#MetaDatos | Durante la campaña de Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, se registró un fenómeno en redes sociales nunca antes visto en un periodo electoral: el apoyo orgánico que dieron diversos grupos de usuarios al líder del Movimiento de Regeneración, quien contiende por tercera vez por la Presidencia de México y cierra este miércoles su campaña con una ventaja que va de 20 a 25 puntos del segundo lugar en las encuestas más acreditadas.
Las numerosas muestras de apoyo se caracterizaron por la legitimación de un discurso con tono revolucionario, en el que se puso como meta derrotar a las cúpulas de poder actuales, sobre todo las emanadas del Partido Revolucionario Institucional y del Partido Acción Nacional. Este discurso, se construyó con base en los argumentos del político tabasqueño, cuya principal bandera fue terminar con la corrupción.
La movilización en redes a favor de López Obrador tuvo como contrapeso a grupos “anti-AMLO” que promovieron el “voto útil”. El morenista trascendió con una campaña en redes sociales donde no se aplicaron estrategias sofisticadas y no cambió el tono de comunicación que ha manifestado en sus cuentas oficiales desde hace años.
Ciudad de México, 27 de junio (SinEmbargo).– En la recta final para elegir al próximo Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador cierra con una ventaja del 46 por ciento de la intención del voto, de acuerdo con el consolidado de encuestas que realizó la empresa Bloomberg, y una amplia aceptación en las redes sociales.
AMLO fue el candidato que menos publicaciones realizó a través de sus cuentas oficiales y uno de los que menos gastos reportaron por concepto de propaganda en la Internet. De acuerdo con el portal Gobierno Fácil, el candidato de “Juntos Haremos Historia” registra un gasto de 3 millones 620 mil 150 pesos por concepto de propaganda en la Red. Sin embargo, el Sistema Integral de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE) no reporta gastos del candidato en esta materia hasta el corte de esta nota.
Si bien la coalición de López Obrador no trascendió por una estrategia en redes sociales compleja, fueron sus seguidores quienes protagonizaron las acciones de apoyo con mayor alcance durante este periodo electoral. La militancia y seguidores de todo el país se volcaron en las redes sociales cada vez que su candidato recibió un ataque de sus adversarios. Estas muestras de apoyo concluyeron hace unos días con el hashtag #NoSoyBot, episodio trascendente por su naturaleza en sí: la manifestación de existencia, luego de las acusaciones de la coalición “Por México al Frente” sobre la incidencia de bots o cuentas automatizadas en las discusiones en favor del líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Con excepción de la iniciativa “Abre Más los Ojos”, Morena no realizó un esfuerzo mayor por crear estrategias en redes sociales, más allá de la difusión de los eventos de campaña. Andrés Manuel no intensificó el uso que dio a sus cuentas oficiales de Twitter y Facebook durante este periodo electoral.
El formato que AMLO dio a sus mensajes es el mismo desde hace varios años. Sus videos trascienden por la intención de transmitir austeridad. Se trata de grabaciones caseras en las que el candidato de “Juntos Haremos Historia” aparece en primer cuadro, con escenarios informales, como si se tratara de grabaciones improvisadas. AMLO se deja ver en aeropuertos y espacios en los que sobresale la naturaleza. Sus mensajes son breves, promueve propuestas, hace llamados a la acción y habla sobre sus oponentes y “la mafia del poder”. Así, con la misma informalidad que hizo un llamado para votar por un candidato de Morena a una Alcaldía, el 3 de marzo del 2016, avisó a bordo de una avioneta, el martes 19 de marzo de este año, que llegaría con retraso a Tepic, Nayarit.
AMLOMANIA Y UNIVERSITARIOS
La Unidad de MetaDatos de este diario digital realizó un monitoreo diario de la actividad en redes sociales en apoyo a Andrés Manuel López Obrador entre el pasado 1 de abril y este 27 de junio. Se identificó la participación de nutridos grupos que interactuaron entre sí, y que expresaron su opinión bajo la existencia de un consenso colectivo, orientado hacia un marcado rechazo al Partido Revolucionario Institucional (PRI), y a las prácticas de corrupción y de abuso de poder con una fuerte perspectiva histórica. También se enfocaron en la deteriorada imagen de las instituciones y del Presidente Enrique Peña Nieto, un tema persistente en las obligadas comparaciones de AMLO con cualquier asunto relacionado con su persona o con sus adversarios.
