Desde los primeros minutos de El propósito de la oscuridad Amanda Escalante es franca: “una mente creativa puede ser un tormento”, y es justo con esa frase con la que comienza a entretejer cada etapa de su vida, desde su niñez, pasando por la adolescencia y, por supuesto, la adultez.
Ciudad de México, 27 de julio (SinEmbargo).- “Me encantó haber sido atea, gracias a eso Amandititita existió, y haber recorrido por tantos caminos, pero la verdad es que no estaba feliz, no estaba en paz”. De esa forma, tan contundente, la escritora y cantautora mexicana de nombre de pila Amanda Lalena Escalante Pimentel inició su conversación con SinEmbargo sobre El propósito de la oscuridad, su primer audiolibro publicado de la mano de Everand Originals.
Mucho se ha dicho de la creadora de la anarcumbia, en un sinfín de ocasiones se le ha señalado, y de un tiempo para acá, sólo unos cuántos se dieron la oportunidad de conocer un lado más humano en Señoras Punk, el podcast que compartió durante tres temporadas con la locutora Ileana Rodríguez.
A pesar de que a lo largo de su carrera llegó a ofrecer flashes de lo que fue su acercamiento a la espiritualidad, ejemplo ello es el tema “Pobreza espiritual” (2019) y su primer libro Trece latas de atún (Debolsillo), la artista conocida en la industria de la música como Amandititita no había hablado abiertamente de sus claroscuros hasta El propósito de la oscuridad.
“El pasado es un territorio que uno debe de visitar para sanar, entonces siento que cuando empecé a escribir sobre el pasado es porque ya lo había trabajado en terapia y con mis herramientas espirituales. Para yo atreverme a publicar esto es desde un lugar donde yo ya no tengo dolor porque sino hubiera sido imposible y por mucho tiempo yo no decía cuál era el problema en mí, la gente solo me conocía muy enojada o muy enfiestada, pero no sabían que estaba pasando dentro de mí”, expresó la intérprete de “La Muy Muy” a este medio.
“Desde Trece latas de atún creo que empiezo a decir ‘oigan, no estuvo tan fácil mi vida, tengo estos rollos’, y en El propósito de la oscuridad hablo mucho más el tema. Me siento muy orgullosa de que todo eso que viví esté cobrando un significado porque si no, si yo no lo cuento es algo que se pierde, sólo me lo quedo a mí, sobre todo que lo logré alumbrar porque si esto me siguiera doliendo, no lo podría contar”, añadió.
Desde los primeros minutos de El propósito de la oscuridad Amanda Escalante es franca: “una mente creativa puede ser un tormento”, y es justo con esa frase con la que comienza a entretejer cada etapa de su vida, desde su niñez, pasando por la adolescencia y, por supuesto, la adultez.
Las primeras veces que le partieron el corazón, los amores que no le hicieron bien y las ocasiones en que fue traicionada por parte de quien menos lo esperaba, van quedando al descubierto en los 19 episodios del audiolibro al mismo tiempo que la cantautora abunda en el camino que recorrió para acercarse al mundo espiritual y, sobre todo, para trabajar en su salud mental.
Al ser cuestionada sobre cuál consideraba que ha sido el propósito de la oscuridad que la ha atravesado desde muy pequeña con la pérdida de su padre Rodrigo Eduardo González Guzmán, conocido como Rockdrigo, en el terremoto que azotó a la Ciudad de México en 1985, Amanda respondió sin titubear que éste ha sido amarse “a pesar de las circunstancias”.
“Creo que el propósito de la oscuridad para mí ha sido amarme, amarme a pesar de las circunstancias, a pesar de lo que me dijeron, a pesar de que yo pude haber sacado conclusiones muy, muy dolorosas como ‘mi mamá no me quiere’, ‘mi papá no me quiso’, ‘a todo el mundo le importó más su carrera, su egoísmo’, por eso comienza el libro hablando de eso, que la oscuridad más fuerte que puede enfrentar un ser humano es no sentirse querido por sus padres”, apuntó.
Y abundó, “ha sido aprender a quererme a mí con todo eso, con todo y que he tenido a una sociedad juzgando todo, juzgando mi cuerpo, juzgando mis canciones, juzgando todas las cosas sin saber de dónde vengo y por qué soy así, y por eso también un poco quiero empezar a contar esta historia”.
En este sentido, la escritora adelantó a SinEmbargo que El propósito de la oscuridad es sólo la primera entrega en la que hablará sobre los aprendizajes que la han llevado hasta donde está ya que el próximo año espera poder sacar un libro para, así, poder continuar la conversación.
“Me interesa que la gente sepa quiénes son las personas porque es muy fácil hacer un juicio y es muy fácil demeritar a los seres humanos, y todos somos muy parecidos, la verdad, todos pasamos por una noche oscura, si tienes suerte una vez te pasa, pero si no tienes suerte, yo le dije a una amiga ‘siento que tengo una al mes, pero cada vez me me impactan menos'”, concluyó entre risas.