La producción de cocaína ha registrado un salto a nivel mundial que las Naciones Unidas relacionan con el incremento de la elaboración en Colombia, país que produce cerca del 70 por ciento de la cocaína.
Mientras que México destaca porque se sitúa como el segundo productor de opio del mundo –sólo detrás de Afganistán, y ha vivido desde diciembre de 2006 una guerra contra el narcotráfico que han dejado miles de muertos, los cultivos en México han subido anualmente en la última década desde las 6 mil 900 hectáreas de 2007 a las 30 mil 600 de 2017.
Ciudad de México, 27 de junio (La Opinión).– La producción mundial de cocaína marcó un nuevo récord, impulsada por un fuerte aumento en Colombia, indicó el informe anual de la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
En general, el consumo de drogas causa más muertes que nunca y el mercado ilegal está en máximos históricos, resumió Deutsche Welle. A los fallecidos por consumo hay que sumar los que mueren por el narcotráfico.
Son conclusiones del “Informe Mundial sobre Drogas 2019 de la ONU”, presentado ayer en Viena, citando cifras de 2017.
La estimación de muertes vinculadas al consumo de drogas en el mundo se eleva a unas 585 mil en 2017, un alza frente a 450 mil en 2015.
En cuanto a la cocaína, el informe registra un salto en la producción “mayormente liderado por el incremento de la elaboración en Colombia, que produce cerca del 70 por ciento de la cocaína mundial”.
“Lo que está pasando en Colombia es preocupante”, dijo Angela Me, jefa de investigación de la ONUDD, con sede en Viena.
De 2008 a 2017 se registró un aumento del 50 por ciento en la producción global, alcanzando un récord de mil 976 toneladas en 2017, según el informe, que se basa en las cifras de los sistemas nacionales de monitoreo.
La ONUDD agrega que “mientras las incautaciones de cocaína han aumentado 74 por ciento en la última década, la producción creció en 50 por ciento”. Cerca del 90 por ciento tuvieron lugar en el continente americano. Sólo Colombia decomisó el 38 por ciento del total a nivel mundial en 2017.
También la producción de opio en 2018 se encuentra en máximos históricos con 7 mil 790 toneladas, aunque es menor que la del año anterior, que había marcado un récord.
Afganistán es el mayor productor de opio del mundo, pero detrás se sitúa ya México con 586 toneladas, después de superar a Birmania (Myanmar).
Los cultivos de adormidera en México han subido anualmente en la última década desde las 6 mil 900 hectáreas de 2007 a las 30 mil 600 de 2017.
A nivel global, la sequía en Afganistán ha ayudado a una caída del 25 por ciento de la producción, que fue de 7 mil 790 toneladas en 2018. El exceso de producción en los años anteriores también habría provocado una baja de los precios.
La droga más popular en el mundo es el cannabis (marihuana), con unos 188 millones de consumidores, pero las más letales son los opioides, causantes de dos tercios de las muertes atribuidas al consumo de estupefacientes.
El informe destaca que la prevención y el tratamiento siguen fallando en muchas partes del mundo y sólo una de cada siete personas con problemas graves de adicción recibe tratamiento.
La crisis de opioides en Estados Unidos y Canadá por el abuso de analgésicos sintéticos como el fentanilo, 50 veces más potente que la heroína, vuelve a centrar la atención de los expertos de la ONU.
De las 70 mil 237 muertes por sobredosis registradas en Estados Unidos hace dos años, 47 mil 600 se debieron al uso de opioides, 13 por ciento más que en 2016, según el informe.
“Las sobredosis de droga en Norteamérica han alcanzado realmente dimensiones de epidemia”, subrayó Angela Me, la autora del informe, quien advirtió que existen indicios de un aumento del consumo del fentanilo en Europa.
La ONU alerta también sobre una nueva epidemia invisible de opioides en África, causada por un analgésico llamado tramadol que atrae poca atención aunque requiere acción urgente.
El informe indica que el mercado de este opioide sintético se ha expandido rápidamente, no sólo por África Occidental y Central, sino también por Oriente Medio. De hecho, las incautaciones de esta sustancia en todo el mundo han pasado de 10 kilos en 2010 a 125 toneladas en 2017.
