La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de que las mujeres no tienen derecho constitucional al aborto marcó el ápice de una semana que ha reforzado la influencia de Donald Trump en Washington año y medio después de su salida de la Casa Blanca. Una corte que incluye a tres jueces nombrados por Trump decidió también decidió debilitar las restricciones a la tenencia de armas de fuego.
Por Jill Colvin
WASHINGTON (AP).— El Presidente estadounidense Joe Biden raramente menciona a su predecesor por nombre. Pero cuando le hablaba a un país procesando un cambio radical en los derechos de las mujeres, no pudo ignorar el legado de Donald Trump.
“Fueron tres jueces nombrados por un Presidente — Donald Trump — quienes estuvieron en el centro de la decisión de hoy de alterar la balanza de la justicia y eliminar un derecho fundamental de las mujeres”, dijo Biden luego que la mayoría conservadora de la Corte Suprema votó en favor de anular Roe vs. Wade, la decisión histórica de 1973 que hizo legal el aborto en todo el país.
La decisión marcó el ápice en una semana que reforzó el impacto persistente del expresidente en Washington más de un año y medio después de salir de la Casa Blanca.
Una corte que incluye a tres jueces nombrados por Trump decidió también debilitar las restricciones a la tenencia de armas de fuego. Y al otro lado de la calle, en el Capitolio, que fue asaltado por una turba de partidarios de Trump en los últimos días de su Presidencia en el 2021, emergieron nuevos detalles sobre sus violaciones flagrantes de las normas democráticas.
El panel de la Cámara de Representantes que investiga los acontecimientos del 6 de enero usó una audiencia pública para resaltar las intensas presiones que Trump ejerció sobre funcionarios del Departamento de Justicia para anular la elección del 2020, además de discutir perdones generalizados para congresistas que cooperasen.
Los acontecimientos son un recordatorio del incómodo canje político adoptado por los conservadores sociales para conseguir sus ambiciones centrales. Al negarse a considerar al nominado del Presidente Barack Obama a la Corte Suprema en el último año de su Presidencia, el entones líder de la mayoría del Senado, el republicano Mitch McConnell, garantizó que el próximo Presidente podría hacer esa selección.
Cuando Trump prometió transformar las tendencias ideológicas de la Corte Suprema — proveyendo incluso una lista de los jueces entre quienes escogería — republicanos conservadores y cristianos evangélicos dieron su respaldo a Trump — un hombre casado tres veces que previamente se había descrito como alguien “muy en favor” del derecho de las mujeres al aborto.
“Cuando era candidato en el 2016, él prometió que nombraría a jueces conservadores y antiaborto en las cortes federales, comenzando con la Corte Suprema. Cumplió su palabra”, dijo Ralph Reed, un líder evangélico y director de The Faith and Freedom Coalition, quien fue criticado por algunos por su respaldo a Trump. “Aquellos en la comunidad religiosa que sentimos que valía la pena arriesgarse con Trump en el 2016 hemos sido vindicados”.