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Alejandro Calvillo

27/07/2024 - 12:05 am

La esquizofrenia olímpica alimentaria

Francia invitó a más de 120 organizaciones a movilizarse con este fin de lograr una alimentación adecuada a la salud y el medio ambiente. Los voluntarios compartirán momentos de amistad con generosas comidas, elaboradas principalmente con productos locales y de temporada.

El Gobierno de Francia ha expresado lo siguiente: “Debido a que esta edición de los Juegos Olímpicos se llevará a cabo en Francia (poseedora del récord mundial de sobremesa) y porque la humanidad se enfrenta a desafíos climáticos y ambientales sin precedentes que requieren la movilización de todos, París 2024 también debe estar a la altura del desafío: ¡Permitir que todos coman bien y de manera responsable!”

Mientras Francia anuncia que atletas, voluntarios y espectadores comerán de forma saludable y sustentable, siendo coherentes con los principios de las olimpiadas de promover estilos de vida saludables y con los retos que el cambio climático nos impone, el mayor patrocinador de estos Juegos Olímpicos es la empresa que tiene en el mercado uno de los productos que por sí mismo mayor daño genera a la salud, es el mayor generador de plásticos y un gran demandante de agua, causante de estrés hídrico en varias regiones, nos referimos a Coca-Cola.

Francia no ha podido hacer nada contra el uso de los Juegos Olímpicos de París como plataforma publicitaria global de uno de los productos que más daños hace a la salud y que, además, es el principal contaminador por plásticos: Coca-Cola, debido a que esta empresa tiene un acuerdo multimillonario con el Comité Olímpico Internacional. Francia no ha podido hacer nada, como tampoco lo pudo hacer, en su momento, la presidenta de Brasil Dilma Rousseff en 2017 cuando cedió ante las presiones de la FIFA para que se pudiera vender alcohol en los estadios durante la Copa Mundial en Brasil. En ese país, desde 2003 se había prohibió la venta de alcohol en los estadios, en gran medida por la violencia que genera, pero fue suficiente la presión de la FIFA que estaba ya cooptada por la cervecera Budweizer, de la cual había recibido 1,900 millones de dólares.

Las plataformas publicitarias que brindan los dos principales eventos deportivos internacionales, los Juegos Olímpicos y la Copa Mundial, están cooptadas por productos que nada tienen que ver con estilos de vida saludables y con el deporte: bebidas azucaradas y cervezas. Estos eventos se han vuelto las plataformas más poderosas para publicitar productos no saludables, para maquillar a estos productos de salud, juventud y deporte, como si fueran compatibles, y para llegar a miles de millones de espectadores en todo el mundo, de todas las regiones, culturas y edades. Las pasadas Olimpiadas llegaron a 3 mil millones de personas.

La epidemia global de sobrepeso y obesidad se reconoce como el principal factor de riesgo de muchas enfermedades no transmisibles como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y varios tipos de cáncer. Y la prevalencia de obesidad en el mundo ha ido en aumento acelerado, en solamente una generación, entre 1990 y 2020, aumentó más del 100%.

El producto que más contribuye, por sí sólo, a esta epidemia, son las bebidas azucaradas. La cantidad de calorías concentradas en estas bebidas representa un alto riesgo a la salud ya que se trata de calorías vacías, de azúcares refinados con grave impacto en el organismo, desatando aumento de peso e, incluso, sin aumento de peso incrementando el riesgo de síndrome metabólico que se puede expresar en hígado graso, hipertensión diabetes mellitus y enfermedades cardiovasculares.

El producto que será más publicitado en las Olimpiadas de París contrasta con el anuncio que ha realizado el gobierno francés de que estarán sirviendo 13 millones de comidas saludables y sustentables para cubrir las necesidades de deportistas, voluntarios y espectadores. ¿Qué tiene que verla Coca-Cola con una comida saludable y sustentable? La esquizofrenia creada por el Comité Olímpico Internacional.

El gobierno francés plantea el reto de la alimentación durante estos Juegos Olímpicos de la siguiente manera:” Y porque esto ocurrirá en Francia, se espera que se comerá bien en esta tierra destacada por su gastronomía y considerando los retos ambientales y climáticos que enfrenta el mundo actualmente, este es un reto operacional, cultural y ambiental que todos los participantes involucrados en los Juegos se están preparando para tomar”.

París se está preparando para que estos Juegos sean una oportunidad para mostrar una forma nueva de comer en los estadios y eventos deportivos. París 2024 se plantea descubrir como los Juegos son una oportunidad para, de manera creativa, saludable y sustentable, mostrar como los alimentos pueden ser producidos, preparados y ofrecidos de forma más saludable y sustentable en el evento deportivo internacional más importante, todo como parte de la “Visión Alimentaria”.

Francia invitó a más de 120 organizaciones a movilizarse con este fin de lograr una alimentación adecuada a la salud y el medio ambiente. Los voluntarios compartirán momentos de amistad con generosas comidas, elaboradas principalmente con productos locales y de temporada. Los espectadores podrán degustar diferentes bocadillos en los locales de París, Marsella y Lyon, diseñados por chefs a partir de productos de las regiones francesas. El denominador común entre todos ellos: comida sana, gourmet y creativa, con más opciones vegetales y de proximidad a precios asequibles.

Mientras tanto, se realiza una campaña internacional para sacar de las Olimpiadas a Coca-Cola, como en el pasado se sacó el patrocinio de McDonald’s de los Juegos Olímpicos. El Comité Olímpico Internacional termino su contrato con esa empresa de comida rápida, no saludable, como patrocinadora, después de fuertes presiones públicas. Desde entonces comenzaron las críticas al acuerdo con Coca-Cola. Los patrocinios pueden venir de empresas que no tengan un conflicto de interés, que no actúen en sentido contrario a los valores que los Juegos Olímpicos enuncian.

Cada firma cuenta en esta campaña, solo toma unos segundos, firma y comparte: https://www.kickbigsodaout.org/kick-big-soda-out-es

Alejandro Calvillo
Sociólogo con estudios en filosofía (Universidad de Barcelona) y en medio ambiente y desarrollo sustentable (El Colegio de México). Director de El Poder del Consumidor. Formó parte del grupo fundador de Greenpeace México donde laboró en total 12 años, cinco como director ejecutivo, trabajando temas de contaminación atmosférica y cambio climático. Es miembro de la Comisión de Obesidad de la revista The Lancet. Forma parte del consejo editorial de World Obesity organo de la World Publich Health Nutrition Association. Reconocido por la organización internacional Ashoka como emprendedor social. Ha sido invitado a colaborar con la Organización Panamericana de la Salud dentro del grupo de expertos para la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia. Ha participado como ponente en conferencias organizadas por los ministerios de salud de Puerto Rico, El Salvador, Ecuador, Chile, así como por el Congreso de Perú. el foro Internacional EAT, la Obesity Society, entre otros.

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