El PIB de Alemania se ha contraído en el segundo trimestre de 2019 y se espera que en el tercer trimestre del año el dato vuelva a tambalearse pudiendo entrar en recesión, pero Jens Weidmann, presidente del Banco Central de Alemania, resta importancia estos datos aunque reconoce que Alemania se encuentra en la posición más compleja ahora mismo.
Ciudad de México, 27 de agosto (Economía Hoy).- Alemania ha sido la locomotora de Europa durante la recuperación económica. La economía germana ha sobresalido dentro de la Eurozona en los últimos años tirando el PIB del conjunto del bloque y creando millones de empleos. Ahora la situación es bien diferente y Alemania corre serio riesgo de sufrir una recesión técnica (dos trimestres consecutivos de contracción) ante la desaceleración del comercio global, el frenazo de China y el creciente proteccionismo.
Todos estos factores van a golpear a Alemania con crudeza por ser una economía muy orientada al exterior, algo que no parece quitar el sueño a Jens Weidmann, presidente del Banco Central de Alemania (Bundesbank).
Weidmann: "Todavía no hay razón para implementar un programa de estímulos fiscales a gran escala para incentivar la actividad económica"
Escuchando las declaraciones del mandamás en cuestiones monetarias (con el permiso de Mario Draghi) dentro de Alemania todo parece un bache dentro de una tendencia de crecimiento que pierde fuerza pero que no tiene que acabar en una recesión prolongada.
Weidmann asegura en una entrevista en el Frankfurter Allgemeine que empeoramiento de las expectativas económicas "no me han dejado helado. No hay razón para entrar en pánico", asegura el economista germano, que además ve un error fijarse en los banqueros centrales cada vez que algo va mal en la economía.
"Parece que se ha convertido en un hábito que la gente mire hacia los banqueros centrales y demanden respuestas a gran escala", protesta el experto.
"Desde el inicio de la crisis, los bancos centrales han sido ampliamente considerados como las únicas instituciones capaces de tomar medidas. Creo que eso está mal. Y lo que es más, tampoco hace justicia a los últimos datos económicos de la zona del euro". Weidmann no cree que los datos "macro" de la zona euro sean tan negativos como se está vendiendo.
El PIB de Alemania se ha contraído en el segundo trimestre de 2019 y se espera que en el tercer trimestre del año el dato vuelva a tambalearse pudiendo entrar en recesión. Weidmann resta importancia estos datos aunque reconoce que Alemania se encuentra en la posición más compleja ahora mismo.
"Claro, la situación económica se ha atenuado, especialmente en Alemania. Estamos experimentando un descenso en la actividad. Pero la economía alemana está saliendo de un repunte prolongado con empleo y niveles de utilización de su capacidad productiva récord. Es verdad que las perspectivas son particularmente inciertas en este momento. Pero eso se debe principalmente a factores políticos como el Brexit o los conflictos comerciales mundiales", afirmó.
El banco central alemán como institución tampoco ve necesarios estímulos fiscales (bajadas de impuestos o incrementos del gasto público) en este momento.
Como señalaba recientemente Nouriel Roubini, economista que predijo la anterior crisis, ante los conflictos internacionales de calado político y geoestratégico, la política monetaria tiene poco que hacer. "Tratar de deshacer el daño con un estímulo monetaria y fiscal interminable no será una opción sensata", explica el célebre economista, que cree que el mundo deberá adaptarse a la nueva situación que, probablemente, desembocará en un crecimiento potencial inferior, lo que será la nueva normalidad si no se resuelven los conflictos globales.
¿NUEVAS MEDIDAS?
Weidmann cree que en este preciso momento no son necesarios grandes estímulos (fiscales ni monetarios). "Si los tipos de interés se mantienen bajos y las existencias de los activos comprados se mantienen estables, la política monetaria todavía está en modo muy expansivo".
Ahora mismo, el tipo de interés de refinanciación del BCE está en el 0 por ciento, el de facilidad de depósito en el -0.4 y los bonos que mantiene en balance la institución se han estabilizado en 2.65 billones de euros.
Entonces "la pregunta es, ¿son necesarias nuevas medidas por razones de política monetaria, dada nuestra perspectiva de precios, especialmente si los efectos secundarios pueden ser más importantes y los instrumentos menos efectivos? Sabes, exijo una precaución particular en lo que respecta a las compras de bonos soberanos porque corren el riesgo de difuminar las líneas entre la política monetaria y fiscal. Esa es también la razón por la cual el Consejo de Gobierno instaló un par de restricciones en las compras de bonos".
Respecto a las expectativas de nuevas bajadas de tipos de interés por parte del BCE, Weidmann también muestra ciertas reticencias aunque reconoce que los tipos negativos han sido útiles. "Las tasas negativas han sido efectivas. Pero cuanto más bajas son las tasas, más fuerte es el incentivo para mantener dinero en efectivo. En algún momento las nuevas reducciones de tasas serán inefectivas".
Algunas compañías de seguro ya están buscando alternativas para sacar su dinero del banco (por los tipos negativos que se les cobra por sus depósitos) y mantenerlo en efectivo.
"Esto ilustra que existe un límite en las tasas de interés. Tenemos una buena visión de cómo cambian los hábitos con el efectivo. En cualquier caso ya hemos visto un aumento de las tenencias de efectivo por parte de las entidades de crédito", asegura Weidmann.
Por todo ello, el presidente del Bundesbank vuelve a mostrar prudencia al hablar de medidas de estímulos.
"La inseguridad (poca fiabilidad) de las previsiones de recesión es muy alta. Por supuesto que hay temas importantes en la agenda económica que deben ser abordados. Pero sería un error actuar o sucumbir al pesimismo", sentencia el banquero central.