En el marco del Día Mundial de la Hepatitis, la oncóloga María del Mar García Ortega expresó que la enfermedad, en sus casos B y C, se relaciona con la diabetes, obesidad y otras enfermedades crónicas que dañan el hígado en tres de cada 10 diagnósticos.
Ciudad de México, 27 de julio (EFE).- Aproximadamente tres de cada 10 casos de hepatitis B y C que se presentan en el mundo están asociados a obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicas que dañan al hígado, lo que puede derivar en cáncer, alertó este lunes una especialista.
En el marco del Día Mundial de la Hepatitis, que se conmemora cada 28 de julio, la oncóloga María del Mar García Ortega, enfatizó en que la hepatitis es una enfermedad que generalmente se relaciona con el virus que causa la enfermedad o con el alcohol.
“Sin embargo, la diabetes, el sobrepeso, las enfermedades del corazón y el hígado graso, pueden derivar no sólo en hepatitis, sino en cáncer de hígado”, aseveró la experta.
La hepatitis, explicó, es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación del hígado y tiene varias vertientes: A, B, C, D y E.
Destacó que la C es una de las más peligrosas ya que no causa síntomas y puede vivir en el cuerpo de una persona hasta dos o tres décadas sin que ésta la detecte y, debido al diagnóstico tardío, es causante del 25 por ciento de los casos de cirrosis y cáncer de hígado.
“Los pacientes se dan cuenta cuando ya han desarrollado insuficiencia hepática, y es cuando presentan síntomas”, lamentó.
La OMS estima que unos 500 millones de personas padecen la infección por el virus de la hepatitis B o C de forma crónica.
En México, se estima que cada año se presentan unos 7 mil 265 casos, de los cuales, 6 mil 268 mueren.
ENFERMEDAD ESTIGMATIZADA
García Ortega destacó que uno de los retos que tiene esta enfermedad es que desaparezca el estigma que se tiene sobre ella.
Sobre todo, dijo, porque muchas veces se piensa que es un padecimiento que suele afectar a personas alcohólicas o que tienen ciertas prácticas de riesgo como uso de agujas o relaciones sexuales sin protección.
Lo cierto, dijo, es que en poco más de 30 por ciento de los casos esta afección se desarrolla debido a que la grasa que tiene el hígado a su alrededor, lo que provoca que éste se inflame y genere cicatrices en este órgano.
“Esto causa un daño similar al que causa el alcohol”, puntualizó.
Indicó que aunque la vacunación ha sido una pieza fundamental para evitar contagios.
Sin embargo, la creciente epidemia de obesidad y diabetes en el mundo y, especialmente en México, son una amenaza para los pacientes.
La obesidad en México se ha convertido en un problema de salud pública pues el 71 por ciento de mexicanos adultos la padece, mientras que en la edad infantil afecta a tres de cada 10 pequeños.
Mientras que la diabetes rebasa las 13 millones de personas y, de seguir así, para 2045 se estima que habrá 22 millones de diabéticos.
Señaló que es urgente que la población haga conciencia sobre la importancia de llevar una vida sana y controlar su peso, además de que si ya se vive con una enfermedad crónica, se mantenga bajo control para evitar complicaciones.
Además pidió a la población evitar situaciones de riesgo como relaciones sexuales sin protección, evitar compartir agujas y evitar el consumo de alcohol porque “todo eso pone en riesgo a su hígado”.
Finalmente, urgió a contar con programas de detección oportuna y tener identificados a los pacientes que son población en riesgo.
Hay que “hacer pruebas de detección y que se garantice el acceso a terapias a los pacientes que no tienen seguridad social, ya que los tratamientos son muy caros”, lamentó.