Este agosto dos enfermeras fueron víctimas de la violencia que se vive en el país. Ambas perdieron la vida. La primera murió en medio de un fuego cruzado entre grupos criminales en Guerrero, y la segunda fue secuestrada por un grupo armado que le arrebató la vida en Veracruz.
A inicios del mes, el titular de la Secretaría de Salud de Guerrero denunció la fuga de médicos y enfermeras debido la violencia provocada por grupos armados en la sierra y de los que han sido retenidos.
Veracruz/Ciudad de México, 27 de agosto (Plumas Libres/El Sur/SinEmbargo).– Lina Luna Castañeda, una enfermera de 53 años de la Clínica 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), fue hallada muerta en la congregación Donato Guerra en el municipio de Huiloapan de Cuauhtémoc, en el estado Veracruz.
De acuerdo a las declaraciones de los familiares, el pasado jueves la enfermera se dirigía a su trabajo cuando fue secuestrada por un grupo armado, quienes horas después exigieron una millonaria cantidad para no atentar contra su vida.
La familia, que no contaba con la cantidad exigida por los secuestradores, ofreció sólo una parte de la cifra. Los plagiarios no quisieron negociar, la asesinaron y arrojaron su cuerpo en el predio antes señalado con huellas de tortura.
Su cuerpo fue encontrado ayer sábado en avanzado estado de descomposición.
Maricruz Luna Castañeda, hija de Lina Luna, identificó el cadáver de su madre.
El pasado 18 de agosto se velaron los restos de Adriana Salgado Betancourt, una enfermera del estado de Guerrero quien murió entre el fuego cruzado en una balacera la noche del miércoles 15 en la calle Zapata, en pleno centro de la capital de Guerrero.
La enfermera cubría el turno vespertino de las 2 a las 9 de la noche y el día que la mataron apenas había salido de su jornada laboral, cuando a una cuadra de su centro de trabajo encontró la muerte.
Sus compañeras de trabajo la recordaron como una amiga solidaria a quien le preocupaba la situación de violencia que se vive en la entidad, exigieron una amplia y pronta investigación y castigo a los responsables.
MÉDICOS Y ENFERMERAS HUTYEN DE LA VIOLENCIA
El Secretario de Salud de Guerrero, Carlos de la Peña Pintos, informó a inicos del mes de sgoto que los hechos de violencia que ocurrieron anteriormente en la sierra del municipio de Leonardo Bravo y en El Ranchito, en Heliodoro Castillo, “desafortunadamente pone en alerta” a médicos y enfermeras, por lo que nuevamente se “replegaron” de la zona.
De la Peña Pintos reconoció que los médicos se retiraron porque tienen miedo. Agregó que los médicos no quieren acudir a laborar cuando hay violencia en la sierra porque “en alguna ocasión los retuvieron por algunas horas, los soltaron, no les hicieron nada malo pero esos hechos les provocan miedo”.
El titular de Salud Estatal dijo que ha tenido varias reuniones de trabajo con dirigentes y trabajadores de aquella zona de la sierra, a quienes les ha pedido que cuiden los recursos humanos.
Afirmó que los trabajadores ya habían regreasdo a laborar a Tlacotepec por lo que paulatinamente se iba restableciendo el servicio, incluso en las reuniones de trabajo se acordó que iban a conseguir gente de la localidad para tener arraigo y también en Filo de Caballos.
En cuanto a toda la zona de la sierra donde continúan cerrados los 16 centros de salud debido a inseguridad, aseguró que ya se mandó a médicos y enfermeras, “pero se presentan estas cosas y nuevamente se repliegan”.
¿Si los centros de salud están cerrados, cómo son atendidos los más de 25 mil habitantes?, se le preguntó, y respondió que por medio de brigadas médicas, “es suficiente con las brigadas para dar atención porque la mayoría de las personas ya se desplazó, e incluso hay pueblos que están solos”.
El domingo 13 de agosto la Policía Ciudadana reportó que hubo casi una hora de balazos contra dos pueblos de la sierra, pero el vocero en materia de seguridad del Gobierno del estado, Roberto Álvarez Heredia, aseguró que no existieron hechos violentos.
En Tlacotepec, General Heliodoro Castillo, y Filo de Caballos, Leonardo Bravo, operan grupos criminales antagonistas que han provocado mediante la violencia la falta de los servicios.
El 23 de junio integrantes de la Unión de Comisarios de la Sierra acudieron a la Jurisdicción Sanitaria 03 de Chilpancingo para pedir médicos, y que se abriera el Hospital Básico de Filo de Caballos.
– Con información de Plumas Libres y El Sur