En un editorial publicado este día, el diario The Guardian expone que la colocación de productos derivados la política en México es un negocio “altamente organizado y lucrativo” y ejemplos hay muchos: desde la “unidad secreta” armada por Televisa para promover, desde 2009, la imagen del ahora candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, hasta en apariciones repentinas [cameo] del entonces candidato a gobernador de Nuevo León, el priista Rodrigo Medina de la Cruz, y de su esposa, en un capítulo de la versión mexicana de “Betty la Fea”, telenovela producida también por Televisa.
Ese negocio “altamente organizado y lucrativo”, añade el diario británico, se presenta en los alegatos de que una unidad secreta fue creada al interior de Televisa, la mayor empresa de comunicación del mundo en español, para promover al favorito en la campaña presidencial de México, Enrique Peña Nieto.
En el editorial titulado “México: y en el próximo episodio…”, afirma: “Televisa, que niega la acusación, no es necesariamente fiel a, partido de Peña Nieto, el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Ha sido pragmática en el pasado con sus rivales, como el conservador Partido Acción Nacional (PAN) y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD). Su lealtad parece responder a una estructura de poder, y no necesariamente a sus inquilinos temporales. La historia, sin embargo, dice mucho sobre el Estado en México, su falta de transparencia y rendición de cuentas 12 años después de su transición democrática.
“Ha sido una historia de fracaso, no sólo del saliente presidente Felipe Calderón y su desastrosa guerra contra las drogas, que ha debilitado la capacidad institucional del país para hacer frente a los barones de la droga, y antes de él también de Vicente Fox, que prometió mucho, pero no hizo nada sobre la limpieza de la vieja estructura política –en lugar de esto se ha rebautizado, con el rostro televisivo de Peña Nieto. El cambio de imagen del PRI es inteligente. Se las ha arreglado para confeccionar una suave nostalgia en torno a la memoria de su dominio hegemónico durante la mayor parte del siglo pasado. El mensaje de Peña Nieto es que él sabe cómo hacer las cosas, que va a dar resultados”, expone el editorial de The Guardian.
Peña Nieto, agrega, niega una relación especial con Televisa, que pasó de ser una estación de radio en 1930 a un imperio que, se sugiere, se volvió un vocero de la propaganda del PRI hasta en espectáculos de entretenimiento. En el pasado, dice el diario, usaron las telenovelas para predicar a los mexicanos sobre como reconocer su lugar y ser feliz con su suerte. Hoy en día lo hacen con la unidad conocida como “Equipo Handcock”, asegura. Se dice que usaron los medios sociales y YouTube para llevar su mensaje político. “El contrato que publicamos en realidad afirma que el objetivo es producir ‘videos que se burlan de algunos de los errores y puntos débiles del Partido Acción Nacional’”, insiste.
“La mayor parte de lo anterior sólo podía ser escrito con la mayor precisión acerca de una elección en Estados Unidos o Gran Bretaña. Cada día se está haciendo muy consciente que la relación entre los medios y los políticos es muy simbiótica. El punto no es que este tipo de cosas ocurran en todas partes, sino que subvierten la democracia dondequiera que ocurra. Al parecer, los electores mexicanos están siendo inducidos a aceptar la manipulación política. Con la honrosa excepción del Movimiento #YoSoy132 dirigido por los estudiantes, lo más deprimente es que estas tácticas suelen funcionar”, concluye el periódico.
THE GUARDIAN DA MÁS DETALLES DEL PLAN TELEVISA-EPN