La decisión de la agencia no afecta un pedido separado de la compañía brasileña Uniao Quimica de una autorización para uso de emergencia de la Sputnik V producida localmente.
Por David Biller
RÍO DE JANEIRO, 27 abril (AP) — Las autoridades reguladoras de salud de Brasil rechazaron las solicitudes de varios estados para importar casi 30 millones de dosis de la vacuna rusa contra el coronavirus, alegando problemas de inocuidad, lo que dio pie a críticas del Gobierno de Rusia.
Los cinco miembros de la junta de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) decidieron unánimemente el lunes por la noche que se carece de datos congruentes y confiables para la aprobación de las peticiones de 10 estados, de acuerdo con un comunicado. Otros cuatro estados y dos ciudades han pedido también autorización para importar la vacuna.
La Anvisa dijo que había fallas en todos los estudios clínicos del desarrollo de la vacuna, así como insuficientes datos.
El comunicado de la agencia dice que análisis indicaron que el adenovirus en el que se basa la vacuna tiene capacidad de replicarse, lo que pudiera causar enfermedad o muerte, particularmente entre aquellos con problemas inmunológicos o respiratorios.
“Nunca permitiremos, sin la existencia de la prueba requerida, que millones de brasileños queden expuestos a productos sin la prueba debida de su calidad, inocuidad y eficacia o, como mínimo, ante la grave situación que vivimos, una relación favorable costo-beneficio”, dijo el presidente de Anvisa, Antônio Barra Torres, en el comunicado.
El fondo ruso que supervisa el marketing global de la vacuna rusa refutó las afirmaciones.
La decisión de la agencia no afecta un pedido separado de la compañía brasileña Uniao Quimica de una autorización para uso de emergencia de la Sputnik V producida localmente, de acuerdo con un comunicado enviado por correo electrónico por la oficina de prensa de Anvisa.
Aun así, es un duro golpe a las gestiones rusas para promover la adopción global de la vacuna, cuyas exportaciones le han ayudado a recuperar presencia diplomática en países en donde las relaciones habían languidecido.
“Necesitamos información sobre lo que significa esa falta (de datos), porque hay datos más que suficientes”, dijo el vocero del Kremlin Dmitry Peskov en declaraciones a reporteros.
“Los contactos (con Brasil) continuarán. Si faltan algunos datos, serán proveídos”, añadió.
El Fondo Ruso de Inversión Directa dijo en un comunicado de tres páginas que “no se detectó ningún adenovirus capaz de replicarse en ninguno de los lotes de la vacuna Sputnik V producidos”.
También fue más directo en las críticas. Señaló que decenas de reguladores nacionales de salud habían aprobado la Sputnik V y afirmó que la decisión de Anvisa fue “de naturaleza política y no tiene nada que ver con el acceso del regulador a información o ciencia”.
El fondo puso de relieve el reporte anual del Departamento de Salud de Estados Unidos en el 2020, que en una sección titulada “Combatiendo influencias malignas en las Américas” afirma que había convencido a Brasil para que no comprase la vacuna rusa.
La Embajada estadounidense en Brasil ha negado ejercer presiones en relación a las vacunas aprobadas por el regulador de salud brasileño, y la cancillería de Brasil ha negado haber sido contactada al respecto.
Daniel Dourado, un médico y abogado brasileño que trabaja como investigador en la Universidad de Sao Paulo, dijo en Twitter que duda que la política hubiese tenido un papel en la decisión de Anvisa, pues eso hubiera requerido que sus directores mintieran en sus análisis. Añadió que aunque la premura de los gobernadores estatales es comprensible, Anvisa está cumpliendo adecuadamente con su deber.