De darse el lavado de dinero con remesas, sería por “montos insignificantes” frente a los casi 60 mil millones de dólares anuales y deben ser detectados por las remesadoras, bancos y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), observaron especialistas.
Ciudad de México, 27 de agosto (SinEmbargo).– El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha celebrado en más de una ocasión el histórico incremento en el nivel de remesas enviadas desde Estados Unidos pese al desempleo y bloqueo en la frontera registrado al inicio de la pandemia.
La organización Signos Vitales, compuesta por el bloque opositor, y una investigación de Reuters basada en casos judiciales y testimonios de “pitufos” sinaloenses sugieren que parte de esos casi 60 mil millones de dólares anuales enviados es lavado de dinero de cárteles del narcotráfico.
Pero el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) y BBVA plantean que las remesas aumentaron mucho más en otros países de América Latina como Argentina y Guatemala que aquí. Además, de darse el ilícito “en hormiga”, pese a la serie de controles de bancos y de las empresas de transferencias citados incluso por la agencia británica, es “ineficiente” y “por montos no significativos” al tener otros métodos como operaciones de comercio exterior simuladas.
“En todas las actividades económicas en México hay acciones irregulares. Lavar dinero con remesas requiere mucho esfuerzo, mucha organización y si hay, no pinta en montos significativos. No se puede negar que lo que documenta el artículo de Reuters ocurre, pero no creo que el monto de remesas involucrado en esas transacciones sea significativo o se note mucho en las cifras que reporta el Banco de México”, dijo en entrevista Jesús A. Cervantes, director de Estadísticas Económicas y Coordinador del Foro de Remesas de América Latina del CEMLA.
En el primer semestre de 2023, el Banxico reportó que los ingresos por remesas fue de 30 mil 238 millones de dólares, un 9.9 por ciento más que los 27 mil 516 millones de dólares reportado en igual lapso del año pasado. En todo 2022 fueron más de 58 mil millones de dólares, de los cuales el 95 por ciento se derivó del trabajo de 7 millones de mexicanos migrantes que mandan un 18 por ciento anual de sus ingresos laborales, dijo Cervantes de acuerdo con un estudio de CEMLA.
El promedio mensual de remesa es de entre 300 y 400 dólares, por lo que una remesa de 8 mil dólares, como cita Reuters, es sumamente rara por los límites de entre 500 y hasta 2 mil dólares establecidos por empresas como Wester Union, a menos que –como dice el reportaje con base en casos judiciales– los empleados estén “coludidos” con los cárteles.
“Para que un pagador de remesas como una tienda departamental y una cadena de supermercados tenga 136 mil pesos [8 mil dólares] en efectivo es mucho muy difícil. Luego dice que lo deposita en bancos, vamos a suponer que lo divide en dos: un depósito de 68 mil pesos ya es muy sospechoso”, comentó Cervantes sobre el caso citado de Reuters.
Considerando ese límite en envíos de remesas y demás controles de remesadoras y bancos, BBVA también descarta lavado de dinero importante por esa vía.
“La logística para organizar a las personas para recibir micro transferencias de dinero, que en promedio oscilan entre los 300 y 400 dólares por operación en las remesas, es muy compleja e ineficiente. Es muy probable que las personas vinculadas a actividades ilícitas tengan medios más sofisticados para transferir recursos”, escribieron los economistas de BBVA, Juan José Li y Carlos Serrano Herrera.
José Cervantes, Coordinador del Foro de Remesas de América Latina del CEMLA, coincidió: “Si alguien del crimen organizado utilizara remesas en montos significativos requeriría cientos de miles de cómplices afuera y adentro del país, lo cual está en chino que se pueda materializar”.
Esta semana el Presidente Andrés Manuel López Obrador calificó de “falsaria” la investigación de un año de Reuters. Su autor, Diego Ore, consultó a la Unidad de Inteligencia Financiera y a la Presidencia sobre los mecanismos de control contra lavado de dinero con remesas, pero no obtuvo respuesta. SinEmbargo hizo lo propio con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que monitorea las transacciones financieras sospechosas, pero al cierre de esta edición tampoco hubo una postura.
