La Comisión de la Verdad de Ayotzinapa (CoVAJ) destacó en su informe que es necesario continuar con la búsqueda de los normalistas en la ribera del Río Balsas y en la laguna del Nuevo Balsas, en Atzcala, municipio de Eduardo Neri; en la Barranca Tonalapa, municipio de Tepecoacuilco; en la brecha Lobos y en el paraje Suriano, en Iguala; así como en las inmediaciones de Tepehuaje.
Ciudad de México, 27 de agosto (SinEmbargo).- Al menos 12 regiones son las principales zonas de interés y en donde se ha concentrado parte de la búsqueda de los 43 normalistas desaparecidos en septiembre de 2014, de acuerdo con el informe de la Comisión de la Verdad y Justicia para el Caso Ayotzinapa (CoVAJ).
El anexo 8 del documento muestra un apartado titulado “¿Dónde están?”, el cual da a conocer estos sitios, identificados a partir de los testimonios de los sicarios de Guerreros Unidos y personas involucradas en la desaparición de los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”.
Aunque el análisis de la Comisión no precisa un dato contundente con respecto al paradero de los estudiantes, da cuenta de los principales puntos de interés para la búsqueda de los estudiantes.
Estos son: los pozos y parcelas al norte de Iguala; el basurero de Tepecoacuilco, Las Viñatas; las minas cercanas al CBTIS en Huitzuco; fosas clandestinas en Pueblo Viejo; el poblado Mezcala, en el municipio de Eduardo Neri, algunos puntos al sur de Carrizalillo; y diversos puntos en el ejido Cocula, principalmente la Barranca de la Carnicería.
El anexo del informe también presenta al menos 20 coordenadas en donde están distribuidas fosas clandestinas en Guerrero, en las que hay probabilidad de hallazgos de cuerpos, aunque no especifica que ahí puedan encontrarse los estudiantes.
En la ubicación de Tepochica, en Guerrero, la Comisión detalló al menos tres puntos de interés: una cancha de usos múltiples; una escuela de primaria, secundaria y bachillerato; y la funeraria Ángeles.
Para la Comisión de la Verdad de Ayotzinapa es “necesario continuar con la búsqueda en la ribera del Río Balsas y en la laguna del Nuevo Balsas, en Atzcala, municipio de Eduardo Neri; en la Barranca Tonalapa, municipio de Tepecoacuilco; en la brecha Lobos y en el paraje Suriano en Iguala, así como en las inmediaciones de Tepehuaje”.
Hasta el momento, detalla el documento, “no existe evidencia técnica basada en la información disponible que respalde la hipótesis de que, durante los días 26 y 27 de septiembre, los estudiantes fueron trasladados fuera del municipio de Iguala, y que se considera que es probable que fuesen retenidos en diversas casas de seguridad en ese municipio”.
No obstante, afirma que, considerando los últimos hallazgos por parte de la FGR respecto al caso, no se descarta el empleo de distintos métodos de traslado hacia otras poblaciones, pero que estos probablemente fueron en fechas posteriores al 27 de septiembre.
¿QUÉ PASÓ CON ELLOS?
“No hay indicio alguno de que los estudiantes se encuentran con vida, por el contrario, todos los testimonios, evidencias, acreditan que estos fueron arteramente ultimados y desaparecidos”, dijo el Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguezm en conferencia de prensa en Palacio Nacional, el pasado 18 de agosto.
Este viernes 26 de agosto, el Subsecretario Encinas reiteró que, contrario a lo que dice la “verdad histórica” —que los 43 estudiantes fueron detenidos, ejecutados y quemados en el basurero de Cocula y esparcidos sus restos en el río San Juan—, la CoVAJ estableció que en muchos de los casos, debido a la magnitud de la movilización de sicarios y el número de muchachos que pretendían desaparecer, fueron reubicados en distintos puntos, entre ellos de acuerdo con los testimonios, en el Río Balsas; en el pozo de Pueblo Viejo; y la mina hacia Taxco.
Además, el funcionario señaló que al menos 10 de los estudiantes habrían sido enviados “a cocinar e incluso hay la información, corroborada también con llamadas al teléfono de emergencia 089, donde se acredita que presuntamente seis de los estudiantes de los 43 desaparecidos estuvieron retenidos durante varios días y con vida en lo que llaman ‘la bodega vieja’ y de ahí fueron entregados al Coronel” José Rodríguez Pérez, comandante del 27 Batallón de Infantería en Iguala.
El Subsecretario también aclaró que la orden de desaparecer a los estudiantes no fue de “El Gil” –como se sostuvo en la “verdad histórica”– sino del exalcalde de Iguala, hoy detenido, José Luis Abarca, identificado en el informe como “A1”.