Entre las expresiones que se generaron para promover al candidato hubo dos episodios que trascendieron: la manifestación de un nutrido grupo de usuarios que se identificaron como universitarios y la euforia por obsequiar artículos y servicios a partir del 1 de julio, si AMLO resulta ganador, iniciativa conocida como AMLOMania.
Las manifestaciones pro-AMLO a través de la etiqueta #UniversitariosConAMLO se alimentaron de un remanente del movimiento #YoSoy132, que surgió en mayo de 2012 en oposición al entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto. Sin embargo, se dieron notorias diferencias que provienen tanto del contexto político actual como de los participantes.
El sociólogo César Guadarrama Galván, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo a SinEmbargo que estas acciones colectivas se caracterizaron por la búsqueda de la victoria de Andrés Manuel López Obrador, objetivo emergido de una grupalidad, que a pesar de la etiqueta universitaria, no se define por la heterogeneidad sino, por el contrario, de la integración de perfiles muy diversos de usuarios.
Los múltiples perfiles que tomaron parte en las discusiones en redes sociales derivaron en en la diversificación de acciones nunca antes vistas en una elección en México, donde también intervinieron factores emotivos, como la euforia que movilizó a la “AMLOManía” y la creación de un evento ficticio en Facebook llamado “Fiesta en el depa de AMLO”, con 57 mil asistentes interesados en participar de esta celebración antes del probable triunfo del candidato de “Juntos Haremos Historia”.
Guardarrama agregó que las redes sociales lograron legitimizar un discurso en el que prevaleció la búsqueda de un cambio histórico de poderes y la derrota del PRI, aunque con la influencia de los argumentos de López Obrador. Este discurso también se vio afectado por una intoxicación inevitable, donde los medios de comunicación jugaron un papel importante. De acuerdo con el académico, aunque el apoyo a López Obrador durante este periodo electoral fue más intenso que en las dos elecciones anteriores donde participó, no se conectó con acciones en tierra lo que, entre otros factores, distanció a la respuesta pro-AMLO de traducirse en un movimiento similar al #YoSoy132. Sin embargo, destacó, al concluir la elección estas expresiones podrían detonar una fuerte frustración que a su vez podría derivar en otro tipo de acciones colectivas.
EL REVÉS
La respuesta exacerbada de apoyo al tabasqueño en las plataformas digitales también generó una fuerte respuesta por parte de una oposición que, aunque no obtuvo un influencia importante, provocaron choques durante todo el periodo de campaña.
Entre lo más representativo estuvo el llamado al “voto útil” por cualquier candidato con tal de que no fuera por López Obrador y la relación de sus propuestas con el populismo y los Gobiernos de Rusia y Venezuela, a los que también se les atribuyeron características de regímenes socialistas y autoritarios.
A los grupos autonombrados “Todos Unidos Contra contra AMLO”, (Tucam), y las páginas anti-AMLO se sumaron los ataques que emanaron desde la militancia priista, donde incluso líderes del partido como Aurelio Nuño y el propio José Antonio Meade Kuribreña movilizaron etiquetas como #AsíNoAndrés, #AMLONO, #AMLOTieneMiedo y #Niunvotoamorena con diversos fines de confrontación.
Un estudio realizado por la Universidad de Oxford, titulado “Troops, Trolls and Troublemakers: A Gloval Inventory of Organized Social Media Manipulation”, señaló al Gobierno mexicano como uno de los que emplean “ejércitos de bots” para manipular la opinión pública.
El monitoreo de la Unidad de MetaDatos arrojó en varias ocasiones que esta práctica, negada por el Gobierno federal, se manifestó también desde iniciativas de partidos políticos y de grupos de usuarios opositores a López Obrador en la generación de varias tendencias, entre éstas ataques dirigidos a candidatos de Morena, como el caso de Claudia Sheinbaum, candidata de Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y de Nestora Salgado, candidata a Senadora de la República.