Aunque la inflación ha disminuido progresivamente luego de alcanzar su máximo nivel en cuatro décadas el año pasado, sigue siendo mucho más alta que el dos por ciento que busca la Fed.
Por Paul Wiseman
WASHINGTON (AP).— La economía estadounidense se aletargó pronunciadamente de enero a marzo, desacelerando a una tasa de crecimiento anual de sólo 1.1 por ciento, a medida que los aumentos de las tasas de interés afectaban las hipotecas y los negocios reducían sus inventarios.
La cifra difundida el jueves por el Departamento de Comercio muestra que el Producto Interno Bruto se debilitó tras crecer 3.2 por ciento entre julio a septiembre y 2.6 por ciento de octubre a diciembre.
La desaceleración refleja el impacto de las medidas agresivas de la Reserva Federa para domar la inflación, con nueve aumentos de las tasas de interés a lo largo del año. Se pronostica que el fuerte aumento del costo de los préstamos provocará una recesión en algún momento de este año.
El mercado de la vivienda, que es sumamente vulnerable a los aumentos de las tasas de interés, ha sufrido golpes duros. El gasto de consumo, que impulsa el 70 por ciento de la economía, se ha reducido. Y muchos bancos han endurecido las condiciones de los préstamos desde la caída de dos grandes bancos el mes pasado, lo que dificulta aún más obtener un préstamo para comprar vivienda o auto o para ampliar un negocio.
Muchos economistas dicen que aún no se ha sentido el impacto acumulado de los aumentos de las tasas por la Fed. Sin embargo, los responsables de las medidas del banco central apuntan a un llamado aterrizaje suave: enfriar el crecimiento lo suficiente para frenar la inflación, pero sin que la economía más grande del mundo caiga en una recesión.
Hay escepticismo generalizado de que la Fed pueda conseguir su propósito. Un modelo económico del Conference Board, un grupo de investigaciones empresarias, dice que hay 99 por ciento de probabilidades de una recesión durante el año próximo.