“A1” o Abarca, es quien ordenó en un inicio “darles una ‘chinga’ a los estudiantes porque […] no quería disturbios, además de recuperar el material (el cual aparentemente venía en uno de los autobuses)”, según se desprende de este documento.
El informe también consigna que Abarca o “A1”, como se identifica en el documento, ordenó la desaparición de todos los estudiantes porque pensaban que entre ellos había integrantes del grupo antagónico. Además, el documento también destaca que las instrucciones originales eran de quemar a los estudiantes, pero al ser muchos decidieron “repartírselos”.
Además, confirma la versión de que los alumnos que fueron detenidos por la Policía de Iguala y llevados a la Comandancia es falsa. La información que detalla la Comisión es que los normalistas asegurados por la Policía Municipal de Iguala en Juan N. Álvarez fueron los que iban a bordo del autobús número 1568 y trasladados a su comandancia.
En tanto que los estudiantes que iban en el autobús 1531 fueron asegurados por parte de las policías municipales de Huitzuco e Iguala frente al Palacio de Justicia y que, inicialmente la detención era “solamente para darles una chinga a los estudiantes porque el ‘AI’ no quería disturbios, además de recuperar el material [droga] que supuestamente venía en uno de los autobuses”.
El informe, además, muestra un análisis de las comunicaciones que sostuvieron integrantes del grupo delictivo, Guerreros Unidos, de los halcones, sicarios, así como también de comunicaciones entre integrantes de la policía y delincuentes.
“Otro elemento que deja claro el estrecho vínculo y relación entre los policías de la región y Guerreros Unidos es el registro total de comunicaciones ocurrido el 26 y 27 de septiembre en tres policías de Iguala, Cocula y el grupo delictivo”, destaca el informe.
…PERO, ¿Y DÓNDE ESTÁN?
El informe de la CoVAJ presentado el jueves 18 de agosto ha sido criticado por no responder concretamente varias interrogantes que han rondado en el aire desde la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, principalmente, la pregunta: “¿Dónde están?”.
Al respecto, este viernes 26 de agosto, el Subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, reprochó durante la conferencia matutina las voces que han señalado que el informe de la Comisión de la Verdad del Caso Ayotzinapa no tenga elementos nuevos y sea lo mismo que dice la “verdad histórica”.
El funcionario indicó que el documento hace una reconstrucción, minuto a minuto, de los estudiantes y que se ha podido determinar la forma en que se articuló el grupo de Guerreros Unidos con autoridades de Gobierno y cómo en todo momento las autoridades dieron seguimiento a los estudiantes.
No obstante, Encinas Rodríguez fue nuevamente cuestionado en cuanto a las observaciones de que el informe no daba claridad sobre quién dio la orden y aún queda pendiente saber dónde están los estudiantes.
“Lo acabo de decir, estamos diciendo quiénes dieron la orden. Participa A1, presuntamente José Luis Abarca, los dirigentes de Guerreros Unidos y en coalición con algunas otras autoridades, que es lo que forma parte de la investigación”, respondió el funcionario.
Y agregó: “¿Dónde están? Pues por supuesto fueron objeto los muchachos de una labor cruel de desaparición y se están tratando de ubicar los sitios donde hay testimonios de algunas de las personas involucradas de que incluso fueron removidos los restos a otro lugar después de la noche de la desaparición, son los temas que estamos nosotros analizando”.
El informe de la CoVAJ destaca que “la investigación y la búsqueda de los estudiantes continúa” y que hasta el momento se han realizado al menos 101 acciones de búsqueda en siete municipios de Guerrero que han representado 675 jornadas de trabajo.
“De los tres años y medio que llevamos de Gobierno, en el 50 por ciento de esos días ha habido búsquedas de campo en la Sierra de Guerrero, en algunos lugares de distintas entidades, donde en estas acciones hemos tenido 17 hallazgos, 27 cuerpos recuperados, 32 indicios balísticos y prendas de vestir y números restos óseos”, dijo Encinas el 18 de agosto, durante la presentación del informe.
La “reconstrucción de los hechos” del informe de la CoVAJ establece que los estudiantes en ningún momento estuvieron juntos durante su desaparición y que la orden de desaparecerlos se dio “al filo de las 22:45 horas del 26 de septiembre de 2014, tras los hechos de violencia y persecución”.
Además, destaca que el grupo delictivo Guerrero Unidos actuó con “un amplio número de sicarios y halcones, a partir de un mando central y con el apoyo de policías municipales y agentes del Estado”.