McAdams es la coprotagonista junto a Will Ferrell de “Eurovision Song Contest: The Story of Fire Saga, una película en la que la actriz se reencuentra con el director David Dobkin tras su colaboración en Wedding Crashers (2005). Esta comedia cuenta la historia de Lars (Ferrell) y Sigrit (McAdams), dos islandeses bastante peculiares, que son amigos inseparables y que sueñan con representar algún día a su gélido y pequeño país en Eurovisión.
Por David Villafranca
Los Ángeles (EU), 27 de junio (EFE).- “La comedia es algo increíblemente liberador para un intérprete”, aseguró a Efe la actriz Rachel McAdams, que en la paródica Eurovision Song Contest: The Story of Fire Saga, que se estrena este viernes en Netflix, da rienda suelta a su lado más disparatado y divertido.
Aunque puede presumir de comedias muy meritorias como Mean Girls (2004) o Game Night (2018), los papeles intensos han sido una marca de la casa de McAdams (London, Canadá, 1978), ya fuera con la romántica The Notebook (2004) o con la turbia Spotlight (2015) que le dio una nominación al Óscar.
“En una comedia no puedes reprimirte”, confesó.
“Es como un músculo que empiezas a ejercitar: vas a trabajar cada día, sabes que lo vas a dar todo, probablemente te la pegues algunas veces, y todo eso forma parte de la comedia. Lo encuentro muy, muy liberador”, añadió.
Así que, puestos a apostar de lleno por las risas, nada mejor que una cinta sobre un espectáculo tan ridículo, apasionante y único como Eurovisión.
McAdams es la coprotagonista junto a Will Ferrell de “Eurovision Song Contest: The Story of Fire Saga, una película en la que la actriz se reencuentra con el director David Dobkin tras su colaboración en Wedding Crashers (2005).
Esta comedia cuenta la historia de Lars (Ferrell) y Sigrit (McAdams), dos islandeses bastante peculiares, que son amigos inseparables y que sueñan con representar algún día a su gélido y pequeño país en Eurovisión.
Pero McAdams partía con un pequeño problema de entrada: no sabía casi nada de Eurovisión.
“Siendo canadiense, como que no tenía ni idea. Y mi primera experiencia de verdad fue yendo como investigación el año pasado a la gala de Tel Aviv (Israel) y estar entre esa multitud, sentir la electricidad del lugar… Y la electricidad de Tel Aviv en general: todas las canciones de Eurovisión sonaban en la radio, en los autos, cada uno tenía su favorito…”, recordó.
“Es de verdad un gran evento que une a mucha gente”, apuntó.
DE LA MANO DE WILL FERRELL
“Siempre le he admirado desde lejos”, resaltó sobre su compañero Will Ferrell, sin duda uno de los comediantes más populares de Hollywood.
“De los que viven ahora, creo que es el más divertido. Y además es muy tranquilo, increíblemente amable y afectuoso. Me hizo sentirme muy cómoda de inmediato: es un actor muy generoso”, agregó.
McAdams también contó lo que le dijo Ferrell en una de sus primeras reuniones para que no se agobiara.
“‘Con tal de que el 33 por ciento de lo que hagas resulte divertido, a mí me vale y a ti también’. Y yo pensé: ‘Bueno, si Will está feliz con el 33 por ciento, creo que puedo intentar eso…'”, bromeó.
No obstante, en medio de los chistes sobre lo loco y extravagante que puede ser Eurovisión, la cinta también trata de ser un elogio a este certamen.
“Nuestros personajes están locos por Eurovisión… Es la ‘crème de la crème’ de las competiciones musicales, el pico que puedes alcanzar como artista. Así que su amor por Eurovisión era muy contagioso”, indicó.
DAN STEVENS Y LA COMUNIDAD LGBTQ
Uno de los personajes secundarios de la película es Lemtov, un estrafalario cantante ruso con tanto talento como ego y al que da vida Dan Stevens.
El británico, aquí muy alejado de la seriedad de Downton Abbey o del amor mágico de Beauty and the Beast (2017), llamó la atención sobre una particularidad de Eurovisión: que se haya convertido en una gran plataforma internacional a favor de la diversidad y del respeto a los derechos de la comunidad LGBTQ.
“Creo que es una de las cosas importantes para recordar y celebrar. Más allá de ser un concurso bizarro, extraño y maravilloso, ha sido durante mucho tiempo un lugar seguro para los cantantes y los fans LGBTQ”, comentó.
“Y creo que es muy importante reconocer eso y recordar que hay muchos países como Rusia en donde inexplicablemente es todavía muy peligroso hablar abiertamente de tu sexualidad. Así que es algo maravilloso que Eurovisión lo celebre (la diversidad) y creo que esto es como una medalla de honor para esta competición”, finalizó.