Un avión presidencial lleno de lujos, así describe el Presidente Andrés Manuel López Obrador a la aeronave en la que viajó Enrique Peña Nieto, su Gabinete, familia y amigos en el sexenio pasado. No es para menos. El recorrido que este lunes personal del Ejército dio a medios lo confirma: una oficina con caminadora, dos cocinas, una sala de prensa para 42 personas y hasta asientos con pantallas de entretenimiento.
Ciudad de México, 27 de julio (SinEmbargo).– Una oficina con caminadora, dos cocinas y una sala de prensa para 42 personas son algunos de los espacios con los que cuenta el avión presidencial donde el expresidente Enrique Peña Nieto viajó durante su sexenio con su Gabinete, familia y hasta amigos.
“Un avión presidencial lleno de lujos, un exceso y un acto de prepotencia”, dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador esta mañana al describir la aeronave que fue adquirida en la administración de Felipe Calderón Hinojosa, pero que Peña Nieto le dio uso.
El avión, que regresó al país el pasado 22 de julio luego de estar en Estados Unidos durante 19 meses, puede transportar hasta 80 pasajeros y consta de tres áreas principales: la zona de grupo de trabajo, la de comitiva presidencial y el área de Presidencia.
En la primera área hay un sala para proporcionar el servicio de alimentación, según se observa en el recorrido que este lunes personal del Ejército dio a medios. En ese espacio se encuentra un área para el descanso de la tripulación en el caso de los vuelos de alta duración. Hay una pantalla en donde se puede ver el estatus del vuelo.
En el área de grupo de trabajo se encuentra en centro de operaciones donde la tripulación puede controlar la iluminación del avión, las ventanas y lo que se ve en las pantallas.
En el lugar de la comitiva presidencial se encuentra un espacio en donde viajaban los altos funcionarios y acompañantes del Presidente Peña Nieto. Todos los asientos cuentan con pantalla donde se encuentra contenido multimedia (películas, música, llamado a sobrecargos, encender luz de lectura). También son reclinables.
La oficina presidencial está equipada con una caminadora, un teléfono satelital y un sofá cama y un sillón que gira a 360 grados. El dormitorio presidencial cuenta con una cama, baúles, un baño completo con un clóset y con una capacidad para usarse durante 30 minutos.
En los pasillos hay maleteros, estantes para poner paraguas y sacos y chamarras de pasajeros.
La última área es el de prensa, con una capacidad para 42 pasajeros. Los asientos en esta zona también cuentan con pantallas de entretenimiento y mesas desplegables para el servicio de alimentación.
En la parte de atrás del avión hay otra cocina para proporcionar el servicio a la prensa y personal de seguridad del Presidente. También hay otra zona de descanso exclusivo para seis sobrecargos.
La aeronave, un Boeing 787 valorado en 130 millones de dólares por la ONU, está en venta y es una de las principales promesas de López Obrador, quien lo señala como un símbolo del “lujo” y “derroche” de gobiernos anteriores.
Una investigación de la Unidad de Datos de SinEmbargo arrojó algunos de los excesos de este avión. Por ejemplo, del 26 a 28 de septiembre de 2015, el entonces Presidente Enrique Peña Nieto viajó en el “José María Morelos y Pavón” a Nueva York, Estados Unidos. Para un ciudadano promedio, ese viaje de tres días pudo costar cerca de mil 500 dólares, pero el viaje del entonces Jefe del Ejecutivo federal salió en 541 mil 813 dólares o lo que es lo mismo que 10 millones 294 mil 447 pesos.
Ese viaje a Nueva York fue el más caro de los 83 que realizó el expresidente durante su sexenio, de acuerdo con información de la Presidencia de la República obtenida vía Transparencia.
SinEmbargo obtuvo la lista completa de los viajes registrados por el Ejecutivo federal de 2013 a 2018, además de los gastos de hospedaje y alimentación, de transporte terrestre, gastos “diversos” y los de transporte aéreo.