El Presidente también criticó el texto de marzo de Signo Vitales, una asociación integrada por opositores a su Gobierno como María Amparo Casar (Mexicanos contra la Corrupción de Claudio X. González) y Enrique Cárdenas, excandidato a la gubernatura de Puebla por el PAN-PRD-Movimiento Ciudadano.
Los dos principales usos de las remesas son para comida y/o vestido, y para salud. En la tercera posición está el uso para gastos de la vivienda, que comprende adquisición, remodelación o mantenimiento, así como compra de bienes y enseres para el hogar, rescata BBVA de la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México (Colegio de la Frontera Norte, 2019), por lo que es “muy exagerado” relacionar el fuerte crecimiento de las remesas con el envío de dinero de actividades ilícitas.
AUMENTO DE REMESAS TRAS COVID
La asociación del envío de remesas con lavado de dinero surgió por los datos de 2020, cuando las remesas siguieron creciendo a pesar del impacto económico por la COVID-19. Pero los incrementos también ocurrieron en otros países de América Latina porque el flujo migratorio cubrió la escasez de mano de obra estadounidense tras los despidos en restaurantes, fábricas, hoteles y agricultura por la pandemia.
La economía mexicana cayó 8.2 por ciento en 2020 por la pandemia y, en ese entorno adverso, las remesas crecieron 11.4 por ciento y continuaron aumentando durante el periodo de reapertura. Sin embargo, de 2020 a 2022, México no fue el país con los mayores aumentos en la recepción de las remesas en América Latina y el Caribe, sino Guyana, Argentina y Nicaragua respectivamente, analizó BBVA Research a partir de datos de los bancos centrales de cada nación.
“Resulta poco razonable creer que el fuerte crecimiento de las remesas a México entre 2020 y 2022 se explique porque las personas vinculadas a actividades ilícitas ‘hayan descubierto’ un nuevo canal que antes no usaban para el envío de dinero. ¿Acaso no se le ocurrió usar este canal antes de 2020?”, escribieron los economistas de BBVA Juan José Li y Carlos Serrano Herrera.
CONTROLES CONTRA LAVADO DE DINERO
Siete empresas de transferencia de dinero como Western Union y bancos como Banco Azteca, BanCoppel y Banorte dijeron a Reuters que tienen controles internos contra actividades ilícitas, entre ellas, lavado de dinero. Pero el reportaje plantea que algunos empleados de las tiendas de las empresas de transferencia de dinero están “coludidos” con el narco, según ocho casos judiciales federales en EU.
En una remesa que se envía a México desde algún local de una ciudad estadounidense puede participar la remesadora, un banco mexicano y un pagador que puede ser una cadena de supermercados, explicó Jesús A. Cervantes, director de Estadísticas Económicas y Coordinador del Foro de Remesas de América Latina y el Caribe del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA).
En el local de envío de la remesa hay controles operativos, se captura nombre del remitente y este tiene que mostrar una identificación que queda registrada. Hay controles adicionales como poner límites a los montos enviados, la frecuencia de envío e incluso puede preguntarse el motivo del envío. Si la persona ya había sido identificada con un intento de envío irregular, queda excluida de intentos posteriores, detalló.
“Si se cuela una transacción irregular, la identifica el área de lavado de dinero de la remesadora, del banco o del pagador y lo tiene que reportar”, dijo Cervantes en entrevista.
Dos docenas de pitufos con sede en México que dijeron trabajar para el Cártel de Sinaloa aseguraron a Reuters que prefieren tratar con tiendas pequeñas porque tienden a hacer menos preguntas que los bancos. El testimonio de la pitufa citada en Reuters asegura que sus “jefes” le indican cada cuándo puede hacer las operaciones para evitar levantar sospechas.