja en términos estadísticos”, informó la EAAF, lo cual no contradice en ningún momento a los expertos de Innsbruck, sino que respalda la sentencia que se trata de “evidencia moderada”.
“Sin embargo, en un contexto de caso cerrado (por ejemplo, un accidente de avión con un listado claro de pasajeros que serían los únicos a encontrar en el sitio de recuperación de restos) y considerando que el laboratorio de Innsbruck estableció que cada una de las familias de los 43 normalistas desaparecidos tienen perfiles mitocondriales distintos entre sí, ese resultado podría tener un significado muy importante. No obstante, por el momento, nos encontramos ante un caso abierto, en donde los dos sitios de recuperación de restos (el río San Juan y el Basurero de Cocula) son inciertos y problemáticos”, agregó el Equipo Argentino de Antropología Forense.
Los peritos argentinos explicaron que los sitios de recuperación son inciertos porque ellos no estuvieron presentes cuando los buzos de la Secretaría de Marina y peritos de la PGR recuperaron bolsas con restos en el Río San Juan, Cocula, Guerrero; tampoco participó en el hallazgo del fragmento del cual se obtuvo identificación de Alexander Morea Venancio.
“El EAAF fue convocado por la PGR al lugar cuando ya se encontraba la bolsa de restos abierta y la muestra en cuestión ya se encontraba junto con otras sobre un área de limpieza. La muestra que culminó en la identificación mencionada, se distinguía por su tamaño mayor al resto y especialmente por estar muy poco alterada térmicamente. El EAAF sí participó en la limpieza y análisis de estos restos”, afirmó el equipo argentino.
Los dos restos de los cuales habló la Procuradora Arely Gómez fueron sacados de la misma bolsa, esa que los peritos no fueron testigos del lugar de procedencia. Por ello han pedido una copia del documento de la cadena de custodia de la bolsa pero no le ha sido entregada.
El EAAF agregó que además se encontraron restos de al menos otra persona en el tiradero de Cocula y existen 300 denuncias de desapariciones ocurridas en los últimos cuatro a cinco años en Iguala, por lo que el caso, en términos de técnicos de la investigación, se trata de un caso abierto y no cerrado.
“El valor entonces del resultado obtenido sobre la muestra que podría pertenecer al joven Jhosivani Guerrero de la Cruz disminuye significativamente y sólo puede ser considerada como una posibilidad”, aclaró.
La coincidencia genética mitocondrial entre la muestra ósea 16-29102014 y la madre del joven Jhosivani Guerrero de la Cruz, no fue considerada por el EAAF como un resultado identificatorio definitivo.
LA SOCIEDAD RECLAMA
Familiares de Jhosivani Guerrero de la Cruz, uno de los 43 normalistas desaparecidos y cuyos restos fueron supuestamente identificados por expertos forenses de la Universidad de Innsbruk, Austria, dirigieron una carta a la titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Arely Gómez González, para reclamarle que publicara en los medios de comunicación los resultados de la investigación antes de hablar con ellos, como era su compromiso.
En el documento, reclaman a la Procuradora su “falta de ética profesional… por violar el compromiso que se tiene con el gobierno de dar información primero a las familias y después sacarla a los medios”.
Además la acusan de “querer hacer creer a la sociedad que los restos encontrados sí son de los normalistas”.
Los familiares de Jhosivani se declaran molestos porque se enteraron de la supuesta identificación de los restos del joven a través de los medios de comunicación, y porque ninguna autoridad, “se ha acercado a comunicarnos algo”.
Por su parte, Amnistía Internacional dijo que el mensaje técnico de la PGR expone la sádica estrategia de las autoridades mexicanas para intentar demostrar que están tomando acción en el caso.
“Las alegaciones infundadas por parte de las autoridades mexicanas de que han identificado los restos de Jhosivani huelen a desesperación y a un cruel intento de mostrar que están tomando acción antes del primer aniversario de las desapariciones forzadas de los estudiantes. Parece que están preparados a no detenerse ante nada con tal de lavarse las manos de cualquier responsabilidad sobre una de las más graves tragedias de derechos humanos de la historia reciente de México,” dijo Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional.
“En vez de jugar juegos con las vidas y esperanzadas de los padres de los estudiantes desaparecidos, las autoridades Mexicanas deben realizar un esfuerzo serio y concertado para re encausar las investigaciones y asegurarse que no quede ninguna piedra sin remover hasta que se establezca el paradero de los 43 estudiantes.”