La delegación mexicana que compite en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018 ha realizado hasta el momento una histórica actuación, al situarse en el primer lugar del medallero y a un paso de concretar su mejor participación en la justa.
Los atletas nacionales, acostumbrados a superar toda clase de obstáculos, se han enfrentado a una nueva problemática protagonizada por los hombres de pantalón largo del Comité Olímpico Mexicano (COM) y de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), dirigida por el polémico Alfredo Castillo Cervantes: desde las redes sociales denunciaron que recibieron uniformes que no eran de su talla.
Esta no es la primera ocasión en la que los atletas mexicanos reciben equipos que no son adecuados para la realización de las diversas disciplinas. Hace dos años, durante los Juegos Olímpicos de Río 2016, los atletas difundieron fotografías en donde mostraban sus uniformes parchados o que tampoco correspondían a su talla.
Ciudad de México, 27 de julio (SinEmbargo).– La historia se repite. Los atletas mexicanos que participan en los Juegos Centroamericanos evidenciaron en redes sociales que los uniformes que les fueron entregados por las autoridades no corresponden a las tallas que pidieron con antelación.
El triatleta mexicano Crisanto Grajales fue el primero en denunciar la situación en redes sociales. A través de su cuenta de Twitter el atleta compartió dos fotografías. En la primera aparece él vistiendo una guayabera, visiblemente más grande, que utilizarán los deportistas en la ceremonia de clausura. En la segunda imagen se ve a Rodrigo González portando una prenda más pequeña, la cual apenas le cubre el ombligo.
Preparado para mi competencia en #JCCBARRANQUILLA2018 .Pero creo estamos más listos para la clausura..??Llenar formatos,correos con las tallas y te dan lo que les queda??♂️.Tenis del 8.5, es real.!????♂️ #Impresionanti @COM_Mexico en fin, a darlo todo.! pic.twitter.com/BDwSwNlVMM
— Crisanto Grajales (@CrisantoGrajale) 24 de julio de 2018
Grajales aseguró que a pesar de haber llenado formatos y haber enviado correos en donde se indicaban las tallas de los uniformes previo al inicio de los Juegos Centroamericanos, el Comité Olímpico Mexicano les entregó “lo que quedaba”.
Kenia Lechuga, ganadora del oro en remo en Barranquilla, también se burló de la situación y compartió una foto en donde mostró un par de tenis que le fueron entregados a su entrenadora, los cuales eran de un número mayor.
La atleta tomó con humor lo ocurrido y aseguró que la calidad de los uniformes no era la mejor.
?? la verdad es que si les faltó ponerle un poquito de ganas con los uniformes está vez ?
— Kenia Lechuga (@kenialechuga) 25 de julio de 2018
La ex clavadista María José Alcalá, jefa de misión de la delegación mexicana en los Juegos Centroamericanos reaccionó a la publicación de Crisanto Grajales y aseguró que el Comité Olímpico Mexicano será más estricto con los patrocinadores para evitar que este tipo de situaciones se repitan.
“Debemos ser más estrictos con los patrocinadores, @COM_Mexico entendemos que representan a México con orgullo y dignidad. Nosotros reforzaremos los esfuerzos y el compromiso para cuidarlos, porque lo que más nos importan son ustedes”.
El pasado mes de mayo el Comité Olímpico Mexicano anunció un patrocinio con Li-Ning una marca deportiva de origen chino. La firma se habría encargado de elaborar los uniformes de los competidores.
LA HISTORIA SE REPITE
Este no es la primera ocasión en la que los atletas reciben equipaciones que no son adecuadas. Hace dos años, durante los Juegos Olímpicos de Río 2016, los atletas difundieron fotografías en donde mostraban sus uniformes parchados o que no correspondían a su talla.
El 11 de agosto de 2016, Bredni Roque Mendoza, quien obtuvo el quinto lugar en levantamiento de pesas, utilizó un uniforme parchado y sin la bandera de México luego de que las autoridades deportivas mexicanas le entregaran indumentaria que no era de su talla.
“Nunca me imaginé que mis primeros Juegos Olímpicos serían de esa manera. Me quitaron la oportunidad de portar los colores de la bandera de México y tener que competir con la vergüenza e incomodidad de estar parchando marcas de la indumentaria que necesito para competir”, dijo el atleta.
Roque, quien fue severamente criticado por no competir con el uniforme de México, aseguró que no contaba con el equipo indicado para competir, por este motivo, decidió salir a escena con su equipación que usa regularmente.
“Si existen reglamentaciones en cuanto a marcas, la FMLP y el COM lo sabían desde un inicio. No es mi responsabilidad que no den el equipo obligatorio que necesito para poder competir. Tuve utilizar las que habitualmente uso por que no tenía otra opción, o ¿saldría a competir sin nada puesto?”, dijo el deportista mexicano.
Roque afirmó que si no usó el uniforme de México no fue por un capricho personal, como se aludió en algunas críticas, sino por culpa de la FMLP que le entregó licras talla extra con dos días de anticipación, lo que afecta en este tipo de deportes en donde se tiene que usar la licra lo más ajustada posible.
El quinto lugar obtenido por Bredni quedó en segundo plano debido a que usó una indumentaria personal y no la estandarizada de la Conade, la cual debió aprobar el Comité Olímpico Mexicano.
El 13 de agosto, minutos antes de su debut en los Juegos Olímpicos, el boxeador mexicano Elías Emigdio publicó en su cuenta de Twitter una imagen de su vestimenta: “Con algunos parchesitos por ahí pero con trabajo y esfuerzo, saldrán bien las cosas”, escribió.
Luego de la polémica generada, la Conade lamentó las dificultades por las que pasaron los atletas mexicanos y culpó al Comité Olímpico Mexicano, pues dijo, “fue el responsable de la compra y entrega de los uniformes de competencia, la ropa de entrenamiento y pants de viaje, entre otras prendas ya que así lo establece la reglamentación de los Juegos Olímpicos por lo que la Conade carece de cualquier responsabilidad al respecto”.
El COM argumentó que algunos atletas utilizaron uniformes alternativos por restricciones a algunas marcas, motivo por el cual se tenía prohibido que fueran mostradas en competencia.
“Se había advertido que habría una fuerte visoria por parte del Comité Olímpico Internacional, lo que impediría la participación de los deportistas en la justa olímpica con ropa que no estuviera registrada para hacer respetar las marcas”, expuso en un comunicado el COM.